"Desgraciadamente, este templo ha sufrido mucho los estragos del tiempo y el vandalismo de los ignorantes; sus muros han sido demolidos, sus columnas derribadas y sus cimientos socavados. Solo quedan seis de las columnas del peristilo meridional, cuatro columnas sobre sus basas en el peristilo norte dentro de las fortificaciones árabes y los zócalos [plintos] del peristilo de la fachada. Los emperadores bizantinos fueron los primeros que comenzaron a destruir el templo, utilizando el material de construcción así obtenido para la edificación de [una] basílica. Los árabes siguieron su ejemplo, extrayendo de los muros y cimientos del templo cualquier bloque de piedra que fuera adecuado para fortificar los puntos débiles de las murallas."

Michael Alouf
Tomada del libro Los magos de los dioses de Graham Hancock, página 363

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