"El amor no puede vivir donde no hay confianza."

Edith Hamilton


"La fe no es una creencia. La creencia es pasiva. La fe es activa."

 Edith Hamilton


"La mente y el espíritu en conjunto constituyen lo que nos separa del resto del mundo animal, lo que permite a un hombre para conocer la verdad y lo que le permite morir por la verdad."

 Edith Hamilton


"La plenitud de la vida está en los peligros de la vida."

 Edith Hamilton


"Nadie más que un poeta puede escribir una tragedia. La tragedia es, nada menos, que el dolor transmutado en la exaltación de la alquimia de la poesía."

 Edith Hamilton


"Sólo tenemos que pensar en cualquier estatua griega de un dios, tan normal y natural, con toda su belleza, para darnos cuenta de que al mundo había llegado una nueva forma de pensar, con la que el universo se volvía reacional. (...) Los artistas y los poetas griegos se dieron cuenta de lo espléndido que podía ser el hombre: recto, rápido y fuerte, y de que era la realización misma de la belleza que buscaban. Por eso no tuvieron el deseo de crear una fantasia puramente mental: todo el arte y todo el pensamiento de Grecia se centraban en los seres humanos." 

 Edith Hamilton
Mitología -Turner Publicaciones S.L. Páginas 19 y 20 - - Madrid, España - 2008


"Tenía los ojos enrojecidos. Pero él juró que era una extraña. Me hizo entrar. Oh, buen amigo y buen anfitrión. Y yo aquí borracho, divirtiéndome, en esta casa de dolor. Oh, debería habérmelo dicho.
Entonces hizo lo de siempre: se culpó a sí mismo. Había sido un imbécil, un estúpido borracho, mientras el hombre que tan bien le atendía estaba roto de dolor. Como siempre también, sus pensamientos se dedicaron rápidamente a encontrar algún modo de expiación. ¿Qué podía hacer para compensar? No había nada que pudiera hacer, estaba completamente seguro, pero ¿qué podría ayudar a su amigo? Entonces se le ocurrió una cosa. «Pues claro — se dijo a sí mismo—. Eso es: debo traer a Alcestis de vuelta del mundo de los muertos. Por supuesto. Nada más claro. Encontraré a ese anciano, la Muerte, que seguro se encuentra cerca de su tumba, y lucharé con él. Haré crujir su cuerpo entre mis brazos hasta que me la entregue. Si no es desde la tumba, bajaré tras ella al mismo Hades. Oh, devolveré el bien al amigo que tan bueno ha sido conmigo.» Y echó a correr, encantado consigo mismo, y disfrutando de la perspectiva de lo que prometía ser un estupendo combate.
Cuando Admeto volvió a su casa, vacía y desolada, Hércules estaba allí para recibirlo, y a su lado se encontraba una mujer."

Edith Hamilton
Mitología












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