"El incidente no había durado ni un minuto, y su significado e importancia no me quedaban nada claros. No obstante, encontré cierta dificultad en serenar mi mente y dormirme. Fui incapaz de identificar la voz del hombre; la de la mujer era casi con total seguridad la de lady Fairfax. Me pregunté qué podía haberla llevado a esa hora a una parte de la casa tan distante de sus aposentos.
Cuando al fin conseguí dormirme, caí en un sueño profundo. A la mañana siguiente, totalmente repuesto de la agotadora jornada previa, apenas había acabado el desayuno cuando la casa se sumió en una repentina agitación: alguien había entrado por la fuerza en la armería a través de una ventana y se había llevado el rifle Rossi-Charles y media docena de balas de su calibre. No faltaba nada más, según Carlos, quien, deduje, estaba literalmente a cargo del modesto arsenal de su señor. Recordando la máxima de Sherlock Holmes de que no hay rama de la ciencia detectivesca tan importante como el arte de rastrear huellas, fui a buscar la lupa que había tenido la previsión de llevar conmigo y me puse a trabajar en la zona más próxima a la ventana. Pero las circunstancias me fueron adversas exactamente en el elemento que con tanta frecuencia favorecía a mi amigo: en la tierra, seca y dura por el caluroso verano, no había rastro alguno de lo que buscaba. Regresé a la armería y me encontré con que se estaba produciendo una disputa."

Kingsley Amis
El misterio de Darkwater Hall


"El sexo se acaba cuando te subes los pantalones, mientras que el amor nunca te abandona."

Kingsley Amis


"La ciencia ficción ha tenido que crecer de hecho, por sí misma, creando sus normas desde dentro, entre sus propios escritores, editores y lectores. Esto quizás haya retrasado su crecimiento, pues la autocrítica no florece en condiciones de aislamiento intelectual."

Kingsley Amis



"La resaca es el resultado de un ataque al sistema, básicamente por parte del alcohol, por supuesto, pero también de la fatiga (falta de sueño, quema de energías en actividades ridículas y vergonzosas como el baile) y de los venenos contenidos en el tabaco, la comida inadecuada y las habitaciones mal ventiladas. Se trata de una mini enfermedad que hay que tomarse y tratar en serio. Lamentablemente, como todo el folclore relativo a evitar la resaca, la mayoría de los supuestos remedios son inútiles o francamente perjudiciales.
Por lo que más queráis, no corráis el riesgo de daros una ducha fría: sólo es otra agresión física. Tomad una ducha caliente, o un baño, aunque no demasiado caliente, y lavaos el pelo a conciencia, que es un ejercicio relajante, refrescante y bueno para vuestra sensación general de suciedad. Cuidado con los analgésicos. Tampoco toméis medicinas para el estómago ni recurráis a fórmulas antiácidas. Intentad dejar que vuestra digestión se recupere por sus propios medios. Para echarle una manita, si sois de desayuno fuerte, bajad las dosis de todo y facilitadle al estómago las cosas. Podéis tomar tostadas, cereales, leche y café poco cargado, pero nada de fritangas grasientas ni de (lo que aún resulta más tentador) materiales violentos como los zumos de frutas bien fríos.
Recuerdo de mis años mozos una cosa terrorífica que se llamaba «ostra de la pradera» y se suponía que te ayudaba a recuperarte. Consistía en un huevo crudo, brandi y salsa Worcester (o pimienta de cayena), y supongo que la idea iba de darle una patada a tu digestión para que se pusiera en marcha. Pero lo más frecuente era acabar sufriendo de mala manera durante un par de horas. Se corre un peligro muy semejante si uno opta por la poción que se suele considerar un remedio mágico para la resaca, el celebrado bloody mary. Vamos a ver, se trata de una bebida mucho más agradable, sin duda alguna, y su firme reputación de levantamuertos se basa en que mucha gente se encuentra mejor después de beberse un par de ellos, pero, según mi experiencia, es una bebida demasiado fuerte para cualquiera con problemas de acidez. Es más seguro tomarse un whisky con agua o ginger ale. Eso, en el caso de que tengas que beber algo. Ciertamente, una pequeña ayudita no viene mal al final de la mañana, pero algunos deberían evitarlo, en especial los bebedores de edad avanzada. Ahí asoma la vejez, claro está. Si la vieja nube gris ya no se disipa ante la magia del primer trago de alcohol, como siempre sucedió, es que te estás haciendo mayor."

Kingsley Amis
Sobrebeber


“Más, significará peor.”

Kingsley William Amis













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