"Los que así hablaron, consideren mi dicha en este tiempo, pleno de fuerza pero carente de ascendencia sobre Sylvie. Llegué a creer que podría ganarme la confianza de su madre sin ningún problema. Me retiré a mi casa, sin dejar de pensar en Sylvie. Por más esfuerzos que hiciera o elucubrara, fue del todo imposible encontrar el momento adecuado para decirle lo que sentía por ella. Bien es cierto que su madre apenas la dejaba sola. Pero no fui capaz de exonerarme de la tan temida infidencia. Así transcurrieron ocho interminables días sin la menor oportunidad de hablar con ella. Por último, ese feliz instante sobrevino.
[...]
Varias veces me torturé pensando en la forma de fijar una cita con Sylvie sin la presencia maternal, amparada en el pretexto de que pudiéramos conversar tranquilamente los dos. Ella rechazaba siempre con firmeza mi proposición. Llegó el día en el que me sentí realmente exasperado, reflejando mi faz la profunda turbación que me anegaba y pasé dos días sin acudir a la casa o al teatro."

Jean-Baptiste de Boyer
Memorias y letras



"No sé qué clase de elogio otorgaron los antiguos a la figura del pintor, que no pudo concluir su trabajo y terminó accidentalmente lanzando su pincel contra la imagen, pero sé perfectamente que no debería excederme en mi juicio postrero ni adoptar una visión satírica antes que el propio elogio. Las operaciones del espíritu son demasiado relevantes para dejarlas al arbitrio del azar y no ser acusados de ignorancia. No hay mayor temeridad que la práctica de no emprender una acción, sustraídos a la esperanza de la fortuna o al temor del infortunio cuando el hombre se basa en dos guías. Cada arte tiene sus reglas determinadas, que por un medio infalible conducen a los fines propuestos, dado que siempre que un arquitecto toma sus medidas correctamente, se tiene la seguridad de la belleza de su edificio. No creáis que voy a concluir de esto que mi trabajo es perfecto. Sé que su premisa son las matemáticas, donde las operaciones pueden ser falibles, pero debéis tener en cuenta que en caso de error, éste es fruto y efecto de mi debilidad, no de mi negligencia. Sufre conmigo para descubrir el marco que envuelve las estaciones."

Jean-Baptiste de Boyer
Prefacios a la ficción


"Sin embargo, no decía ni una palabra, parecía estar inmóvil, insensible a sus terribles golpes, y yo simplemente distinguía en ella un movimiento convulsivo de sus dos nalgas, que se estrechan y dejaban de estrecharse a cada instante."

Jean-Baptiste de Boyer d´Árgens

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