Como una perra oye... 

"como una perra oye
el sonido de la tormenta
o su fragor
antes de ver
el cielo quebrado por el rayo
la calma vibrando con el trueno
se asusta se refugia
en cualquier lado
y entonces empieza a llover como si
su miedo mismo fuera el que
prefiguró esa tormenta
escucho en el silencio de la ausencia
la próxima catástrofe
me tapo
con las frazadas
en la cama grande
espero que vuelvas pero sé
que es tarde
que nadie vuelve
de ese lugar
en que ya no
ya no se dice
nada."

Anahí Mallol


cuerpo presente

-1-

comienza por los pies
plantados en la tierra
siente la planta el arco el nacimiento
de los dedos
respira suave y solo es
los pies
después sube
con cada aliento
por las piernas las caderas
se detiene en la cintura
y continúa despacio
con los pulmones que se llenan y vacían 
en ritmos
acompasados
el torso los brazos
el lugar del corazón
los hombros el cuello
la cabeza
se piensa así como si fuera
solo cuerpo pero
al concentrarse en cada parte nimia
en cada articulación
en el latido
el cuerpo a la vez pesa y empieza
a hacerse ligero
no ya un peso una carga una molestia
el cuerpo se eleva
ella respira y lo ve
poco a poco remontarse
girar con las estrellas
no ser ya casi
más que un poco
de polvo plateado
en la marea de la materia deshecha
y encuentra sí
en la nada en que una idea
se dispersa
el fin y el comienzo
de una plenitud nueva
de una inconsistencia que se siente
al fin, viva y verdadera.

-2-

se sienta
todo lo erguida que puede
en el pasto medio corto
en la mañana
de noviembre
la humedad del rocío
sobre el verde nuevo
moja apenas sus vestidos
entre la tierra y el cielo
ella ensaya
un modo de estar presente
en este instante
en esta vida
respira despacio e inhala
un aire tibio y fragante
que se expande en el cuerpo
como una luz
apenas dorada
retiene y es una fuerza
que vuelve lleno
el cuerpo y joven
el anhelo de la vida
exhala despacio
como si quisiera retener
un poco todavía
el aliento de la mañana
y, casi se diría, ronronea
el aire sale y se lleva
todo lo que pueda parecerse
a un dolor
a una preocupación
a una pena
-se detiene
con los ojos cerrados
escucha los pájaros
el aire suave
un rumor apenas
y vuelve a empezar-
entre el cielo y la tierra
apenas una sombra
un ser vivo que respira
el aire dorado.
resplandece
en la cara
la sonrisa llena
mitad espíritu
mitad materia
en la mañana cálida
se vuelve todo primavera.

-3-

a veces piensa
quién fuera un animal
pero no 
un animal cualquiera
se quiere un elefante
o una hormiga apenas
lo mismo da
la vida es vida
y camina sobre la tierra
pero si pudiera elegir
no dudaría
le pediría
al genio de la lámpara
ser un elefante
sagrado
un elefante blanco
que caminara
poderoso y suave a la vez
con sus patas firmes como columnas griegas
atento a cosas importantes
el cambio de las estaciones
los ciclos de la vida
e indiferente en el fondo a todo
porque se sabe
-si es lo que es
de verdad materia y espíritu divino-
un elefante blanco
con el poder tranquilo del que no tiene
ni enemigos ni atacantes y pasea
en las mañanas por la pradera busca
un lugar donde bañarse
unas hojas tiernas
o pasea
enjoyado con dorados
sobre la cabeza y la frente y campanitas
que tintinean
por todos admirado
regalado
querido
en la ciudad
más grande de la india
tranquilo sereno
soberano
un elefante blanco
quién pudiera. 



- 4-

un cuerpo echado sobre el pasto
en la mañana de primavera joven
puede ser muchas cosas
una promesa y un pasado
una molestia o una puerta
al éxtasis de los sentidos
una cárcel para algo
que desea un más allá
puede incluso no ser nada
pero cuando un cuerpo se echa
sobre el pasto que verdea
en la primavera joven
y simplemente se echa
sobre el pasto y se deja
estar ahí
y no es más que un cuerpo
que late que respira oye olfatea
el pasto que verdea los insectos algún 
pájaro y no desea
ni más allá ni éxtasis ni promesas
ese es un cuerpo
que hace el paraíso
en esta tierra.

Anahí Mallol



"Es la fuerza lo primero que golpea al leer los poemas de Alberto Carpio. Esta es una virtud, y no una muy común."

Anahí Mallol









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