"Creo que lo que más me sorprendió, y lo que sorprendió a muchos de los demás investigadores que trabajaron con su correspondencia, fue lo normal que era Darwin, como hombre, como un viajero joven, como investigador, como padre, esposo, y amigo. Era un buen hombre. Decente, divertido, atento… normal. En sus libros, lo vemos como un pensador profundo e incisivo, pero en su correspondencia vemos a un hombre distinto. Y personalmente, yo me enamoré de ese “otro” Darwin, ese Darwin entre bastidores."

Elizabeth Janet Browne


"Estoy completamente enamorada de Darwin, desde el primer día que abrí una carta manuscrita suya, que escribió a sus hermanas desde el Beagle. La magia de entrar en la vida de una persona de hace ciento cincuenta, doscientos años… que se transforma instantáneamente en una carta escrita quizás ayer… fue maravilloso para mí.
Siempre he disfrutado con ese lado de Darwin más que con cualquier otra cosa. Es como si él estuviera en la habitación contigo, y estás observando su vida personal, su vida familiar, sus inquietudes… es este sentido de Darwin como una persona real lo que me impactó tanto siendo muy joven, con dieciocho o diecinueve años. Fue maravilloso. ¿No nos gustaría a todos haberle conocido? ¡Hubiese sido tan emocionante!"

E. J. Browne





No hay comentarios: