"Me tenían encerrada desde la infancia en este convento."

Mariana Alcoforado



"No puedo deshacerme de este papel que ha de ir a tus manos."

Mariana Alcoforado



“No siento más que despecho contra mí misma cuando pienso en todo aquello que os he sacrificado. He perdido mi reputación, me he expuesto a la ira de mis padres, a la severidad de las leyes de este País contra las Religiosas, y a vuestra ingratitud, que se me presenta como el mayor mal de todos. Pero, sin embargo, presiento que mis remordimientos no son verdaderos, que por vuestro amor debería de haber corrido los mayores peligros, y que además albergo un placer funesto por haber arriesgado mi vida y mi felicidad. ¿Acaso debí eludir el poner a vuestra disposición todo lo que poseo de preciado? ¿Acaso no me encuentro satisfecha por haber actuado como lo hice? Mis sentimientos por vuestra persona llegan hasta tal extremo que no me siento lo suficientemente satisfecha ni con mis sufrimientos, ni con el exceso de amor, ya que no me permiten, ¡ay qué gran desgracia!, enorgullecerme adecuadamente para sentirme pagada de vos.”

Mariana Alcoforado



"Oh! ¡Pobre de mí! ¡Soy digna de lástima por no poder compartir mis penas contigo y verme sola, completamente sola, ante tanta desventura!. Este pensamiento me mata y muero de terror de pensar que jamás hayas gozado lo suficiente de nuestros placeres. Ahora sí conozco la falsedad de tus sentimientos. Me engañaste cada vez que me dijiste que tu mayor placer era estar a solas conmigo. Debo sólo a mis impertinencias tus desvelos y arrebatos. A sangre fría te hiciste el propósito de iniciar este incendio en que me abrasaste toda. No consideraste mi pasión, sino como una victoria, sin que jamás tu corazón hubiera sido conmovido entrañablemente. ¿Serás tan infame y tan indelicado, como para nunca haber sabido gozar de mis éxtasis? ¿Y cómo es posible, si no fuese así, que con tanto amor no hubiera podido hacerte completamente feliz? Lloro, sólo por el amor que te tengo, las delicias infinitas que has perdido. ¿Por qué fatalidad no quisiste disfrutarlas? ¡Ah! Sí las conocieses, hallarías, sin duda, que son más deliciosas que la satisfacción de haberme engañado, y te habrías dado cuenta de que somos más felices y más tiernos amando ardientemente... que siendo amados. "

Mariana Alcoforado
Cartas de amor de una monja portuguesa



“¿Qué será de mí? ¿Qué queréis que yo haga? ¡Qué lejos estoy de todo lo que había imaginado!”

Mariana Alcoforado


"Te desafío a que me olvides completamente."

Sóror Mariana Alcoforado







No hay comentarios: