"Medita las palabras (de los Sabios) del conjunto de sus libros. La naturaleza (al-kiyân) retiene a la naturaleza, esto es, la naturaleza del cuerpo retiene la naturaleza del espíritu de los seres vivos.

Dijeron: La naturaleza vence a la naturaleza. Con ello quisieron decir que la naturaleza del espíritu vivo operante vence la naturaleza del cuerpo dispuesto, pues  la acción del espíritu sobre el cuerpo lo transforma y lo vuelve espiritual como a sí mismo.

Dijeron: La naturaleza recibe a la naturaleza. Con ello quisieron decir que la naturaleza del cuerpo permanece en lo más bajo y recibe la naturaleza del espíritu cuando ésta retorna sobre él después de haberse alejado de la naturaleza del cuerpo. 

Dijeron: El espíritu retiene al espíritu, y el espíritu que retiene es el cuerpo sutil que toma la forma de la sutileza del espíritu y su ligereza. Y entonces dijeron que era un espíritu, y semejante al espíritu que aprisiona al espíritu.

Dijeron: El espíritu vence al espíritu. Con esto quisieron decir que el espíritu vence al cuerpo sutil del que dijeron que era un espíritu, y éste vence al espíritu y hace que sea luchador contra el fuego.

Dijeron: El vivo vence al muerto; el vivo es el mercurio, y el muerto es el cuerpo sin espíritu. Ya hemos puesto de manifiesto esto, cómo cada uno de ellos vence a su otro compañero y lo convierte en su propia naturaleza (tabi’a).

Dijeron: El vivo retiene al muerto. Con esto quisieron decir que cada uno de ellos retiene a su compañero y ya no regresa a su primera naturaleza jamás. El espíritu no vuelve a darse a la fuga después de la conjunción con su cuerpo, ni el cuerpo  vuelve a la densidad tras haber sido sutilizado por el espíritu. Y esto se realizará cuando mezclándose, se concuerden y tomen la forma de una sola cosa."

Abu Marwán Hayyán Ibn Jálaf Ibn Husáin Ibn Hayyán al-Qurtubi, conocido habitualmente como Ibn Hayyan o Ibn Haiyan o Dyâbir ibn Hayyân


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