"[…] a pesar del poder de la genética molecular para revelar las esencias hereditarias de los organismos, los aspectos a gran escala de la evolución siguen sin tener explicación, entre ellos el origen de las especies […]. De modo que la asunción de Darwin de que el árbol de la vida es la consecuencia de una acumulación gradual de diferencias hereditarias parece no tener pruebas que la respalden. Algún otro proceso es el responsable de las nuevas propiedades que aparecen en la vida, aquellas características distintivas que separan a un grupo de organismos de otros: a los peces de los anfibios, a los gusanos de los insectos, a las colas de caballo del césped. Está claro que la biología está pasando algo por alto."

Brian Goodwin
Tomada del libro El universo prohibido de Lynn Picknett & Clive Prince, página 275



"Según la biología actual, los genes determinan organismos, y los organismos son simples y accidentales colecciones de genes que son funcionalmente útiles para nosotros, los seres humanos. Por lo tanto, es perfectamente legítimo modificar la composición genética de un organismo para adaptarlo a nuestras necesidades. Podemos crear gallinas o perros enormes, aunque esos animales no puedan reproducirse ni vivir una vida normal. Cambiarlos de ese modo resulta aceptable.
Pero tales cosas están hiriendo profundamente nuestra relación con el mundo natural y de unos con otros, porque eso significa que todo en la vida se mide por el rasero de la comodidad. Esto me anima a pensar en el otro como un simple montón de células o genes. Estos tienen un valor comercial potencial, y eso, para mí, equivale al suicidio. Los organismos no son únicamente meras máquinas de supervivencia. Tienen un valor intrínseco, y son dignos de él, como las obras de arte."

Brian Goodwin
tomado del libro de John Briges/F. David Peat "Las siete leyes del caos", pág. 203-204 GRIJALBO Mondadori, S. A. 1999

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