RESPECTO A LA PIEDRA FILOSOFAL


"La bóveda celeste lleva en ella flor de la naturaleza
Dos veces escondida, pero el soporte es visible:
En el cual todos los espermas de los cuerpos inferiores
Son muy secretos, aunque brotando una vez al año;
Y así como la tierra con agua son las causas,
De su parte hay sólo aridez despreocupada.

No de torrente más grande que el que fluye tranquilo,
Algo más fija que la tierra tres veces digerida,
Ningún viento más fresco que el al servicio de su voluntad,
Ningún provecho además, entonces mantén esto y sea sabio;
Alguna mejor fortuna, entonces seca el aire en polvo,
Porque después puedes pararte y dormir todo tono borracho.

Te advierto sin embargo, con el fin de que ser suspendido evites,
Sublima primero tu corazón con agua hedionda;
Luego en un lugar sobre el que Febo dice solamente
Que se lo ve al mediodía, asegúrate que perfectamente mezclas;
Porque nada brilla que no quiera su luz,
Ningún jubón irradia antes de que no sea brillante.

No dejes a ningún hombre guiarte si no sabe la vía
Qué enseñen los sabios, y donde lleva Adrop,
Cuya primera es vasta y fácil oración,
El otro arduo y humilde pero al principio;
Porque seguramente ésos y ningún otro se entenderá
Allí dónde Apolo pellizca las cuerdas de su arpa.

El ejemplo instruye de Dios que enyesa los cielos,
Reflejando las virtudes de todos los detalles,
En los cuales el móvil, de allí los que son todas cosa situadas,
Tiene todas las virtudes en toda articulación,
Y pues la esencia quinta puede verdaderamente ser dicha
Contener todo y sin embargo ser virgen.

Acuérdate también cómo los Dioses empezaron,
Y de cómo sucediéndose uno era el padre del otro;
Luego estudia sus vidas y reinos si lo puedes,
También sus costumbres, y todos sus adornos,
Y si esto haces sabiendo a cual fin,
La erudita Sophia no te rechazará en absoluto.

Si esto mi doctrina no concuerda con tu cerebro,
Entonces aunque no diré nada dije demasiado sobre eso;
A decir verdad es bueno querer, y no afán de lucro,
Que me incitó a escribir estas líneas, aunque no escriba en absoluto para los
Que se cogen manzanas salvajes cuando mejores frutos aparecen,
Y se preguntan qué escoger en la mejor época del año.

Puedes a mi amigo decir: ¿que es este saber?
Responderé que es lo que enseñaba el antiguo medicina,
Y aunque un millar de libros antes hayas leído,
Resulta que al lado de esto no te enseñan nada:
Puedes también bien ser ciego y decirme a loco,
Pero estas reglas para siempre glorificarán a sus discípulos."

Edward Kelly



"Vosotros todos que de filósofos felices querrían ser,
Y quien noche y día sobre la parrilla de Geber
Despilfarre las virutas del antiguo Árbol de Hermes,
A el  que imagina vos convertirlos en aceite precioso,
Más vos trabajéis más vos perdéis y vos despojáis;
A vos, digo, por muy eruditos que vos seáis,
Vayáis a quemar vuestros Libros y vengáis para aprender de mí.

Aunque frente a mi solo Libro vos hayáis leído diez,
Esto importa poco, porque pensé decir que
Los pasantes más grandes no son los hombres más prudentes:
Pasó que un león obedezca a un ratón estúpido.
Por mi buena voluntad ustedes serán consternados,
Y aunque escriba mucho menos suavemente que Tully,
comprobará que soy los rastros de Lulle.

Le es bueno pensar en la manera en la que su envidia
Y su suficiencia garantizan esperanzas vanas;
Vos no escatimas ningún gasto, vos no querréis carbones para el fuego,
Vos sabes las virtudes del Heliotropo;
Vosotros se consideran más ricos que el papa;
Qué una cosa exista arriba o abajo,
Vos la conoce, su materia supero.

El Elixir de vida y preciosa Piedra,
Vos los conoce tanto como para hacer una manzana;
Si esto viene para marchar, entonces deje hacer,
Vos conoce los colores, el negro, el pardo, el blanco, y el moteado;
Domínese cuando comienza a agitarse,
Jurando y diciendo: ¿que es esto?
continúa sin embargo laborando, pero el trabajo jamás acaba.

No, no, mis amigos, no son palabras jactanciosas,
Ni de votos poderosos que atraen este talento sagrado;
Es obtenido por la gracia y no por las espadas,
Por gran lectura, quedando ni mucho tiempo inmóvil,
Por suficiencia loca, ni por omnipotencia de la voluntad,
Pero por la gracia, dije, lo obtenemos;
Busque pues la gracia, para que su locura sea amaestrada.

No es cosa ruinosa, se lo aseguro,
El que engendra Magnesia de su especie;
Aunque ella misma sea por la lepra devuelta pura,
Sus ojos más claros tan antes golpeados de ceguera,
Y quien será primero capaz de abrir la fortaleza de la tierra,
Sabrá muy rápidamente que la verdad dije
Respecto a la Magnesia dulce, la esposa del oro más puro.

Entonces, lo que se entiende por hombre y esposa, es hecho
El agente y el paciente, no obstante uno y no dos,
Así como era Eva de Adam se lo señalo,
Carne de su carne y hueso de sus huesos
Tal es la unión de nuestra preciosa Piedra;
Así como Adam que durmió antes de que fue creada su mujer,
Así es de nuestro Piedra; nada puede ser dicho demás.
En esto de ve cómo sobrevino

Que primero hubo un hombre, luego una mujer a partir de él;
Así Adam era primero, principal,
Y siempre quedaba hombre de limo perfecto;
Luego hombre y mujer juntos fueron juntos y ajustados,
Y que le gustaba a cada uno el otro directamente disponía de él,
Y aumentaron su raza cuando Dios los hubo bendito.

Igual al hombre nuestro Piedra es escondida para dormir,
Hasta el momento cuando a su esposa plenamente le habrán dado forma;
Entonces se despierta, y alegremente se ocupa de
Su esposa recientemente creada a la que pagó tan cariñosamente;
Y cuando a tal perfección son llevados,
Se regocija de una novia por muy hermosa,
Cuyo valor es superior a la mitad del mundo.

Le sospecho no comprender todavía
Lo que significan hombre o mujer verdaderamente,
Y no obstante sé que se burla
Diciéndole que se trata seguramente del Azufre y del Mercurio;
Y es el caso, pero ciertamente no los ordinarios;
Porque el Mercurio esencial realmente es la esposa verdadera
Que mismo se mata con el fin de dar origen a su niño.

En primer lugar y en primero, acoge al hombre,
Su amor perfecto la hace pronto concebir,
Luego de todas sus fuerzas y a pesar de su amor,
Hace todo para quitarle la vida,
En cuanto lo habrá hecho, no se irá en absoluto,
Pero se apresurará con bondad tal una esposa afectuosa
Hasta que de nuevo lo dé a luz.

Luego, de nuevo obsequio, corresponde su gentileza,
En su cabeza pon una corona de gloria,
Y a su alabanza de los poemas redacta,
Poemas que le inspiran un cuento a cada poeta,
Y entonces de haberlo matado no es contrita en absoluto,
Porque él en virtud de su mujer afectuosa
No sólo vive sino que da vida.

Pero aquí me gustaría que comprendiera bien
Cómo hace a su concubina a su mujer,
Porque si Vos no lo sabéis, inútil emprender
Esta obra, tratándose de esto que para los locos no es ordinario de ninguna manera,
Y quien le ve en expiación allí dónde hay lucha;
Quítele pues al hombre su camisa de tejido,
Y a la mujer la Siena para que se engendre progenitura.

Para le decírselo sobre parte posterior de la garganta no quiere en absoluto a esposas,
De la tierra o del mar, en el agua, el aire o el fuego,
Sin sus muertos no espera nada de sus vidas.
Excepto si viven quiere realizar su principal deseo;
Los fuerza a hacer el aprendizaje de la muerte justa,
Y cuando soportaron por fin todos los sufrimientos,
Descubren alegrías que les fueron escondidas en primer lugar.

Porque entonces ven aumentarse alegría de la dulzura;
Dan a luz a niños espléndidos que hay que ver,
Los cuales son presos sanos que hay que extender,
Y quienes a los cuerpos más sombríos dan luz verdadera,
Su tintura celeste que es de una fuerza por muy grande;
¡Oh! El que puede sólo descubrir tesoro igual,
¿Cómo dudar que su alegría sea desmenuzada?

Ahora, gracias a esta cuestión sabría rápidamente
Si puede decir cuál es su mujer de verdad
¿Está a los pies vivos, al bello rostro, sí o no?
¿Volante o fija, como lee en los libros?
¿Debemos alimentarla o es a ella quien alimenta?
¿Cuál es su lugar de regocijos, donde está su morada?
¿Terrestre o celeste, o de una nación extraña?

¿Es pobre? ¿O posee alguna riqueza?
¿Galante en sus adornos, o miserable en sus manadas?
¿Está enferma? ¿O es llena de salud?
¿De naturaleza dulce? ¿O es un pendenciero?
¿Es golosa? ¿O le gusta el tonel?
Si a una de estas cuestiones sí responde,
Pero seguro no conoce a su esposa y ella jamás diste.

Y esto le pruebo ello y con razón,
Porque verdaderamente es nada de todo eso;
Esta cuestión a Vos apoyada le parece burla;
Y sin embargo debe ser todo esto en cierta medida:
Por qué en cierta medida y no totalmente va a ver.
Porque la esposa verdadera de quien hablo
Está el medio entre todo este contrario.

Lo mismo que harina y agua se reúnen,
No es harina y agua de la que se trata ahora, pero de rocío,
Que se emborracha es rosada y tampoco agua:
Y ninguno en lo sucesivo dejará el otro;
El medio entre los dos es la esposa, la nuestra, pero sin embargo,
Y en este detalle oculto reside nuestro secreto
Esto basta, pocas palabras satisfacen al sabio.

Ahora, gracias a esta comparación revelo aquí
Un secreto poderoso, si lo observa bien;
Nombre el mercurio agua, imagine el azufre enharina,
Cual harina entiendo deseo que el sabio pueda decir;
Cuézalos con dirección, hágalos permanecer juntos,
Y en su obra no tengas prisa demasiado,
Porque la esposa no es el tiempo que es pasta.

Esta lección enterada, permítame divertirme,
Sólo habré sido mejor dispuesto para otras instrucciones,
Mi espíritu se vuelve, mecanismo claro, hacia una otra vía;
No me gusta asfixiar los pensamientos dulces y secretos
Vos lo sabéis, el niño hace a la madre,
Tan pues un niño debemos tener,
O entonces nos somos engañados respecto a la maternidad.

Que dígase si una maravilla me entero de Vos,
¿Y demuestra que la madre es niño que es madre?
no va a pensar que me voy
¿Engañarse con tonterías como hace algunos?
¿Esto sería posible para que la madre lleve los zapatos del niño?
En toda buena fe, es en nuestra filosofía,
Y lo probaré en seguida.

Ripley manda no llevar esto con desdén,
Esperando pacientemente la conjunción auténtica,
Porque, dice, en el aire nuestro niño nació,
Allí, recibe la unción santa,
Y con esto una función celeste,
Porque después de la muerte regresa a la vida,
Y esto muy lleno de todo, a la vez marido, niño, y mujer.

Mientras todo es tierra, decimos concepción,
Y el tiempo de putrefacción es dicho parto;
Conjunción perfecta (es lo que afirman los médicos),
El alumbramiento de la mujer de donde procede toda alegría:
Que no sabe esto tiene poco entendimiento;
Cuando es fuerte y brilla bonitamente y magníficamente,
Esto designa a la esposa espléndida que hay que contemplar.

He aquí; ¡así ven que vosotros no son engañados en absoluto!
Porque, lo observará, probé por la razón
Cómo se trata a la vez de la madre y del niño,
Concepción, gestación, alumbramiento, a cada temporada;
Se los proclamé sin traición,
O sin palabra equívoca y mentirosa ninguna,
Y si vos laboráis, se percibirá esta verdad.

Verdaderamente es este Mercurio esencial
Que es el principal abastecimiento de Piedra,
Y no estos groseros amalgama recientemente engendrados
Son sólo Mercurio superficial;
Hablamos de este menstruo perfectamente tintóreo;
Verdaderamente es la cosa única
De donde deba surgir todo beneficio.

Si esto no le satisface en absoluto, quede decepcionado de mí,
Porque acabé. Si la razón no se manifiesta,
¿Que decir sino que habrá siempre para dudar?
Haga lo que pueda cuando la tontería es cierta de ganar;
Qué baste sea la base perfecta,
A saber Piedra delante de ser disuelta:
Cómo esto se hace me voy le decírselo.

Es a la Piedra a quien Ripley le intima a proporcionarse
(Porque antes de esto no es en absoluto de piedra):
Estés en mis órdenes, no olvide en absoluto mis consejos,
Y manda, abandone las cosas groseras,
Si se le otorgó la gracia de evitar los lamentos.
Y quede fiel a esto, no deje la fantasía apoderarse de Vos,
Deje la razón gobernar, porque la fantasía le traicionaría.

Tome pues este a la Piedra, esta esposa, este niño, todo esto,
Que será gomoso, pulverizándose, siendo sedoso, muelle;
Sobre el vaso o el porfirio mólala finamente,
Y, como lo aplasta, aliméntela frecuentemente de Mercurio,
Pero no a punto que el Mercurio la recubra,
E iguale las partes, retirando su semen que conviene salvar;
Luego son uno en el otro inhumados en su tumba.

Cuando lo tendrá allí y así, como es dicho,
Labore de todo punto como Naturaleza hizo la primera,
De la negrura no debe en absoluto tener miedo,
Esto se volverá blanco, entonces habrá pasado lo peor,
A menos que vosotros quebranten sus vaso y sean malditos;
Pero si marcha a través de las tinieblas hacia blancura,
Esto será y blanco y dulce como almidón.

La misma situación posee nombres diversos
Como imbibición, alimentación, sublimación,
Subir de altas montañas, también juegos de niños,
Y tan justamente nombrada exaltación,
Cuando todo no es nada más que circulación
Cuatro elementos, cualquiera sea que dicho ruidoso de los tontos,
Obtenida por calor aplicado sobre forma y materia.

La tierra es la más vil de todos los elementos,
Por el que el negro es exaltado en el agua;
Y entonces no la llamamos más tierra sino agua,
Aun cuando esto parece negra materia terrestre,
Que en polvo negro por todos lados se esparcirá;
Y cuando habrá subido a la altura del agua,
Allí es verdaderamente dicha sublimada.

Cuando esta masa negra se volvió de nuevo blanca,
A la vez dentro y fuera, como nieve, y que brilla bonitamente,
Entonces este hijo, esta esposa, este cielo si claro,
Esta agua se esconde sublimada en aire,
Cuando está presente, hace falta que además
Se prepara en el elemento difunto;
Entonces agradece a Dios por otorgarte lo que deseas.

Este negro, este blanco, llamamos esto separación,
Que no es manual pero elemental en absoluto;
No es sublimación simple y mercurial,
Pero obra verdadera y consubstancial de Naturaleza;
El blanco es nombrado conjunción natural,
Perfecta y secreta conjunción, no grosera,
Que trae provecho, como muy diferente perjuicio.

Cuando por tres veces habrá girado esta rueda,
Que lo alimentaba y él que laboraba como dije,
Entonces fluirá como cera ciertamente,
Entregando una tintura que no se desvanecerá,
Soportando todas las pruebas posibles;
Si prudentemente  lo puede proyectar y disponer de eso libremente,
A la vez honor y provecho le vendrá.

Su medicina fijada y perfectamente que fluye,
El blanco, piénsese, debería aumentar en blancura,
Así el rojo engendra el rojo, como la semilla en la simiente
Engendra su duplicado, o así como se hace en las bestias,
Y el fuego debe ser el hacedor verdadero de paz,
Porque fermento rojo o blanco su medicina se aumenta,
Y perfectamente teñida y pronto se suaviza.

Es decir, su medicina terminada,
Si blanca, funda plata y arriba proyéctela,
Si rojo, funda del sol, porque está destinada allí,
Lo mismo y lo mismo de ninguna manera se echan;
Y a la vista de su aspecto de los más puros lo elegirá:
Una parte de medicina para diez del fermento
Una única para un millar de Júpiter.

Su Júpiter enrojece sobre el fuego,
Tan pronto como su medicina sobre él es puesta,
Se hace pronto como del hilo metálico,
Porque entonces es fijado y fundido por fuego,
Y de todos tus trabajos, éste es el último;
Luego, qué por reactivo o agua fuerte esto sea sometido a una prueba,
El mejor oro, el mejor plata, jamás aguantarán tanto.

Mercurio grosero calentado en un crisol
Se endurece pronto como plata remojado,
Y sobre sublime trono de la Luna está establecido.
Plata o de oro como medicina selló,
Y así nuestro gran secreto revelé,
Que varios vieron, y yo mismo laborado,
Y mucho lo amo, totalmente de allí el generoso gratis."

Sir Edward Kelley o Kelly también conocido como Edward Talbot 








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