"Barbara [Bartholic, ufóloga asistente del doctor Jacques Vallée], a través de su trabajo de investigación con más de doscientos abducidos, había aprendido lo suficiente para formular su propia interpretación de tales experiencias. Ella cree que al menos un cierto grupo de estos seres de alguna manera “se alimentan” de nuestras emociones, especialmente las más fuertes que vienen del miedo, el dolor, la depresión, y de las acciones compulsivas.
[Los alienígenas infligen] dolor con el fin de “cosechar” o, de alguna forma, utilizar las respuestas emocionales de los abducidos. [...] Los alienígenas como vampiros emocionales es un pensamiento sórdido, pero no tan extraño, tal vez, como otras cosas que había oído."

Karla Turner
Into the Fringe



"Hay una teoría [...] que dice que los abducidos que perciben sus experiencias de forma negativa, sólo lo hacen porque ellos mismos no son espiritual o psíquicamente avanzados. Las personas con un desarrollo cósmico superior tienen encuentros positivos con extraterrestres... y así la teoría sigue, y aquellos que tienen experiencias dolorosas o aterradoras son sólo unos Neandertales espirituales. Esta es la teoría favorita de los investigadores que afirman que los extraterrestres, ya sean objetivamente reales o no, sirven como “reflejos” de nuestra naturaleza espiritual sobre una base individual o de la especie en general. 
Habiendo trabajado con tantos abducidos decentes, honestos y orientados positivamente, creo que esta teoría es incorrecta. Peor que incorrecta, es despreciable, tan despreciable como culpar a una víctima de violación por la violencia cometida en contra de ella. Esta actitud hace que muchos abducidos se sientan doblemente violados, primero por los extraterrestres que se los llevaron, y luego por los investigadores del fenómeno OVNI a quienes acuden para explicaciones y ayuda."

Karla Turner


"Los recuerdos de Pat de este evento, como en el caso de muchas personas que han tenido experiencias con UFOs, fueron suprimidos completamente luego del incidente. Todo empezó a fluir de regreso a su consciencia en el año de 1986, escenas de una bola de luz brillante y anaranjada, pequeñas entidades grises tanto fuera como dentro de su casa de campo, y lo más perturbador de todo, personal militar en su propiedad. “Yo pensé que estaba loca cuando estos recuerdos me vinieron” dijo Pat “Pero eran tan fuertes y reales, que finalmente le hablé a mi hermano y hermana preguntándoles si ellos recordaban algo similar. My hermana Rose dijo que ella recordaba a los alienígenas y a la gente militar también. Y aunque mi hermano dijo tampoco recordar la anaranjada bola de luz, dijo recordar claramente al personal militar y algunas interacciones con ellos” El lugar era una granja de 16 acres cerca de Floyd´s Knob en Indiana, en el verano del año 1954. Pat de once años vivía con su madre, su padrastro, su abuela, el hermano de nueve años y una hermana de seis. Una noche varios miembros de la familia vieron una gran bola anaranjada de luz aparecerse fuera de la granja. Pat ya se había ido a dormir pero se despertó por su madre y hermana al ver por la ventana. En el cielo ella vio la luz naranja fija sin mostrar movimiento alguno primero, luego se movió rápidamente fuera de vista hacia la parte trasera de la casa. “Recuerdo vagamente, me pareció como si mis familiares sabían que “ellos” venían” dijo Pat “Vi a mi madre corriendo hacia la puerta de la cocina para asegurarse de que estaba cerrada y para mirar la bola aproximarse por el patio. Recuerdo pensar, No sirve de nada cerrar la puerta con seguro, ellos pueden entrar de todas maneras. Era como si yo supiese lo que sucedería” Pat de repente se sintió somnolienta pero no recordó haber regresado a la cama. Su siguiente memoria fue de una luz multicolor girando lentamente alrededor del cuarto en un silencio total, emitiendo tonos azules, violetas y morados. Ella se fue a dormir a la cama y miró por la ventana donde se topo con un alienígena del tipo Gris flotando fuera de su ventana. La mirada del Gris parecía penetrar su ser entero, y ella sintió una cierta familiaridad con aquél ser. “No tengas miedo” le comunicó el Gris a Pat “Tú eres la niña escogida. No te lastimaremos.” Pat se volteó y vio varias entidades altas entrando a su habitación. Mientras ellos sacaban flotando a su abuela por la puerta, Pat sintió el terror de la anciana, y ella también estaba aterrada. Cuando la habitación se llenó con los extraños seres, un espumoso eje de luz bajó a través del cielo raso. Mientras la luz se incorporaba, Pat vio en la niebla de luz a una figura la cual ella percibió como Jesús de cabello rubio, ojos azules y de bata resplandeciente. Él tomó la mano derecha de Pat y dijo: “No tengas miedo, mi niña. Ellos son míos” haciendo un gesto hacia los seres que estaban de pie en la habitación. La figura como Jesús miró a Pat y dijo: “Yo soy la luz del mundo”. Luego él fue cubierto de nuevo por el espumoso eje de luz, quién se lo llevó de vuelta a través del cielo raso. Ella y su abuela fueron transportadas flotando fuera de la habitación por las entidades. Pasando frente a la habitación de su madre, Pat miró una brillante luz blanca saliendo de la habitación. Cinco de los altos seres blancos  estaban alrededor de la cama de su padrastro, y parecían estar examinando una de sus atrofiadas piernas, el resultado de la polio. Un destello de luz verde, de unos 12 centímetros, flotaba sobre él. Continuando a través de la casa y fuera al patio, Pat vio una brillante y cristalina nave flotando bajo sobre el suelo. Luego, un rayo de luz salió de la parte inferior de la nave y la engulló. “Recuerdo los rizos rubios de mi hermana al lado mío mientras entrabamos a la nave” dijo Pat, “Estábamos mirando hacia abajo, hacia el suelo y vi a mi madre y abuela allí mirando hacia arriba, como zombis.” Ella pudo mirar que en todo el patio había un enjambre de Grises apresurándose alrededor del área. Y aunque ella ni Rose recuerdan con exactitud la secuencia de eventos, ambas recuerdan un grupo de pequeños grises cerca de una zanja al lado de la puerta del sótano. Rose vio a los seres en línea, caminando por sobre una tabla sobre la zanja. Pero la memoria de Pat incluía una línea o pared de fuego en la zanja y una hilera de pequeños grises flacos, que llevaban “sombreros de arroz con briznas grandes.” Luego de ser transportada, ella y Rose dentro de la nave, Pat recuerda estar sentada en una mesa en un cuarto con los grises presentes. Uno alto y blanco apareció con un instrumento y raspó piel del interior del antebrazo y la planta de los pies, cortó algo de su cabello, y luego cortó muestras de sus uñas. “¿Por qué necesitas todo esto de mí?” Ella preguntó Estamos haciendo una nueva Tú, la entidad respondió. “¿Eres un ángel?” Pat le preguntó “Sí” la entidad le dijo, “pero no de la manera en que te enseñaron” Pat fue llevada a otra habitación donde la pusieron sobre una mesa, arriba había un instrumento obscuro. Uno de los grises vino y extrajo un tubo de este aparato, el cual tenían una delgadísima aguja en su extremo. Pat se asustó, pero el Gris le dijo: “Esta es la parte de la que no te tienes que acordar” Pat sabía que la aguja estaba por ser insertada dentro de su fosa nasal derecha, pero justo antes de eso ella perdió el conocimiento. Pat recordaba otro evento durante el examen físico, el ser “fundida” con una luz plateada. Pat recobró la conciencia y se vio ahora de vuelta en la primera habitación sobre una mesa. Ella lloraba porque no soportaba más estar con los grises. Y cuando ellos le dijeron: “Aún no es tiempo”, ella les pidió un suvenir como prueba de que la experiencia había ocurrido realmente: la piedra “sanadora” verde que ella había visto encima del cuerpo de su padrastro. Aunque los alienígenas aparentemente le dieron este artilugio, ellos le dijeron que no “funcionaría” apropiadamente con ella, sólo con ellos. Se le dijo luego: “Tú vas a tener que olvidar esto” “¿Por qué?” preguntó Pat “Porque están aquellos que van a manosear tu mente” el Gris le respondió Pat fue devuelta a su casa, allí se encontró con toda su familia sentada en la sala bajo un estado de aturdimiento. “Ellos parecían zombis” dijo Pat. Inclusive su padrastro estaba apoyado sobre el piso reclinado contra el sofá. Ella fue puesta en su cama y vio a uno de los Grises fuera de su ventana gesticulándole una “Despedida”. Ella le respondió con un gesto de adiós y cayó dormida."

Karla Turner
Tomada del libro de Esteban Perentz Ufología











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