"Los parásitos de la mente pueden empujar al ego subconsciente hacia acciones obsesivas o ejercer sobre él un poder restrictivo que lo retenga dentro de una forma de inercia que encuentre difícil de superar. Están presentes de una forma u otra en la vida subconsciente como parte de las fuerzas del alma que el ego debe aprender a superar a lo largo de su experiencia evolutiva. Ya sea que etiquetemos a los parásitos mentales como entidades o formas de pensamiento, o simplemente como "la psicología negativa," tiene poca diferencia en el corto plazo. Pero en el largo plazo del desarrollo evolutivo, la diferencia debe ser tomada muy en serio, ya que permite al ego socavar en los misterios de la conciencia para aislar los elementos que le infligen sufrimiento kármico.
Si consideramos a estos elementos parasitarios como entidades, es más fácil tratar con ellos de una manera más objetiva. En cambio, si optamos por subestimarlos como formas de pensamiento, quizá nos falte el coraje intelectual y el beneficio de liberar los recursos internos necesarios con el fin de neutralizar sus influencias y poner fin a su nefasta presencia. Las palabras tienen el significado que elijamos darles. De acuerdo con el grado de objetividad que podamos reunir en el aspecto trascendente de la realidad psíquica, irradiamos más o menos luz. No cualquier hombre puede hacer frente a la idea de que entidades puedan infectar su mente. Sin embargo, sus posibilidades de hacer frente de manera objetiva a la realidad parasitaria se incrementan en la medida de su capacidad de percibir la realidad psíquica como parte de un todo multidimensional."

Bernard de Montreal
Beyond the Mind

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