"Tengo 16 años de edad. Desde mi infancia veo a los espíritus y los oigo hablar. Tenia la costumbre de sentarme a conversar con ellos. Ellos se me acercaban y yo creía que eran personas vivas. Como ninguno los veía ni los oía, mis padres procuraban inculcar en mi la idea que todo era producto de mi imaginación. Sin embargo, como no consiguieron modificar mi modo de pensar sobre el asunto, pase a ser considerada como una niña excéntrica. En la primavera de 1870 fui invitada a visitar una amiga del colegio. Ella me preguntó si yo había oído hablar del Espiritismo, diciéndome que ella y sus padres se reunían alrededor de una mesa y obtenían ciertos movimientos; me dijo que, si yo aceptaba, por la tarde ensayarían conmigo."

Florence Cook






No hay comentarios: