"Alguien tan atento a la cultura mesiánica como Walter Benjamin habla del capitalismo como religión. El capitalismo es mucho más que un sistema económico: es una concepción religiosa del mundo. Si resiste tan bien es porque sus críticos sólo se ocupan de la vertiente económica. Y eso no le hace mella porque su fuerza está en otro nivel. Por eso Benjamin plantea, frente al capitalismo como religión,  la necesidad de que lo que él llama «materialismo histórico» se alíe con la teología apocalíptica. Dice que la lucha de clases tiene que recuperar su inspiración mesiánica «y eso en provecho de la propia lucha de clases»."

Reyes Mate


"El cuerpo es lo próximo que tenemos y es también lo que nos proporciona el sentimiento de identidad. Las sensaciones de nuestro cuerpo es lo primero que experimentamos como propio mucho antes de que el yo se desarrolle y hasta pretenda liberarse del cuerpo. En los momentos clave [...] todo dualismo, toda falta de sintonía y sincronización entre el yo y el cuerpo, puede ser mortal [...] el cuerpo no sólo es un desgraciado o afortunado accidente que nos pone en contacto con el implacable mundo de la materia. Es, también, una adherencia a lo que uno no escapa, de ahí la ambigüedad del cuerpo moderno, que es, por una parte, relación con el mundo y, por otra, encerramiento en él. Lo que está claro es que la filosofía moderna ha descubierto el cuerpo y se ha reconciliado con él. La esencia del hombre no está en un yo desprovisto de materia, sino en la relación al cuerpo."

Reyes Mate



"Ética y memoria van de la mano. La memoria es la lectura moral del pasado. La historia tiene todo el derecho a decir que no quiere hacer un juicio moral sobre el pasado, que solo quiere conocerlo, es su derecho. Como es un derecho de la memoria hacer una lectura moral del pasado. Esa lectura moral del pasado está guiada por la búsqueda de la verdad y la justicia; y, cuando uno se pregunta por qué esta obcecación en España contra la memoria histórica, sólo se me ocurre recordar a Borges.
Borges tiene un relato que llama El réquiem alemán. En él habla del destino de un oficial nazi que ha sido condenado a muerte por los aliados y que va a ser ejecutado al día siguiente. Entonces, por la noche, este oficial nazi repasa su historia y se siente a gusto consigo mismo, piensa que ha estado a la altura de las circunstancias, piensa que él quiso contribuir a la creación del hombre nuevo que anunciaba Hitler y colaboró honestamente en esa tarea. Aunque, reconoce que hay un borrón en su extraordinario currículum, y ese borrón ocurrió una noche en la que tuvo que juzgar, ya muy tarde, a una persona que era inocente por los cuatro costados. Era un anciano poeta que se llamaba Jerusalén. Estuvo a punto de perdonarle la vida y ese es su borrón; eso es lo que él piensa que fue un borrón.
Pero, afortunadamente, se superó a sí mismo, se sobrepuso a la tentación y le mandó matar. Y ahora, que va a morir él, dice: “No sé si el bueno de Jerusalén sabía por qué le mandé matar. Le mandé matar porque yo tenía que matar en mí la compasión que empezaba a renacer en mí”. Y ese es el asunto, que, cuando se mata, mueren muchas cosas y, cuando no reconocemos los derechos de las víctimas, de alguna manera asumimos ese destino del victimario."

Manuel Reyes Mate
Memoria histórica y ética de las víctimas



"La cultura está hoy monopolizada por  el mundo anglosajón que domina la industria cultural."

Reyes Mate



"La democracia española no ha arreglado las cuentas con la dictadura."

Manuel-Reyes Mate Rupérez


"La derecha es democrática en la medida en que se distancia de su historia."

Reyes Mate








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