"Yo he visto desarrollarse “un gobierno dentro del gobierno” en los Estados Unidos durante los últimos años. Las familias políticas de este país siempre han contribuido de modo significativo al desarrollo de nuestra nación. Cada una de ellas ha disfrutado de su propia “maquinaria política” y con frecuencia ha sabido utilizarla sabiamente. Los Roosevelt, los Rockefeller, los Lodge, los Kennedy, todos tuvieron y tienen influencia en el destino de nuestro país.
Sin embargo yo “veo” a este “gobierno dentro del gobierno” controlado y financiado por la bien engrasada “maquinaria política” de una de nuestras principales familias políticas. Fijos sus ojos en la Casa Blanca, los veo desacreditar a cualquier hombre que la ocupe sin su aprobación, por buenos que sean sus programas políticos.
Mediante la intimidación política, la propaganda y las actividades ilegales de la sexta columna, harán todos los esfuerzos posibles para demostrar a la nación que sólo su hombre, el que dirige su “máquina”, tiene derecho a ocupar la Casa Blanca. Y su campaña hará mucho daño a nuestra nación, tanto aquí como en el extranjero.
Yo “veo” que este grupo triunfará, al hacerse con el control “de facto” del país. Dará origen a una revolución en nuestra estructura social como jamás se ha visto antes. Fomentará la inquietud racial y el descontento general. Elementos subversivos extranjeros -según hicieron ya en los años de 1960- se infiltrarán en las facciones sin ley, y organizarán luchas constantes en las universidades de la nación, y en los ghettos raciales.
Y esta “maquinaria” dirigirá toda la maldad latente en los hombres hasta llevarlos a una locura jamás soñada.
Yo “veo” a un miembro de esa “maquinaria”, que asciende al poder en la ciudad de Nueva York, forzando la admisión de nuevas leyes y regulaciones que afectarán a muchas familias de esta gran metrópoli.
El caos social y religioso generado por esta maquinaria política en todos los Estados Unidos, preparará a la nación para la llegada del profeta del Anticristo. Esta unidad política, de la costa del Este, será el instrumento de la serpiente (Anticristo), que acabará por entregarle todas las masas.

(...)

El profeta comunicará a los hombres, mediante esta maquinaria de propaganda mundial, las supremas ambiciones de la ciencia humana. Anunciará que la ciencia es capaz de penetrar todos los secretos de la naturaleza, de domesticar todas las fuerzas de la naturaleza, especialmente las de la vida, ¡en realidad las de la misma vida humana! Afirmará que los hombres podrán vivir como quieran, tanto como quieran, y morir cómo y cuando quieran, y todo sin el menor sufrimiento, sólo con que lo sigan.
En esto se verá ayudado y apoyado por las corrompidas maquinaciones políticas del grupo políticamente poderoso anteriormente mencionado.
Pero esto sólo es la introducción de lo que ha de venir. Porque, a continuación, llegará el Anticristo.
...  Además, las profecías de la Biblia dejan bien claro que el Imperio Mundial del Anticristo será un estado totalitario, en el sentido más extremo de la palabra. Ejercerá su poder sobre el mundo entero, y sobre cada persona, intensivamente, controlando incluso sus pensamientos. No habrá “estados vecinos”, y el mundo se convertirá en una isla dentro del universo. La guerra, tal como ha sido conocida, ya no existirá, y el Anticristo se anunciará a sí mismo como el “príncipe de la paz”.
... Veo dos características definidas que distinguen al Anticristo: el dominio sobre los hombres, con un gobierno de hierro, y la seducción de sus mentes mediante una falsa ideología y propaganda. Se presentará a la humanidad como el supremo gobernante que ha de acabar con toda guerra sobre la tierra. Como el maestro de la nueva y moderna ideología sobre la vida, que hará que toda la herencia cristiana parezca anticuada y sin valor; como el “redentor” de todos los hombres, a los que viene a librar de sus antiguos temores, sus complejos de culpabilidad, sus mutuas incomprensiones.
... Y yo veo, cada vez con mayor claridad, nuestro destino como nación mezclado con los sucesos que caracterizan la llegada de ese terrible personaje."

Jeane L. Pinckert Dixon
Mi vida y mis profecías


 “... su dominio (el del anticristo) será la seducción intelectual de la humanidad, lo que significa una mezcla de ideología política, filosofía y religión. Con sus enseñanzas y propaganda, el profeta hará que la gente no solamente acepte al anticristo, sino, más bien, que lo desee con positivo entusiasmo, y que así llegue a crear las condiciones de su llegada y a participar activamente en la organización del terrible y asolador despotismo de su Imperio Mundial”.  Veo dos características definidas que distinguen al anticristo: el dominio sobre los hombres, con un gobierno de hierro, y la seducción de sus mentes mediante una falsa ideología y propaganda. Tendrá en sus manos poder terrenal, y lo utilizará como instrumento. Todos los tiranos de la historia parecerán niños inocentes en comparación con él. Conquistará toda la tierra, y la someterá por completo con las armas más modernas. Gobernará este nuevo Imperio Mundial con la mejor estrategia y gloria militar. Prometerá implantar el reino de la justicia sobre la tierra, pero os tentará a levantaros contra vuestros gobernantes y superiores. 
... las profecías de la Biblia dejan bien claro que el Imperio Mundial del anticristo será un estado totalitario, en el sentido más extremo de la palabra. Ejercerá su poder sobre el mundo entero, y sobre cada persona, intensivamente, controlando incluso sus pensamientos. No habrá “estados vecinos”, y el mundo se convertirá en una isla dentro del universo. La guerra, tal como ha sido conocida, ya no existirá, y el anticristo se anunciará a sí mismo como el “príncipe de la paz”.”

Jeane L. Pinckert Dixon















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