A la sombra del paro
"A rumiarse su pena campesina,
como un manso rebaño de corderos,
los pacientes y pardos jornaleros
en la plaza se juntan por rutina.
Una mano mezquina los margina
en rincones sociales lastimeros,
los aparta a la izquierda como ceros
de un nefasto fichero de oficina.
En aceras sentados y en umbrales,
ya esperan la receta milagrera
que remedie sus males laborales.
¡La tierra sin amor, sin sementera,
de matojos se eriza y de jarales:
las verdes telarañas de la espera!"
Wenceslao Mohedas Ramos
Labrador en la gran ciudad
"Un impulso febril y turbulento
te apartó de la espiga y de la encina,
y dejaste la parda disciplina
que te impuso tu humilde nacimiento.
Te fuiste a la ciudad ... ¡Qué triste acento
de gente presurosa en la rutina
de un humano rebaño que se hacina
entre asfalto, cristales y cemento!.
Y tú, tan natural y tan sencillo,
semejabas un cándido cordero
entre tanto bullicio y tanto brillo.
La extraña sensación de forastero
te otoñó tu esperanza en amarillo
y siempre te sentiste un prisionero..."
Wenceslao Mohedas Ramos
Una nueva Navidad
"Una nueva Navidad
viene llamando a la puerta
del alma... con gran oferta
de paz ,de amor, de amistad
y a ponernos en alerta.
Con sus eufónicos sones
y luces en desmesura...,
crea ambientes de ternura,
y endulza los corazones
y nos barre la amargura...
Entre una mula y un buey
y , en un humilde portal,
de una Madre Virginal
nace pobre el Niño-Rey
del reinado celestial.
En torno a su nacimiento,
convoca a todo cristiano
a ser del prójimo hermano
como manda el mandamiento
para un mundo más humano.
Viene por divina prueba
de mensajero divino
de verdad, vida y camino
y anuncia su Buena Nueva
de un más allá por destino...
Viene a redimir al mundo
del primigenio pecado
y a salvar al humillado
con su martirio rotundo
en su cruz crucificado..."
Wenceslao Mohedas Ramos
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