"Además, debe proporcionar las influencias humanizadoras y de socialización que se pueden introducir desde el mundo normal exterior, y en la medida en que sea compatible con la disciplina y el control, permita que cada hombre se desarrolle de acuerdo con su propia personalidad. Buscar la producción de un tipo uniforme es luchar contra Dios que hizo a los hombres diferentes y privar a un ser humano de esa personalidad que debería ser su preciada posesión. Cuando se han evitado los peligros del encarcelamiento o, en todo caso, se han mitigado, es improbable que la administración esté satisfecha. No puede contentarse simplemente con remitir a la sociedad después de un período apropiado a un delincuente que tiene el mismo corazón y carácter que cuando perdió su libertad. Tampoco es creíble que cualquier hombre deba soportar tal experiencia sin ningún cambio. Las autoridades penitenciarias apuntan un poco más alto."

Alexander Paterson
El problema de la prisión de América


"La primera gran lucha es que los hombres se den cuenta de que al otro lado de los puentes hay una gran necesidad, lo cual es un reproche a su sentido común porque es un gran desperdicio de fuerza y ​​bondad, y a su virilidad, porque es indudablemente triste. Además, algunos necesitan aprender que hay un puente, después de todo, que los llevará a estas innumerables casas de pobreza. Encontrarán el camino a través del río si vienen, naturales y sin pretensiones, con un corazón puro y una mano lista, ansiosos solo por servir y aprender. Se cruzan, quizás, con miedo y maravilla, pero encuentran en el otro lado una felicidad que hace que el dobladillo permanezca. Allí se encuentran con espíritus más apacibles con un coraje más indomable que el suyo propio, y otros que son más débiles y pecadores de lo que pueden entender; lentamente comienzan a compartir y unir las manos con todos, y al final se regocijan que son como los demás hombres."

Alexander Paterson


No hay comentarios: