Adiós my love

El día que me pudra sin haber dicho lo justo 
A la luz de velas color mausoleo 
Vendrás a tocar mi garganta de peste 
Con la tristeza de una viuda hermosa 

Querrás pulir mi nombre en tu boca 
Y descubrir el eterno embrujo de la muerte 
En la fosa donde los muertos se excitan 
Intentarás adivinar el nuevo espesor de mi sangre 

Irás a contemplar las tumbas de tus parientes 
A los que nunca importé 
Y de los cuales no supe más que eso

Me buscarás entre el zumbido de las moscas 
Y te echarás cansada de intentarlo 
Bajo el rosal más bello del cementerio 

Desde la tierra de gusanos hambrientos 
Leeré para ti el mejor poema ruso 
Dormiré 
Y te alegrarás de haberme perdido 

Yuri Pérez
Cartas del interno


"En el fondo me interesa ser un aporte literario, no quiero ser un ocioso que publica un libro porque no tiene otra cosa que hacer. Mientras, frente a mis ojos y mi oído mi trabajo se vea y se escuche decente, está bien. Aunque nunca quedo conforme y cada vez que releo algo que he editado, veo carencias y errores, instantes malos y faltos de fuerza, veo malas oraciones, malos párrafos que puteo por no haberlos visto antes de llevar a la imprenta. Imagino que es normal. No quedo satisfecho y parece que a medida que pasan los años me considero más iniciado en el oficio. Un novato, una guagua. Un pendejo ignorante."

Yuri Pérez



La llave

"Veo una llave donde el agua sangra
el goteo general sin aviso larga
el chorro, el cascabel de hechicería
sobre la tierra, dentro del mal, la poesía.

Es el áspero fluido de la vil sombra
agua que bajo el rocío se desborda
tiene olor a caldo, pan de romería
un ojo medio tuerto, la costilla fría.

Y sonríe malicioso el charco rudo
se peina, se repinta, leve coquetea
cerca de la fría cala, detrás del muro.

Por él sangra la llave de la cocina
en el momento donde nadie hurguetea
ni por pan, ni por té, ni por cecina."

Yuri Pérez


"Para determinar si un texto es bueno o malo me hago de varias fórmulas; una es la que aprendí con Erwin Díaz, cuando fui su alumno durante 6 años: que el texto funcione y sea un aporte a lo que uno, como lector ya ha leído: si el texto está alejado del lugar común, va bien, si el texto tiene una carga poética abundante, va bien, si un texto tiene velocidad en la lectura en voz alta, va bien, que no cueste leerlo: si el texto, tiene quiebres que le otorgan cambios de ritmo, va bien; si el texto no está evidentemente relacionado o vinculado en su estructura con la obra de un autor mayor, va bien; si un texto es honesto, va bien; lo que ocurre aquí es que uno puede identificar cuando al autor le costó escribir el texto, cuando se ve forzado, cuando se ve recargado de imágenes o adjetivaciones, cuando se siente un poco barroco; ahí uno entiende que no es un texto honesto; quizá habría bastado con una línea para terminar el texto y ya. También fijo la atención en los fantasmas que hay en los textos ajenos; si veo fantasmas (esto es como ver ciertos demonios menores en lo que el texto tiene de fondo) si el fondo y la forma están en un cierto equilibrio, va bien: no creo en lo que dicen mucho sobre, por ejemplo, que la poesía fundamentalmente, no debe estar sujeta a la forma y que el fondo del poema es lo que más importa: me parece que, sobre todo en poesía, la forma, la búsqueda de la forma en el texto, la distribución de las palabras y los tiempos, los sonidos y el ritmo son mucho más exigentes que en la narrativa. O sea, cuesta mucho más escribir un buen poema que escribir un buen cuento.
En poesía, hago algo parecido, leo el texto y de manera automática voy viendo y fijando mi atención en lo que dije antes, si el texto tiene esos elementos, sigo la lectura, de lo contrario comienzo a ver basura literaria y me detengo: pasa mucho cuando escribo, a veces me aborrezco por escribir malos poemas o mala prosa y me detengo y puteo y abandono el oficio. Otras veces, veo aciertos y trato de aprovecharlos: son pocos los instantes en que uno puede tomar la mano del oficio, cuando el oficio te da la mano, no hay que soltarlo."

Yuri Pérez


Primer jardín

Me voy feliz y desquiciado 
Fui en ti el peor de los gusanos del río 
Aposté la orfandad del corazón, vaca y brisa 
A los fatales cantos de los vampiros en los álamos 

Sé tu nombre y el riesgo fatal de tu sangre 
Nuestro beso malo escupió entre alhelíes bárbaros 
Dicha y desgracia 
Por eso me alegro bajo esta horrorosa tormenta 

Estoy en ti hasta la inevitable lluvia del puñal 
Otros como yo o mejores pétalos de dulzura enferma 
Levantarán tu cintura entre buitres y amapolas 
Y dejarán bajo los nichos la orina fresca de tu patio 

Sólo yo te he amado con infatigable tristeza 
La furia de la escarcha sobre la luna echada en la faz de la muerte 
El tonel de sangre que arrastra el mosquito hasta la tumba 
Me condenan a la hoguera y al aburrimiento mortal de los puentes

Soy el insobornable Yuri Richard, tu espina de ceniza y sal 
Entra en este poema como un dedo de nieve al agua 
Ven al polvo del jardín, al hielo del pueblo 
Como entra un poeta a la desgracia del lenguaje 

Yuri Pérez
Cumbia




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