Alegrías de pleamar

"Como tú, nadie ha jugado
con los tímidos maderos
de mi noche
y sus abismales lunas.

Porque tú,
has invadido los predios sordos
de mi soledad,
y dejas ahora que te marchas,
las figuras ondulantes del agua
entre las piedras.

Nadie ha desplegado la magia
incrédula de mi tacto,
tiñendo de escarcha, la sal de sus bordes
ni el híbrido oleaje
del laberinto de mi pecho inflamable."

Marianella Sáenz Mora


Confieso

"Persigo tu recuerdo
que revolotea por la casa
herido,
quebrando los espejos
mientras divago por esta eternidad
de hambre lesionada
con el sexo sin ignorar tu ausencia
y sus huellas esparcidas en la brisa.
Vivo  la esperanza a toda prueba
del  refugiado y sus anhelos de patria
exiliada de un amor que no es tan mío,
indolente e infinito
en la vivencia paralela
de latitudes trastocadas.
Aquí, en el confesionario
de mis silencios,
indómito y falaz,
como mi miedo."

Marianella Sáenz Mora


Desgaste

Cansada de la soledad que vivo
inmersa en tu presencia,
me desgasto milenaria de arena, 
silueta de humo en la frontera de mi cama.


Dices la canción dolosa del viento 
acariciando las dunas del poniente,
oasis imperceptible de mi cuerpo herido, 
espejismo de luz en la luciérnaga.


Miro este amor rendido 
sobre la tela sin costuras de la noche,
esperando el insecto negro 
que canta a todas horas
perenne, como esta sed de sal
en tus olas.


Sobre la cúpula de la noche,
mis ansias moribundas
tejidas como un tapiz entre las sombras,
se diluyen 
entre los tonos de un caracol de celajes 
amanecidos en la orfandad del veneno y sus conchas.

Marianella Sáenz Mora
De su poemario "Migración a la esperanza"


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