Algo así...

"De vez en cuando, dormía así:
con los brazos cruzados,
curvos y apretados
sobre la cálida luna de su vientre.

Soñaba tal vez...
Acunando, conteniendo, prolongando
todos los calores
los orgasmos, los temblores,
inducidos por...
el tanteo, la lamida y el jadeo
del intruso persistente,
(no nombrado)
empecinado en guarecerse
en el húmedo refugio 
que (ella) esconde entre sus piernas.

Los viernes, noche,
casi rozando la madrugada,
después de la venida, la irrupción
y la estampida al galope
del Amatorio Prestado
( y para no llorar su falta...)
ella dormía así."

Amanda Espejo


Amén

"Que no llegue todavía
Que se cuezan luego las papas.
Que no quede dura la carne y en su
jugo prenda el sazón.
(Que le guste, Dios...que le guste)
Que no beba más de dos tragos, o...
que se tome la botella entera y se
acueste tranquilo.
(Que no me pegue, Dios...que no me
pegue)
Que si me va a tomar lo haga rápido.
Que no me bese. Que no me hable.
Que se baje pronto.
Y que por lo que queda de noche, me
deje llorar en paz.
Así sea."

Amanda Espejo



De mi búsqueda

"Hablaré en otra lengua
de palabra justa.
Talaré el tronco
podaré las ramas
junto al canto de los pájaros
hasta hacer del  bosque un claro.
Ya enfrente a la última doliente ave
abriré su pecho
y allí estará intacto
el significado del misterio,
tan veraz como inexplicable
a falta de la  otra palabra."

Amanda Espejo



Misma esquina

Cuando quieren hablar de ti 
les grito… 
¡Que te dejen tranquila!, 
que descansas en paz. 
Y que se limpien la boca antes de nombrarte. 

Que te amaban, dicen… 
¡Qué de amor por entre dientes! 
¿Y el encierro? 
¿Y el desprecio? 
¿Y el olvido? 

Piedad. 
Alguien robe de sus mentes el sonido de tu nombre. 

Noche. No hay luna. 
El cinismo desborda entre las cruces 
y se persignan los ángeles ante tanta hipocresía. 
Largas lenguas reptan los senderos del camposanto, 
bajo la tierra, entre crujir de huesos 
se percibe la letanía: “falso, falso, falso…” 
Falso es cuanto sale de sus bocas. 
Falso es el credo conque golpean sus pechos. 

Mientras, 
encogida, misma esquina 
nada arranca las espinas de este triste corazón. 

Amanda Espejo



"Tal como está diseñado en cada aspecto de la vida, en la creación literaria existe un camino particular que recorrer antes de llegar la obra deseada o concluida. Son estos procesos o hilar de sucesos los que, a mi parecer, enriquecen sobremanera el producto final.
Con el arte, bien lo sabemos, no se lleva el concepto de lo instantáneo. Al contrario, cada paso transitado en busca de lo anhelado resulta emocionante, conmovedor y hasta mágico. Naturalmente, lo expresado no tiene que aplicarse como un axioma o verdad inapelable. Somos tan diversos los seres humanos, tan singulares en virtudes, inclinaciones, perspectivas y defectos, que cada cual tendrá su método de preferencia en particular.
Si nos atenemos a la escritura en prosa, sea breve o extensa, es muy posible que un método de rigor sea provechoso y logre regularmente los frutos deseados. Un proceso de ese tipo, suele constar de pasos muy marcados, recurrentes y abundantes en palabras que, según la destreza del autor, llegarán o no a buen puerto.
Sin embargo, la poesía es tema aparte. Soy una convencida – y así me lo dicta mi experiencia- que para “atraparla”, debe haber una gran cuota de inspiración: un estado especial de sensibilidad en el alma que unida al buen manejo de los recursos literarios necesarios, logrará verter en el papel o pantalla, una muestra de humanidad, ya sea al expresar amor, dolor o rabia. Un considerable respeto por el lenguaje unido a una pizca de sazón de magia, y allí lo tenemos: nuestro poema emerge ante nuestros ojos como un milagro de expresión que muchas veces, ni nosotros podemos creer.
Ese acto creativo se podrá valorar o calificar de mil maneras, pero, insisto en expresar mi humilde opinión: su valor intrínseco, más allá de la belleza o el impacto que provoque en el receptor, es que ayuda a reconocernos. Es, lisa y llanamente nuestro reflejo: a veces conocido, otras ignorado, pero allí estamos, desnudos frente al espejo de nuestros ojos y de quienes nos leen o escuchan. Cada paso del proceso que nos transporta a este instante, resulta, ni más ni menos, que una parte insoslayable de la Vida misma."

Amanda Espejo


















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