Calvario

"La res se tiende sobre la hierba y espera la herida
la luz del cuchillo;
ese segundo de olvido que conduce a lo otro.
Para evitar el hambre
la madre sumerge el rostro de su hijo
en las entrañas tibias de la res;
ese universo de carne y vísceras.
En los ojos abiertos de la res muerta
el niño se contempla un instante
y comprende sus propios ojos,
su voz sorda
deformada por su aliento
y por el aliento último de lo que existe."

Camila Charry Noriega


En la palabra

el río 
corre cuesta arriba 
restituyendo el tiempo, 
la vida,
lo arrasado.
Pero vivir es el río que regresa
y los derrumbes,
la violencia de los días
donde existe dios.

Un perro nos espera  
en ese fondo imposible que penetra la palabra,
luminoso permanece
en el envés de la vida
y acá hiere su distancia 
hiere su canto bajo la lluvia
su agotada carne, su lengua mansa.

No puede la poesía reconstruir huesos y dientes
y el perro nos observa desde ese fondo imposible que es la muerte;
su impulso, sin embargo, lo hace cardinal.

Ciertas cosas 
habitan la potencia de lo innombrado,
ciertos abismos en la vida
tocados jamás por el lenguaje,
cosas iluminadas solo desde su interior
de ligera luz
retenidas en su estado de latencia.

A veces desde afuera algo las enciende;
la poesía que en la vida es aliento 
nos devuelve a la abertura
a una imagen descuajada de los signos que se llaman;
la palabra a la distancia
que las saca del pasado
y las arranca de su reposada inexistencia.

Pero en esta habitación todo tiene nombre propio;
un perro observa los días  ya sin él, 
tiene nombre, 
pues es propio de la vida  nombrar
todo lo que arde y fluye.

Conocemos el pasado de esas cosas solas
que nos miran desde la imposibilidad,
somos lo elegido por su fuerza.

Transcurrimos entre ellas atentos al polvo
que cada semana les borramos,
son la vida
y para ellas nuestro nombre
es una huella dactilar
o la vuelta que les damos para que el sol no las irrite.

Incólumes persisten. 

A diferencia de nosotros,
gozan ellas de un piadoso dios
que las salva de la ruina.

Camila Charry Noriega


Éxodo

"Con la lluvia
llegó también el polvo.

En los párpados de los recién aparecidos
resplandecía la tierra hecha tempestad;
polvo que se había fijado
como la imposibilidad de lo disuelto
y los despellejó
cuando la casa no tuvo más remedio
que sacudirse y arrojarlos.

Una tarde
sin preámbulo,
cubrió los muebles
el tocador saturado de arpones
y los objetos de cocina
que, oxidados ya,
empezaron el descenso antes que los otros.

Los pájaros fueron los primeros en partir,
desde la cerca observaron aquella borrasca
que se había iniciado como pequeñas palabras
que van cayendo desde lejos
hasta inundar la página.

Lejos,
los árboles enmohecidos.
Esa fue una de las visiones más terribles
antes de alejarnos,
incólumes y honestamente solos
contemplaron por última vez la claridad.

Todo se fue hundiendo
en lo remoto de la vida.
—Todo se fue borrando
—contaron los extranjeros—,
sólo nos quedó este espanto
de hombres que envejecen
y trazan sobre lo ausente
la tenacidad de un símbolo.

—Quizá la próxima vez
alcancemos a cubrir los árboles
para que no nos vean marchar
mientras se ahogan;
quizá la próxima vez
podamos echarnos a la espalda
algunos hierros
para desenterrar lo que se pueda,
si después hay tiempo."

Camila Charry Noriega


Magdalena

"De una vieja ceiba
tres soldados cuelgan a un perro de manchas cafés.
Como repitiendo los gestos de un espíritu cruel
intentan desprender la cabeza del animal
intentan separarla de su cuerpo.
Por turnos estiran la cadena
que une al perro con el árbol
fuman, 
ríen 
toman aguardiente
en improvisadas copas hechas de totumo.

Matan el tiempo entre la selva, 
se divierten cuando el perro aúlla
y su llano animal se extiende tremendo
hasta que al fin la cabeza 
del cuerpo se separa. 
Entonces toman sus fusiles en silencio 
y vuelven por la espesa selva
tranquilos
a sus rondas nocturnas."

Camila Charry Noriega



Meditación

"Aquí fumando, 
mal hábito deseado,
el letargo es contingencia.
Estirar la mano entre el humo y el cenicero,
amputar la ceniza y de la incisión 
extirpar el signo.

Los malos hábitos 
se aprenden a escondidas, 
mirar bajo el vestido de una monja, 
en el vino encontrar la salvación 
y ante el gesto generoso de los hombres 
confirmar la inexistencia de Dios.

Pertenece al artificio, 
a la civilización, 
el escándalo.

Por acá, solo el humo que fluye, 
la pena del fósforo que no atina 
al cuajo. 
Cuánta carne sobre la tierra. 
Cuántos coágulos."

Camila Charry Noriega


Misterio

"Imposible comprender
lo que se erige en mí
inminente como esa raíz que atraviesa
a un mismo tiempo
el corazón de todos los árboles
las aves y los vientos.
Imposible comprender el lenguaje furioso
de las tempestades
el castañeo de las estrellas
clavadas en el centro de la noche
la tierra que se agita y desgarra mares
los ojos ciegos por primera vez
ante el deseo que súbitamente desaparece."

Camila Charry Noriega
Detrás de la bruma, Colección Los conjurados, Común presencia 


Patria

"El niño recoge espigas de sol.
Vuelve sereno y cantando por el campo.
Revienta sobre su cuerpo el fusil del asesino;
lo embiste la noche.
Vuelan por el aire sus ropas como banderas
de una patria con cualquier nombre."

Camila Charry Noriega


Revelación

"Éramos tres y la calle,
pronunciábamos entre el vino 
aquello que nos hace humanos: 
el amor, la muerte, el tiempo.

De esquina a esquina 
como si ese breve espacio fuera el mundo 
y la ebriedad un útero oscuro, 
nos mirábamos incrédulos 
advirtiendo en el otro 
la revelación de esa voluntad voraz, 
fortuita 
que lo mueve todo.

Se intuye el mundo en lo hondo que se esfuma 
desde lo que tiembla vertiginoso en la palabra 
lenta e incapaz de acercarse a esa vorágine.

Las calles del ebrio 
en perpetua fuga 
se caminan hacia el fondo y calladas.

Cuando sobrevienen la vigilia 
la resaca, el hartazgo, 
probamos otra vez 
encajar como una vértebra 
en el esqueleto del mundo."

Camila Charry Noriega


Secretos

"Yo guardo secretos, madre,
que me matan.
Esta fugacidad
es una manera de nombrarlos:
tanto deseo de todo 
y la nada ya tan dentro."

Camila Charry Noriega









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