Canción de amor

"Voy a llevar mi amor al infinito
a la región del sueño de los sueños,
donde se vuelven realidad los mitos,
donde moran los muertos.

Voy a llorar tu ausencia
y si me toca de morada el cielo
verás mis lágrimas en el rocío,
de las flores del huerto.

Quieres venir conmigo
y yo no quiero.
¡Tienes que seguir viva
para que nuestro amor siga viviendo!

Volveremos a vernos amor mío,
cuando vuelva a formarse el universo."

William H. González


Caricias tan sutiles

"Caricias tan sutiles 
puede darlas 
la suavidad del viento 
cuando mece, 
las más frágiles ramas. 
¡No le acaricié nunca! 
te dirás extrañada, 
y es que ignoras, 
que tu sola existencia, 
es hermosa caricia 
mil veces regalada. 
Acarician tus ojos, 
tu talento, 
caricia es tu color, tu piel, 
tu acento. 
Todo acaricia en ti 
y si en ti pienso, 
acaricias también 
mi pensamiento: 
suavemente 
como acaricia el agua, 
suavemente 
como acaricia el viento. 
y aunque nunca tus manos 
y las mías 
entrelacen sus dedos 
y roce mi mejilla 
tu mejilla, 
sentiré las caricias 
voluptuosas, 
que me da tu recuerdo. 
Tu recuerdo alma mía 
que acaricia y lastima. 
¿Por qué me tienes tú? 
Yo, no te tengo. 
¡Vives radiante! 
Yo, de amor me muero."

William H. González


El aroma de cedro

"No todo se ha perdido, 
queda el cedro 
resistiendo el flagelo 
del invierno. 
Quedan los esqueletos 
de las hojas, 
que jóvenes lucieron. 
Queda el crujir, 
bajo mi paso incierto, 
de sus frágiles huesos 
que verdes y lozanas 
nervaduras, 
una vez fueron. 
Ya no veré brotar 
las nuevas frondas, 
cuando renazcan 
estaré muy lejos 
y crujirá mi cuerpo 
cual las hojas, 
cuando me pise el tiempo. 
Sólo percibiré desde 
las sombras, 
el aroma de cedro."

William H. González



Instantes de luz

"Oro filtrándose por mi ventana.
Luz en las flores de las bugambilias
rebosando en verde, las frondosas tulias.

Diamantes en la punta de las hojas
y tallos espinosos que se mecen
vencidos por el peso de las rosas.

Escapa tu figura de mi mente
y se va a retozar entre la fronda
y tu desnudo cuerpo,
entre los claros de las ramas surge."


William H. González


Las nubes

"Absorto contemplaba
las nubes desplazándose en el viento
las nubes eran grises, eran blancas
y otras gris, casi negro.

También algunas nubes sonrosadas,
surgieron a lo lejos
porque la luz del sol agonizaba
en la meta del cielo.

Viajaban hacia oriente, lo recuerdo.

Las grises, las rosadas y las blancas,
con el viento se fueron.
Las nubes casi negras, se quedaron
compadeciendo mi jardín sediento
y desgajándose relampagueantes,
generosas cayeron."

William H. González


Llevar el pensamiento

"Llevar el pensamiento
a los albores de la vida breve
donde transcurrió el tiempo
aparentando hacerlo lentamente...

Asir las ilusiones
y llevarlas al sueño reflejadas
en cuentas de colores
que guardaré debajo de la almohada.

Despertar en la nada,
sin el aliento de la fantasía.
Deseando del amor una migaja
Y una gota de vida."

William H. González

























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