“El peligro de que los cristianos se rindan ante el lujo, el egoísmo, la pereza, y los ideales bajos, es mayor ahora que nunca antes en la historia de la Iglesia. Nunca tanto como hoy la Iglesia había necesitado de grandes tareas para llamar y ejercer todas sus energías y para salvarla de debilidad paralizante.”

John R. Mott 



“El propósito omnipresente de la Iglesia cristiana y de toda otra agencia que se ocupa de la difusión del Reino de Dios, debe ser aquél de personas que dirigen a entregar su vida a Cristo como su Salvador y Señor. El método más fructífero para lograr este gran objetivo es dirigiendo a individuos uno por uno a llevar a Cristo de manera inteligente y con convicción como su Señor. La responsabilidad más solemne que descansa sobre cada cristiano, y también su mayor privilegio y alegría más profunda, es la de influir en la gente el aceptar, el representar y el servir a Jesucristo.” 

John R. Mott 


“En primer lugar, ¿qué significa la evangelización del mundo en esta generación? Significa dar a cada persona una oportunidad adecuada de conocer a Jesucristo como Salvador y Señor personal. No significa convertir a cada persona en el mundo en esta generación. Nuestra parte como cristianos consiste en llevar el Evangelio para ser relevante a los hombres que no hayan sido salvos; el Espíritu de Dios es el único capaz de convertirlos.” 

John R. Mott 



“Es de vital importancia que seamos sinceros en nuestro trabajo personal por Cristo. No hay clase más aguda que la de los incrédulos que detectan lo que no se ha hecho y la hipocresía. Solamente debemos decir lo que sabemos y lo que creemos, lo que realmente sostiene nuestras propias vidas. Es la realidad detrás de las palabras lo que les da poder. En este punto, quiero destacar la simple verdad de que si un hombre ha de levantar a un hombre que se hunde de las arenas movedizas, él mismo debe estar en tierra firme. Si va de señalar a los hombres a Cristo, él también debe conocer a Cristo como su Salvador personal del poder de la tentación, del pecado que se enreda cerca, y del miedo.”

John R. Mott 



“Es nuestro deber evangelizar el mundo, porque le debemos llevar el Evangelio a todos los hombres. ¡Que crimen contra la humanidad es restringir el conocimiento de la misión de Cristo solo para dos terceras partes de la raza humana! Es nuestro deber evangelizar al mundo en esta generación debido al mandato misionero de Cristo.” 

John R. Mott 



"La obra misionera no es simplemente una cosa que la iglesia debería llevar adelante: es su principal y más importante tarea."

John R. Mott 


“Las Escrituras enseñan claramente que si los hombres han de ser salvos, deben ser salvados por medio de Cristo. La pregunta apremiante entonces es, "¿Los cientos de millones de hombres que viven ahora necesitados de Cristo, y os que son capaces de recibir ayuda de él, pasarán sin tener siquiera la oportunidad de conocerlo?" El conocimiento de nuestro propio corazón deberí ser suficiente para aclarar y hacer claro nuestro deber. Sabemos que Cristo ha sido y es necesario para nosotros. ¿No sería presuntuoso, por lo tanto, que asumamos que las naciones que viven en pecado y miseria pueden vivir sin aquél a quien tanto necesitamos, incluso en los países cristianos más favorecidos?”

John R. Mott
como se cita en Classics of Christian Missions, ed. por Francis DuBose, Nashville, Tennessee, Broadman 



“No olvidemos que la evangelización del mundo no es la iniciativa del hombre, sino de la de Dios. Jesucristo es su líder. Él, que es el mismo ayer, y hoy, y para siempre, aún permanece con los que siguen adelante para predicarlo en donde no ha sido nombrado. El Espíritu Santo es capaz de sacudir comunidades enteras ahora como en los días de Pedro y Pablo. La palabra de Dios es viva y eficaz todavía. La oración todavía puede mover montañas.”

John R. Mott 


“Nuestro sentido de obligación debe intensificarse cuando nos hacemos la pregunta: "Si no nos predicamos a Cristo donde Él no ha sido nombrado, ¿quién lo hará?" Sabemos su necesidad; conocemos el único remedio; tenemos acceso a ellos; somos capaces de ir.”

John R. Mott 



“Otro peligro muy extendido es la hipocresía. Si nuestro Evangelio es la verdad, estamos en la obligación de propagarlo. Si no es la verdad, debemos renunciar a él. Tratar de ocupar el terreno intermedio no es simplemente inconsistencia, sino la forma más peligrosa de hipocresía. Daña el carácter de todos aquellos que se permiten sostener tal posición, destruye la confianza en la religión por parte de los que observan sus vidas, y condena a multitudes a tinieblas exteriores en los de países extranjeros que, sino fuera por la farsa profesión de tales [pseudo]cristianos, podrían ser introducidos en la luz de Cristo.”

John Raleigh Mott
The Pastor and Modern Missions, NY, Student Volunteer Movement, 1904


"Permítanme enfatizar el punto totalmente importante que Jesucristo resumió; el secreto extraordinario, infalible, y permanente de todo liderazgo verdaderamente grande y duradero en el mundo: "El que quiera ser grande entre vosotros será siervo de todos." Él mismo encarnaba esta verdad y se convirtió en "el Líder Príncipe de la Fe", es decir, el líder de los líderes."

John R. Mott 



“Si todos los hombres necesitan el Evangelio, si debemos de llevar el Evangelio a todos los hombres, si Cristo nos ha mandado a predicar el Evangelio a toda criatura, es, sin duda, nuestro deber el de dar a todas las personas de nuestra generación la oportunidad de escuchar el Evangelio. Conocer nuestro deber y no hacerlo es pecado [Santiago 4:17]. Continuar en el pecado de negligencia y desobediencia necesariamente debilita la vida y detiene el crecimiento de la Iglesia. ¿Quién puede medir la pérdida de vitalidad y el poder que ella ya ha sufrido dentro de nuestro propio tiempo, por su fracaso al no hacer todo lo posible para la evangelización del mundo?” 

John R. Mott 



“Todos los hombres necesitan a Cristo. Estamos en deuda con Cristo hacia todos los hombres. Conocemos nuestro deber y no hacerlo es pecado. La continuidad en el pecado de la negligencia necesariamente debilita la vida y detiene el crecimiento. Dejar de cumplir con nuestro deber, con referencia a la oportunidad peculiar de nuestra generación, equivaldría a promover de la atrofia espiritual.”

John Mott


“Yo sé a quién he creído, y nada ha ocurrido en estos últimos años fatídicos que invalide una sola afirmación hecha por Jesucristo. ¡Cuán cierto es aún que Jesucristo y sólo Él puede hacer de este mundo un lugar seguro e inundarlo con buena voluntad!.”

John R. Mott 



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