I
 UN LLAMADO
A LA
CONCIENCIA

El niño quiere tener El adulto quiere ser.
El querer ser está detrás de todas mis manifestaciones.
Aprender a ver es la primera iniciación al conocimiento de
No luchamos contra algo. Luchamos por algo.
Creo que necesito poner atención; pero, en realidad,
lo que necesito es conocer mi falta de atención.
Cuando comienzo a ver, comienzo a amar lo que veo.
Donde está nuestra atención, está Dios.

I I
LA APERTURA
A LA PRESENCIA

El momento de recibir una impresión es el momento
de volverse consciente.
La conciencia es siempre conciencia de si mismo.
Necesito sentir que esa Presencia se forma en mi.
Sólo trabajando para estar presente se desarrollará mi
atención.
En cada evento de la vida se produce un doble movimiento
de involución y de evolución.
El esfuerzo que puedo hacer con mis medios ordinarios,
el único que me incumbe, es un esfuerzo de una pasividad
voluntaria, un esfuerzo consciente.
La actitud que tomamos, nuestra posición interior y exterior,
es nuestra meta y a la vez nuestro camino

III
EN UNA DIRECCIÓN
COMÚN

¿Estoy convencido de la inutilidad de todo lo que creo saber’:
La verdad no puede ser pensada.
No saben deshacerme de todo, es la más elevada forma de
pensar
La sensación es un instrumento de conocimiento,
un instrumento de contacto conmigo mismo.
Necesito sentir la presencia de lo espiritual en mí,
que el espíritu penetre la materia y la transforme.
Necesito este acto mismo, ser espiritualizado.
La relación es un contacto, un contacto directo
sobre el mismo nivel, con la misma intensidad.
El sentimiento es el instrumento esencial
del conocimiento

IV
EL TRABAJO
PARA 
ESTAR PRESENTE

¿Qué comprendo hoy, qué necesito comprender?
La comprensión depende de mi estado de ser,
de mi estado de Presencia.
En mi sueño es absurdo pretender que quiero trabajar.
Mi primer esfuerzo es despertarme para ver
Nuestros esfuerzos para trabajar en la vida son,
ante todo, descubrir cuan lejos estamos de nuestras
posibilidades más elevadas.
En el centro de nuestro trabajo está el deseo de vivir de una
manera más real.
Mi mentira es afirmarme sin tener el sabor
de la verdad, el sabor de lo verdadero.
Podemos ser o un esclavo inconsciente o un sirviente
consciente.

V
CON LOS OTROS

El trabajo es una corriente especial sostenida
por una energía que sólo puede ser tocada
por un hombre unido, entero.
Los otros nos son tan necesarios como la enseñanza misma.
La vida es una relación que pide la cooperación.
El trabajo con otros es una condición para vivir
esta enseñanza.
La enseñanza es el guía. Y sólo aquel que se pregunta
más profundamente puede ser responsable de servirla.
El grupo crea una posibilidad para la conciencia,
en la cual lo que damos en el encuentro es
más importante que lo que deseamos conseguir
Los Movimientos son una forma de vivir la idea de Presencia.

VI
PARA ESTAR
CENTRADO

Nos hace falta encontrar el camino hacia una posible unidad.
Nuestra meta es estar centrados al mismo tiempo
en el sentido de una concentración de nuestras
energías, y en el sentido de encontrar el centro
de nuestro sen
Mi meta es llegar a ser una unidad. Para eso tengo que estar
centrado.
Para que mi ser emerja del silencio, hace falta una sensación
que sea realmente igual en todas partes: una unidad
de vibraciones, hasta que un estado sin olas pueda aparecer
El centro de gravedad es la sede de la unidad.
Participo en la vida a través de la respiración.
La respiración que puedo percibir no es el soplo vital.
La corriente que trae el aire adentro y que lo lleva afuera
es el soplo vital.

VII
¿QUIÉN SOY YO?

Cuando pienso en mi, creo siempre que existo y que mi
imaginación de mi, lo que llamamos personalidad, no existe.
Ese egoísmo feroz soy yo; es necesario que tome conciencia
de la necesidad de un contacto directo con esa acción egoísta.
Lo que debo explorar no está más allá del ser sino en todo
el proceso de su propia conciencia. Ésa es la base misma
a partir de la cual pienso y siento.
No sé quién soy. No sé de dónde vengo, no sé adonde voy.
El deseo de ser consciente es el deseo de ser
Sólo puede ser comprendido en el silencio.
El si mismo surge del Absoluto; no puedo existir
fuera del Absoluto, fuera del Si Mismo Absoluto.
El verdadero si mismo es como el espacio: no atado, puro,
infinito.
Mi verdadera naturaleza es la conciencia.
Conocer el Sí Mismo es ser el Sí Mismo.

VIII
HACIA
UN NUEVO SER

El Cuarto Camino es un camino de la comprensión
que requiere el despertar de otra inteligencia.
El nivel de ser está determinado por lo que entra en la
Presencia en un momento dado; es decir, por el número de
centros que participa y la relación consciente entre ellos.
El primer choque consciente, el despertar el recuerdo de si,
es llegar a un estado más recogido, un estado
que nos permita abrirnos a nuestro ser
Hace falta morir a si mismo para nacer de nuevos
decir morir a un nivel de ser para resucitar a otro.
Las olas, los movimientos y la energía son una misma cosa.
Y sin embargo la ola es el movimiento, no la energía misma.
Lo que es importante es comprender la energía misma,
la energía pura.
Mi deseo de ser es un deseo cósmico y mi ser necesita situarse
y encontrar su lugar en un mundo de fuerzas.
Hay una necesidad cósmica de ese ser nuevo que yo podría
llegar a ser
El Cuarto Camino ha existido siempre, aunque en un circulo
restringido.
Hoy en día puede renovar el vínculo que se está debilitando
entre dos niveles en el cosmos.

IX
EN UN ESTADO
DE UNIDAD

Pero sólo hay una gran vida.
No puedo entrar en la experiencia si antes no he reencontrado
una unidad en mi, si no he llegado a ser un todo.
Puedo ver una forma, pero no puedo conocer por medio
de mis sentidos la naturaleza misma de lo que ella es.
Mis pensamientos conocen formas, pero lo que aparece
justo antes o después de cada pensamiento o sentimiento
es la realidad misma, la conciencia real de lo que soy
Todo depende de mi visión, es una mirada que no viene
de un orden impuesto por mi pensamiento sino de
un sentimiento de urgencia por conocer
La atención es la fuerza consciente, la fuerza de la
conciencia. Es una fuerza divina.
El muro de tensiones es el muro de mi ego.
La sensación es lo más esencial en el camino de la conciencia.
Aprendo a tener una sensación continua de mi… al caminar
al trabajar

X
UNA PRESENCIA
QUE TIENE
SU VIDA PROPIA

Sólo se puede conocer a Dios a través de la sensación.
El nombre de Dios es sensación pura, ardiente.
La relación entre los tres centros inferiores es absolutamente
necesaria.
Ella permite abrirse a una energía nueva y sólo se mantiene
si la relación es estable, sólida.
Comienzo a sentir bien esta Presencia, casi como otro cuerpo
en mi cuerpo.
Quedarse delante de eso es justamente un sufrimiento
voluntario.
Despierto para estar entero, para llegar a ser consciente con
una voluntad de ser nacida de la conciencia.
Creo una lucha entre el «sí» y el «no» para mi ser
Sólo en este justo momento comienza el trabajo.
Un hombre consciente no sufre ya; en la conciencia se es feliz.
Pero el sufrimiento así preparado es indispensable para la
transformación del hombre

XI
EL SER ESENCIAL

La inmovilidad es nuestra naturaleza esencial.
Es la mayor fuerza de vida.
A partir de ella, todos los movimientos son posibles.
Veo el mundo más allá de las formas y esa visión me permite
conocer el mundo de mis formas.
El esfuerzo esencial es siempre la percepción de mi,
la conciencia de mi.
Todo está relacionado con eso: tocar mi esencia.
La fe es la certeza vivida de haber superado los limites de mi yo.
Veo todo tomado en conjunto: el ego y el verdadero yo.
Al ver me libero.
Mi atención liberada, mi conciencia, conoce entonces
lo que soy esencialmente.
Es la muerte del «yo» ordinario.
Veo el yo ordinario como una proyección del yo, un fantasma.
La manifestación no es algo separado, sino una proyección
de algo esencial.
La verdad no tiene continuidad porque está más allá del tiempo.
No es ella la que dura.

XII
VIVIR
LA ENSEÑANZA

Lo milagroso es la entrada en acción de una fuerza consciente
que sabe por qué y cómo es realizada dicha acción.
Para crear hay que ser liberado por la muerte voluntaria,
la muerte del ego.
La visión creadora pertenece al que se atreve a mirar en si
mismo hasta el vacío.
La comprensión no viene por un esfuerzo de adquirir o de
llegar a ser sino sólo cuando la mente está inmóvil.
La meditación es la forma más alta de la inteligencia, una
intensa vigilancia que libera la mente de sus reacciones.
Uno no puede estar sin relación, uno obedece siempre
a una relación.
Uno está relacionado con algo más alto o bien uno está tomado.
Es una lucha de fuerzas.
Es en mi esencia que reencuentro al que ve.
No hay antes ni después. Hay la vida misma.

Jeanne de Salzmann


"A menos que uno prepare a otros para tomar el lugar de uno y ocupar el nivel de uno, de manera que se produzca la correcta calidad de vibración o energía, uno no es libre de continuar el propio trabajo en esferas más altas. La mejor manera de expresar nuestra gratitud hacia nuestros maestros es trabajar de manera que ellos no tengan que regresar a los niveles inferiores. Si ellos son liberados de la Tierra, podrán continuar su trabajo en niveles más elevados. De otra manera, están obligados a regresar y a seguir trabajando aquí."

Jeanne de Salzmann



"El primer choque consciente, el despertar, el recuerdo de sí, es llegar
a un estado más recogido, un estado que nos permita abrirnos a
nuestro ser. Cuando mi energía está contenida no sirve a los mismos
propósitos que cuando es devorada por todas las influencias de afuera.
Puede servir a otros propósitos, entrar en otras combinaciones porque
tiene otra calidad.
Estamos delante de la necesidad absoluta de un cambio de estado
interior. Nuestro estado no nos permite permanecer libres porque no
hay unidad en nosotros. Así la energía es tomada, llevada. Cuando lo
comprendemos, tratamos de conservar un estado más recogido, más
relacionado. Pero todavía no estamos transformados y perdemos ese
estado fácilmente. ¿Qué es lo que hace que lo perdamos?
La relación entre mi pensamiento y mi cuerpo es insuficiente. El
ego está todo el tiempo allí. No estoy animado por una energía de tal
intensidad que pueda transformarme completamente. Hoy en día, esto
no es posible. Necesito pasar por diferentes etapas hasta que la relación
entre mi pensamiento y mi cuerpo llegue a ser cada vez más fuerte.
Hasta que ya no sienta dos partes, sino una Presencia. Para esto,
tengo que conservar en mí una cierta intensidad y que nada me la
haga perder.
Cuando me veo disperso, no recogido, no trato de traerme de regreso,
porque eso sería forzado. Me veo. Hay entonces un movimiento
espontáneo de relajar, de soltar Tomo conciencia de lo que significa
ser. Y alli está el secreto. Está la realidad y está mi yo ordinario, que
busca una actitud para preservar su continuidad, porque a veces tiene
miedo, pero es astuto y nunca es verdaderamente sacudido. Mientras
no haya visto esto y mientras no sufra al tener la experiencia de esto, no
aparecerá nada nuevo. Tengo que aceptarlo.
El estado de recogimiento es un estado de atención recogida, una
atención tan completa como sea posible. Ese estado no aparecerá por
una decisión de mi pensamiento de lograr algo mejor Es el resultado
de la visión de mi dispersión, de una carencia. Para verla mejor me
recojo. La atención retenida se libera para comprometerse, en un movimiento
más activo, más cargado de intención y responder así al deseo
más profundo que hay en mí, que es el deseo de ser lo que soy.
Se produce un doble movimiento: un movimiento de despertar, de
sensibilidad, de visión; y un movimiento de relajación, de receptividad,
que necesita profundizarse. Los dos movimientos se complementan.
Pero, como esto debe ser percibido en el mismo momento —en el
instante— y como todo es continuamente incierto, esto exige una
atención siempre más fina, alerta, aguda. Sin embargo, hay un momento
en que parece producirse una fusión. Se establece una gran
tranquilidad, como un silencio.
Para encontrar ese estado recogido, la sensación, el pensamiento
y el sentimiento deben interiorizarse y encontrar un tempo común en
el cual no se dividan ni se desconecten tan fácilmente. Sin ese acuerdo
previo, nada puede hacerse. Ninguna atención consciente puede aparecer
Mientras mejor sea el acuerdo, mejor y más justa será la acción,
pues hay una visión de sí mismo y de la respuesta a ser expresada que
toma en cuenta todo.
Debemos comprender que el estado no recogido es normal cuando
no se tiene aún la concentración necesaria. Hace falta repetir y repetir
para llegar a ese estado recogido. Sólo la repetición permitirá disminuir
el tiempo de la preparación y aumentar el tiempo disponible para
la práctica.
Hay un ejercicio especialmente creado para aproximarse a un estado
recogido. Comienzo por ver con toda mi atención que estoy rodeado
de una atmósfera aproximadamente de un metro. Esa atmósfera
se desplaza de acuerdo con los movimientos del pensamiento. Concentro
toda mi atención en evitar que la atmósfera se escape fuera de
esos límites. Entonces la atraigo conscientemente hacia mí como si
la succionara. Siento en todo el cuerpo el eco de «Yo», y me digo
«Soy». Tengo la sensación total de ser."

Jeanne de Salzmann


"Gurdjieff nos trajo el conocimiento de la conciencia, una ciencia que demuestra lo que somos y nuestra capacidad potencial, lo que es necesario desarrollar."

Jeanne de Salzmann



“Hay tres fuerzas: la del cuerpo, la de la mente y la del sentimiento. A menos que estén juntas, desarrolladas equitativamente y en armonía, no se puede efectuar una conexión estable con una fuerza superior. Todo en el Trabajo es una preparación para esa conexión. Este es el propósito del Trabajo. La energía superior lo quiere, pero no puede descender al nivel del cuerpo a menos que uno trabaje. Sólo trabajando puede uno cumplir su propósito y participar en la vida del cosmos. Esto es lo que puede dar significado y sentido a su vida.
De otro modo, usted existe sólo para sí mismo, egoístamente y su vida no tiene sentido.”

Jeanne de Salzmann



"Lo milagroso es la entrada en acción de fuerzas conscientes . Fuerzas que saben que están ahí y que pueden probar su presencia. Lo extraordinario es que el Trabajo exista aquí , hoy día y que ofrezca la posibilidad de comprender las fuerzas que lo animan . Este Trabajo es algo vivo , una realidad orgánica que puede crecer y crear nuevas posibilidades.Estamos viviendo tiempos difíciles , si así no lo fueran estas ideas no estarían a nuestro alcance . No son ideas comunes . es nuestra responsabilidad comprender ésto . Hoy están activas entre nosotros , mañana puede ser que ya no existan , que no estén presentes , porque para que puedan sobrevivir , es necesaria cierta unión , para ser capaces de responder a lo que nos piden y mantenerlas vivas , debemos estar dispuestos a trabajar juntos y en la misma dirección. Estamos hablando de fuerzas muy grandes y poderosas , pero también así de grandes son las fuerzas que se oponen . Si nos olvidamos de ésto llegará un momento en que nos encontraremos separados. Si estamos juntos recibiremos las energías que necesitamos para nuestra tarea."

Jeanne de Salzmann


 "Nada dura por mucho tiempo. Uno tiene que comenzar una y otra vez. Hay estas dos fuerzas, la de arriba y la de abajo. Una viene de encima de la cabeza, la otra del cuerpo. Uno necesita el cuerpo y él es importante, pero el cuerpo no debe ser el que mande. Él no tiene sentido por sí mismo. Existe para algo diferente."


Jeanne de Salzmann




"Para estar presente a mí mismo debo comprender cómo trabaja mi mente, comprender que la función del pensamiento es situar y explicar, pero no vivir la experiencia. Ese pensamiento está hecho de saber, de conocimientos acumulados que se presentan bajo la forma de imágenes y asociaciones. Captura la experiencia para hacerla entrar en las categorías de lo conocido. Si se callara podría ver algo nuevo. Pero en cuanto interviene, transforma inmediatamente esa experiencia en algo antiguo, en algo que ya fue objeto de una experiencia. La imagen despierta en mí una reacción inmediata. Y entonces siempre se repite la misma cosa. Nunca algo nuevo."

Jeanne de Salzmann
Extracto de La realidad del Ser Editorial Ganesha, Madrid 2011, pág. 87.





"¿Por qué comienzo a trabajar? Para saber lo que me incita a hacer
un esfuerzo necesito una atención más consciente. Esa atención no
puede ser mecánica, porque debe ser constantemente rectificada para
que pueda durar. Habrá entonces alguien que vigile, y ese vigilante
representará un estado de conciencia diferente.
Cuando me retiro de la vida para abrirme a mí mismo, en algún momento
me siento pertenecer a un orden diferente. Recibo esa impresión,
tomo conciencia de ella. Ahora esa impresión va a formar parte de mi
Presencia. Está allí para ayudarme. O bien la relaciono con un momento
de esfuerzo y la hago entrar en una asociación consciente, o bien ella
se va a asociar inconscientemente y no me ayudará. Debo hacerla aparecer
conscientemente, asociándola con otra impresión. Entonces, debo
vigilar, con una atención voluntaria, para conservar una impresión consciente
de mí mismo el mayor tiempo posible.
Hay momentos accidentales de recuerdo de sí debidos a impresiones
conscientes o no conscientes. Esas impresiones recurren en nosotros,
no sabemos cómo. Pero se nos escapan y se pierden porque
no están relacionadas, no están asociadas intencionalmente. No tenemos
ninguna actitud voluntaria delante de ellas y sólo nos pueden
conducir a una reacción ciega. Necesito adoptar una actitud más consciente
respecto de ellas. Al ver que de un momento a otro no soy el
mismo, siento la necesidad de un punto de referencia, de medir esos
estados diferentes en relación con algo que siempre permanece igual
en mí. Todo mi trabajo gira alrededor de ese punto de referencia. Para
mí, él representa mi comprensión actual de lo que es ser un ser consciente.

Se necesita un sacrificio para conservar el sentimiento de Presencia
que conozco en el momento del esfuerzo. Debo aceptar renunciar intencionalmente
a mi voluntad ordinaria y hacerla servir. Todo depende
de mi participación activa. En general enfatizo demasiado la meta de
no dejarme llevar, de no perder mi estado. Olvido hasta qué punto necesito
ayuda. Confío en algo que nunca me sostendrá y no le pido
ayuda a lo más fino que tengo. Entonces nada me sostiene y estoy
desvalido. No puede ser de otra manera.
El sentimiento pasa por fases relacionadas con la atención. Al activarse,
la atención adquiere algo más fino y es capaz de asir lo que
pasa en otros niveles donde las vibraciones tienen una longitud de
onda diferente. Cuando tengo el sentimiento de mi presencia estoy
en relación con fuerzas superiores y al mismo tiempo con fuerzas inferiores.
Estoy en el medio. No puedo tener una sensación de mi sin
la participación de las fuerzas inferiores que trabajan en mi. Atención
consciente significa algo que está entre dos mundos.
Lo que es difícil de comprender es que nada es posible sin esfuerzo
consciente, y que el esfuerzo consciente está relacionado con la naturaleza
superior. Sola, mi naturaleza inferior no puede llevarme a la
conciencia. Es ciega. Pero cuando despierto y siento que pertenezco
a un mundo superior, ésa no es sino sólo una parte de mi esfuerzo
consciente. Sólo me vuelvo realmente consciente cuando estoy abierto
a todas mis posibilidades superiores e inferiores.
Sólo hay valor en el esfuerzo consciente."

Jeanne de Salzmann
















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