“Las narraciones más tempranas del Génesis no parecen ser ni mezclas tardías ni meras expurgaciones de la leyenda mesopotámica. Ellas y sus correspondientes mesopotámicos más cercanos ofrecen casi con certeza líneas de testimonio paralelo y en gran medida independiente de antiguas tradiciones sostenidas en común por los elementos de población sumeria, acadia y semítica occidental en Mesopotamia desde épocas muy tempranas hasta principios del segundo milenio AC, cuando esas tradiciones antiguas fueron celebradas en una serie de obras literarias, en sumerio (Lista de Reyes; diluvio), acadio (las epopeyas) y semítico occidental (primera versión de Génesis 1-11; ¿Ebla?). Estos pueblos creían firmemente en la creación divina y en el castigo divino expresado en un diluvio particular como un evento histórico distante, distinto de las inundaciones comunes y habituales conocidas en Mesopotamia. Es posible probar la historicidad de algunas figuras tempranas (Enmebaragisi; Tudiya), y postularla de modo puramente racional para otras (e.g., Gilgamesh), a pesar de ‘elementos problemáticos’ tales como largos reinados o vidas. La fecha óptima para las composiciones literarias en cuestión (principios del segundo milenio AC) concuerda bien con la fecha general de los patriarcas hebreos –Téraj y Abram– que se muestran como yendo hacia el oeste desde Mesopotamia. Ellos bien podrían haber llevado consigo tales tradiciones en su viaje al oeste; de ahí su impacto en el posterior libro del Génesis. Ellos no habrían sido precoces al obrar así. Los hallazgos en Ebla de tres a cinco siglos antes muestran que los saberes mesopotámicos (incluyendo muchas tradiciones literarias y eruditas) ya habían viajado al oeste hacía mucho tiempo. Los hallazgos de fragmentos cuneiformes en la Hazor de la Edad de Bronce Media en el Canaán propiamente dicho (tanto como de un fragmento de Gilgamesh en la Megiddo de mediados del segundo milenio) ilustran adicionalmente el movimiento hacia el oeste de tales tradiciones escritas, y su circulación relativamente temprana entre los semitas en las ‘tierras occidentales’ del Levante en tal fecha.”

Kenneth Kitchen
The Bible in its World: The Bible and Archaeology Today, The Paternoster Press, Exeter, 1977


“Por lo tanto, no es sorprendente que los estudios asiriológicos ya hayan rechazado ampliamente la vieja idea de que Génesis 1-2 tenía cualquier relación estrecha en absoluto con [la epopeya babilonia] Enuma Elish. Tal es esencialmente el veredicto de Heidel, Kinnier-Wilson, Lambert y Millard, por ejemplo. Los autores sobre el Antiguo Testamento que sugieren lo contrario están desactualizados.”

Kenneth Anderson Kitchen
The Bible in its World: The Bible and Archaeology Today, The Paternoster Press, Exeter, 1977




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