A Boleslas Biegas

Con un genio que va de loco a santo,
este escultor de gestos inauditos,
petrifica los gritos
con la felicidad que da el espanto.
Todo el horror de noche y de tortura
que trabaja su espíritu afiebrado,
aparece como estereotipado
sobre la carne de la piedra dura.
El misterio del cielo y del infierno,
la enfermedad, el amor, la luz, la muerte,
en el mármol inerte
cobra la vida blanca de lo eterno.

Artista que da vida a su interior
no por ansia de gloria o nombradía,
sino por liberarse de un horror
que de otro modo lo enloquecería...

¡Así la vida de él, así la mía!

Tomás Allende Iragorri


A Rafael González

Toca como un creyente reza sus oraciones
volcándote en el gesto, en la frase, en el grito;
ten el valor de tus interpretaciones,
a costa de lo sabio y lo bonito.

Que no eres tú, es Bach quien se incorpora
con su enorme figura milenaria;
Beethoven, cuya pena rugidora
nunca alcanzó la paz de la plegaria.

Que no eres tú, es César Franck que reza
Chopin que llora, Schumann que suspira...
¿Comprendes el horror y la grandeza,
tú que vas a expresar toda la lira?

Santifícate pues, de honda ternura,
hazte digno del gesto que revistes!
La música, es la última dulzura
que vivimos los hombres, ya muy tristes.

Tomás Allende Iragorri


Abuelita

"Quién subiera tan alto
como la luna
para ver las estrellas
una por una,
y elegir entre todas
la más bonita
para alumbrar el cuarto
de la abuelita."

Tomás Allende Iragorri


Corazón que te has vuelto...

"Corazón que te has vuelto como un niño aterrado
al que el más leve ruido paraliza de horror,
yo no sé como aguantas el dolor continuado
de las devastaciones de tu vida interior.

De lirismo y de pena vives tan enconado
que tus llagas parecen despedir resplandor,
cualquier sombra que enturbie tu círculo alumbrado
hace vibrar tu vida con enorme dolor.

Es que nada en la vida te encuentra indiferente,
es que el dolor de todos vibra en ti largamente
como un nervio que toca una mano brutal;

¡es la vida de todos, tu vida hecha pedazos!
y se te ha muerto ha tiempo, como a un hijo en los brazos
la conciencia egoísta de tu yo terrenal."

Tomás Allende Iragorri



No hay comentarios: