"A pesar de todo lo que escuches sobre la paz y las buenas vibraciones que comparten los medios sobre el surf, la realidad es que los surfistas tienen que aprender cómo tratar con “gilipollas” todo el tiempo, al margen de los altercados de enfados o incluso violencia entre otra gente decente. Recientemente, pensé en un par de surfistas en concreto que me hicieron pensar que debía definir el término de “gilipollas” y sirvieron como dos de mis ejemplos paradigmáticos."

Aaron James


"Cualquiera puede comportarse como un gilipollas. Yo lo he hecho, cuando era más joven. Ser infiel a una novia o dar un codazo a alguien cuando intentaba rodar algo interesante con mi cámara. Pero ser gilipollas es no ser consciente de ese comportamiento y no corregirlo nunca."

Aaron James


"Es completamente cierto que la gilipollez en el trabajo es como una enfermedad venérea para la empresa... Primero porque los gilipollas buscan anular a otros trabajadores válidos y segundo porque algunos de esos compañeros de trabajo deciden convertirse en gilipollas todavía más grandes para sobrevivir."

Aaron James


"...  incluso las mujeres que se comportan como gilipollas, lo que están haciendo es imitar comportamientos masculinos. El papel que la historia ha dado a las mujeres (la esposa, madre, ama de casa) hace que sea menos común encontrar a mujeres con esa sensación de tener derecho a ser desagradable con los demás. Las que intentan sobrevivir en un mundo de hombres pueden caer en la tentación de hacerlo tomando lo peor de ellos: ser unas abusonas, entre ellas o con sus subordinados. Lo que pasa es que de ellas se suele decir que son unas zorras, en vez de decir que son también unas gilipollas."

Aaron James


"Los canadienses somos conocidos por ser amables y aburridos. Pero es cierto que es peligroso ser siempre amable. Un jefe no puede celebrar todo lo que hacen sus empleados si quiere mejorar su rendimiento. Ni un empleado debe tolerar el comportamiento abusivo de su jefe. La forma más correcta de amabilidad es el candor radical: decir sin miedo lo que se siente cuando alguien tiene un comportamiento tóxico. Si son otros compañeros los que sufren las consecuencias, también hay que alzar la voz. De lo contrario, también eres un gilipollas."

Aaron James





"Tenemos que centrarnos en la idea de que ser o tolerar a un gilipollas nunca favorece a un colectivo. Puede que los gilipollas logren cierto poder o control sobre las cosas, pero van a ser siempre infelices. Lo opuesto a ser gilipollas es ser feliz. Es algo que debemos enseñar a nuestros hijos."

Aaron James



















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