Amanezco

"Amanezco, y no precisamente en la mañana.
Abro los ojos, y caminan lento, buscando quién sabe qué cosa.
Aquí las horas tempranas, envuelven por completo la casa.
Sigue latiendo algo dentro de mí,
Y mi cuerpo tendido en la cama,
pensando en todo
pensando con los ojos abiertos
con las manos abiertas
con el corazón abierto como flor
con las palabras abiertas pero mudas.
con los pájaros nocturnos yéndose a su nido
y no a mi techo
y no a mis árboles
y no a mi patio trasero
y no a colgarse a los balcones
y cantar cualquier cosa que se les ocurra.

Amanezco y no precisamente en la mañana
no precisamente en la tarde
no precisamente en la madrugada.
aquí el tiempo se diseca
se vuelve otro
se reinventa
renace
huye
y vuelve cada vez que quiere.
Amanezco
y no precisamente 
en las jornadas correctas del tiempo."

Karen Valladares


Cabalga la noche

"Cabalga la noche sobre la ventana 
como la lluvia sobre los rostros
como la ciudad sobre la palabra."

 Karen Valladares



Debo elegir la rabia

"Debo elegir la rabia,
 la furia, el llanto y el grito y la herida y otra vez la rabia.

Veo que corre mi sangre, que no es mi sangre, 
y siento que aquí nadie puede ser feliz.

Ser feliz es una maldición.

Hay que vivir como si nada importara,   
golpeándose el pecho; elegir la rabia, 
tomar un poco de ron, y pensar que nada importa.

Elegir el fuego, el insulto, la voz irritada,
 la queja, la mano empuñada, la casa vacía, la soledad, la mesa sola.

Vuelvo a elegir la rabia,
 y pienso en toda la mierda que debo decir. 
Esta noche será húmeda hasta los ojos, 
y no por la lluvia de este invierno inconcluso.

Pienso en el invierno, 
en las hojas cayendo de los árboles,
 en el moho de las paredes, en el aullido de un gato, y me da rabia.

Vuelvo a elegir la rabia porque todo es una terrible porquería.
 Nadie se ama, nadie se toma de la mano, 
nadie se besa. El amor no es cierto.

Elijo la rabia para detener el tedio
de esta casa sin vida."

Karen Valladares
Del poemario "Maldita poesía"



Mis ojos

"Mis ojos no son ya aquellas calles solitarias y muertas,
la piedra que golpea la tibia mirada que no observa.
No son los trenes que avanzan cargados de gente,
sin nombre,     
sin cuerpo,
sin sombra, 
sin sueño y sin amorío.
Mis ojos ya no cruzan la soledad,
aquella flor vacía que cae lento en cualquier agujero.
Ya no son lunas y cielos deshojados.
Ya no son 
lágrimas, ni dolor.
Ni agua que se pudre en otras aguas.

Mis ojos
ya tienen un color y no precisamente el de la noche."

Karen Valladares


Sigo viva

"Intenté suicidarme. 
Sigo viva por todas mis desgracias, 
anotando los restos de mis días en una libreta polvosa. 
La vida para mí sólo era un juego de niños, 
un ir y venir sin propósito.

He saboreado la nada, aprendí a contemplarme,
 a desvanecerme, a sentir pudrirse la soledad.
 A verme inútil todas las veces que quise,
 a no tener fe en nada, 
a odiar los aguaceros
y el bullicio del sol.
Odié por completo el griterío de los niños en los recreos,
 la pulcritud de los hospitales, los parques
 y las calles completamente habitadas.
Consumí la locura en todos mis tiempos,
 absorbí lo que no le quedaba. 
Ahora mi nombre quizá sea locura. 
Intenté suicidarme. 
La muerte lanzó los dados y no tuve suerte. 
Sigo viva,
viva, 
viva."

Karen Valladares










No hay comentarios: