Barbie Literaria

"Cuando Barbie lee La metamorfosis de Kafka.
le duele todo el cuerpo. Se relaciona
con Gregorio Samsa, el vendedor convertido en insecto,
que trata de explicar su transformación
a su familia, pero que sólo puede
producir minúsculos chillidos de insectos. Tantas veces
le ha ocurrido ese tipo de cosas.
Los quejidos de Barbie que pasaron sin ser notados, risas silenciosas
que indicaban cosquillas agradables, gritos agudos perdidos
pidiendo ayuda. Desde la otra habitación, escucha a una hermana
diciéndole a una amiga que las mujeres hacen 2pies de Barbie"
justo antes del orgasmo, apuntando sus pies descalzos hacia la punta
de la cama, aunque no tienen puestos tacones altos
Barbie tiene un pensamiento, sin estar segura si es
memoria o pura imaginación:
es ella pero no ella,
bajo el cielo estrellado, en un campo de pasto mojado. Se parece
a alguien que no conoce, una chica gordita
con problemas en la piel y anteojos gruesos. Hay una mano,
la suya o la del otro, entre sus piernas
y siente el comienzo de algo
que nunca antes ha sentido.  En su terror de placer,
susurra no a todo. Y se despierta, inmóvil,
de plástico, pareciéndose completamente a otro."

Denise Duhamel



"De acuerdo con el Choque Cultural:
Una Guía de las Buenas Maneras y Etiqueta
de los Filipinos, cuando mi esposo dice que sí,
también puede estar diciendo cualquiera de las siguientes cosas:
a) no sé.
b) si tú lo dices.
c) si te parece.
d) espero que haya dicho sí lo suficientemente desganado para que te des cuenta de que en realidad lo que quiero decir es no.
¿Pueden imaginar la confusión
que rodea nuestras salidas al cine, a la lavandería,
o las peleas para ver quién saca la basura?
y cuando le recuerdo
que soy americana, que todos sus síes me suenan igual,
le digo que aquí en América tenemos psiquiatras
que pueden ayudarle a ser menos condescendiente.
Tenemos dos niños a los que les encanta gritar “¡no!”
cuando no consiguen lo que quieren. Le digo
que en América tenemos un libro famoso,
Cuando Digo Que No Me Invade la Culpa
¿Te compro un ejemplar?, pregunto.
Dice que sí, pero creo que en realidad quiere decir
“Te daré gusto”, es decir, “no lo voy a leer”.
“Lo estoy intentado”, le digo, “pero tú también tienes que intentar”.
“Sí”, me dice, luego hace tampo;
una manera de enojarse que el libro del Choque Cultural describe como
“hostilidad subliminal… retirada tradicional de alegría en
la presencia del otro que está enojado” él.
El libro dice que está en mí hacer que las cosas marchen:
“restaurar la buena voluntad, no alejando el problema sino enseñando la preocupación sobre el bienestar de la persona afectada”. Olvídalo, pienso, aunque sé
que si no me comporto a la altura, tampo puede escalar rápidamente a nagdadabog;
pisotones, gruñidos, puertas que se azotan.
En lugar de hablarle a mi esposo, me voy muy enojada
a hablarle a mi porcelana de Kwan Yin,
la diosa china de la piedad
que compré en Canal Street cuando mi esposo y yo
empezamos a salir hace años.
“La verdadera Kwan Yin está en Manila”
me dice: “Se llama Nuestra Señora de Guía
y sus rasgos asiáticos prueban que el cristianismo
llegó a las Filipinas antes de los españoles”.
Cuando mi esposo me dice esto,
también me está diciendo que lo siente. Kwan Yin me guiña el ojo,
felicitándome; mi pequeña plegaria resultó.
“¿Me amarás para siempre?” le pregunto,
entonces estudio sus labios, preguntándome si seré capaz de descifrar
lo que me diga con un sí."

Denise Duhamel
Traducción del inglés al español: Beatriz Estrada


Verano

"Los pies mojados de mamá dejaban huellas de patas en la terraza
sus arcos vencidos como los de un oso. 
Se sentaba con su traje de baño blanco polar,
sus pantorrillas balánceándose en la pileta.
Una vez creímos que se había comido a papá
cuando no volvió a casa del trabajo.
sus manos arañaban el aire inocente
mientras una abeja volaba alrededor de su spray.
Luego durmió en el sillón toda la tarde."

Denise Duhamel







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