Bíos

"A veces
para dar el estímulo
que origina el color de las mañanas
y mueve el flujo, la mar de la existencia,
sólo falta una pequeña ola
del matiz terso de la rosa,
la gracia cándida de una niña bonita.

Hay que saber, Kumara,
ya que caminamos por orillas peligrosas,
que son estrellas veloces, nacientes, fugaces,
almas pequeñitas que serán generosas
y entrarán en la mar 
y, en lo amargo derramado en ella, 
caerán con sus vidas de sal y de dulzura.

Hay que saber hallar una pizca de luz
en lo oscuro, pizca de vida en la muerte.

Solverse con ese ser desconocido
que es el ser-que-se-devela, cotidiano,
transfigurándose en infinitas posibilidades.

Yo, que tantas veces camino entre pendientes,
azotado de salitre y peces muertos,
de riesgo y de dolamas,
ví a la pequeña, entretenida 
con sus salticos simpáticos y dulces.

Y, cuando dijo adiós 
a mi sombra que lloraba, 
quitó lo gris al tedio.

Brincó a mi ser 
con cuica de alegría, 
Escondió mi tristeza con salto de isospín.

Hay que saber que la vida tiene pocos años
y fluye hasta que no queda más onda por vibrar.
La niña pasajera sonríe y dice adiós, 
pero te hereda su deliquio 
de órbitas que vale por los siglos.
¡Codifican genomas para la eternidad!"

Carlos López Dzur


El agua tiene pies ligeros

"El poeta tiene pies ligeros.
Sí. Los tiene, pero no más que el agua 
de una estrofa y sus secuencias,
no más que el agua que alberga
cromosomas de fibras seminales
y rumores y paso de corrientes.

Esa lengua del agua sabe de sed profunda.
Ha lamido cada entidad, cada sustancia
que encuentra en los peldaños entitativos
del posible ser y su concreto aquí y allá.

Cada furioso reducto de caída
¡lo ha conocido el agua con su prisa
y su remanso, con su furor y su calma!

Ha besado a la piel de cada sinalefa.
Ha saltado sobre hiatos del abismo.
Se ha hundido en las sales más negras, 
en las venas azules y en los rojos chichos,
en órbitas de la textura biótica,
en circonio duro, en neuras minerales,
en alambiques siderales de deseo y el sustrato,
en replicados monstruos de simetrías, 
en raíz sublime desorden que dice:
¡Quiero ser alfa y omega!

El agua tiene sed, hambre de Todo,
y yo la bebo igualmente ambicioso
de hallazgos, por ser poeta
en pies ligeros, transido,
y me la encuentro un paso más allá,
mal perspicuado, un paso aquí,
incompleto y eterno..."

Carlos López Dzur
Tantralia





Ginés de Sepúlveda

"¿Quién puede ser sabio de corazón y vivir
de la rapiña y el despojo; quién es el necio descrito
en los Proverbios si es el sabio quien levanta
su mano airada y sojuzga al presunto torpe de entendimiento?
¿Quién ha de dominar un continente si ya revela el miedo?

¿Por qué le teme tanto a quien ha llamado siervo
y lo controla con cadenas, lo quema vivo, lo desangra
a latigazos, raciona lo que el más pobre come,
vigila estrechamente sus pasos?

¿Qué es la condición natural, con qué criterio será
que se defina, si el virtuoso parece que al amor
desconoce y a la medida torna extrema?

¿Por qué pide obediencia quien lastima?
¿O es demónico lo simplemente diferente?
¿No es noción de libertad el gesto de huir
ante lo que hace daño o se aborrece?"

Carlos López Dzur
El libro de la guerra


La frase timorata

"Pero yo, ciego en apariencia, 
con ojos visionarios estuve al oído, 
no en sordas penumbras de hermetismo, 
cuando Jefferson redactaba el documento, 
la Declaración de Independencia.
Yo le hablé sobre los negros y su esclavitud infame
y, a contragusto mío, triunfó la frase timorata, 
insuficiente: igualdad de todos ante la ley. 

E insistí yo: Mr. Jefferson, 
anota que los negros sean parte 
de esa igualdad de todos, dílo claro. 
Escribe que no exista esclavitud ni latifundios 
que se levanten a expensas
del derecho del indio y del esclavo
porque hay quienes tienen ojos y no ven; 
hay quien los oye llorar y maldecir por causa
de su yugo y el recuerdo de que llegan en cadenas, 
arrancados de sus patrias ancestrales, 
y teniendo oídos no oyen y, si es que tienen alma
o consciencia, no se compadecen. 

Dí claramente que la América soñada
es revolucionaria, anticolonial, antifeudal, 
inclusiva, sin discriminaciones. Haz que exista
el negro, ese fantasma del trabajo, házlo libre.

Dílo claro, mata ese hermetismo, tentación
de enemigos y piedra de tropiezo para el Gran Proyecto: 
Cien mil negros ya son revolucionarios y se han unido
al Comandante Washinton; tén ojos para escribir
han de ser libres, tén la boca para llamarlos hermanos;
voluntad para darles las gracias porque van junto
a nosotros, en batallones libertarios; son cien mil
hijos de la nueva patria, la Nación, América la hermosa. 

Establece que los indígenas que en el Sur de Carolina
desafiaron a británicos, con ejemplos singulares
de su rebeldía, serán nuestros primeros ciudadanos.
Y, contragusto mío, los excluyeron."

Carlos López Dzur


La magia del beso

"Yo no sé si es por amor que estoy agradecido 
de que un beso signifique tanto en nuestras vidas.

Tal vez no es por amor
que cada detalle de ternura tuya me embelesa.

Tu hermosura no ha dicho en plentud
las cosas que hay en el fondo de tu alma 
o cualquiera sea el espacio de piel 
que mejor conozca lo inefable
y se comunique con este asombro,
delicioso y mudo, y curiosidad por tí
[a quien doy más caricias que palabras]. 

Agradezco, empero... 
hoy no a los besos... 
Doy gracias ¡porque vives 
palpablemente, caramba!

Evocas algo más noble que el pan
y más profundo que cualquier tristeza.

Y, siendo así, se te toca, se te estrecha,
se te siente en la carne, se te besa...
y se es feliz, más de lo que se quiere.

Yo no sé si es por amor que descubro
la deuda que clama interiormente,
sin saldo de cuentas todavía.

Tu ser es necesario, inevitable, universal,
biológico y estás unida a mi deseo
no sé con qué tamaño de bondad,
no sé si por amor. 

Has nacido tantas veces, aunque yo
no te haya conocido ni sepa que eres réplica
de mujer en singular, con apellidos,
con habitaciones de mundo y roles públicos;
además Mujer Eterna... 
Como la una, invocas a mi piel 
sin hacer preguntas. 

Yo no sé si es amor lo que nos lleva,
entonces, a asomarnos al corazón ajeno
y llegar e irse, dejando dulces biografías,
pero te agradezco los manantiales 
y que fluyas y que magnifiques 
tus besos inolvidables
y que no te expliques
ni con la gente ni conmigo,
con orden de rutinas, 
o predecibles vuelcos,
sino que al beso digas ... Gracias
por la chispa que das, por breve sea,
ya sea, o no sea, por amor. 

Un beso tiene magia cuando entrega vida,
alegría, pasión, celillos, travesura, erotismo,
capricho, inquietud, trémulos pálpitos.

Yo no sé si es amor, pero no son templanzas
del cerebro, oscuro, estéril, impasible,
no son saltos ni argucias de vacío organizado. 

Gracias por esta grandiosidad que se crece
a pesar de mí y a pesar tuyo,
por el beso que tiene raíz y cosmos.

Gracias por la transparencia eléctrica de Eros,
por contener señales de lo vivo,
por el contacto de labios, primitivo, del beso."

Carlos López Dzur









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