El corazón materno 

"Existe un pequeño lugar en este mundo 
donde dicha, amor y lealtad hallan refugio; 
todo lo que en el orbe es tan escaso 
encuentra allí serenidad y espacio. 

¿No conoces, acaso, el corazón materno? 
¡Es seguro, abnegado, sincero y tierno! 
Se alegra cada vez que tú te regocijas 
y se hace cómplice de todas tus cuitas. 

Cuando te hiere el alma la mezquindad 
de aquellos que te ofrecen su falsa amistad, 
si el desprecio y el odio se ceban en ti, 
si la fe te abandona, si te hacen sufrir, 

¡el corazón materno al punto se rebela! 
Y es un solo lugar el que te queda 
para volcar tu congoja y tu dolor: 
el pecho maternal, vaso de amor. 

Perdí otros corazones queridos en mi vida, 
lloré por ellos, desdichada y perdida; 
y muchos más pasaron por mi espíritu enfermo, 
¡pero ninguno fue como el corazón materno!"

Lydia Emilie Florentine Jannsen, conocida como Lydia Koidula
Versión al castellano de Albert Lázaro- Tinaut en colaboración con Jüri Talvet


El hogar

"¡Oh, cómo nos gustaba, de pequeños,
jugar en el patio de mi casa!
Sentir mientras corríamos la caricia
de la hierba cubierta por la escarcha.

Jugando agotábamos el día,
rodeados de flores y de plantas,
hasta que el abuelo iba a buscarme
y me llevaba de la mano a casa.

¡Y cuántas veces me tentó mirar,
como él por encima de los muros.
"Sé paciente, pequeña", me decía,
"ya tendrás tiempo para ver el mundo".

Pasó el tiempo. En la tierra y en los mares
se saciaron mis ojos de admirar;
¡mas nada de lo que ellos descubrieron
valía lo que el patio de mi hogar!"

Lydia Koidula
Versión al castellano de Albert Lázaro- Tinaut en colaboración con Jüri Talvet


Hasta mi último aliento 

"Hasta mi último aliento 
te ofreceré mi amor, 
hermosa senda en flor, 
¡mi balsámica patria! 
¡Oh arroyos y praderas, 
oh lengua maternal: 
hasta mi último aliento 
os he de ser leal! 

Tiernamente, terruño, 
a tus retoños mimas, 
los nutres, los abrigas 
y en ti guardas sus cuerpos. 
Prefiero tus abrazos, 
¡oh Tierra de María!, 
que ser dichosa en patrias 
que jamás serán mías. 

¡Qué dulces son tus hijos, 
qué intrépidos que crecen! 
¡Y tus hijas florecen 
como hermosos acianos! 
¡Bajo el sol, con los vientos, 
te mantienes en flor, 
y las alas del águila 
son techo protector! 

Pero, ¿por qué en tus ojos 
las lágrimas rielan? 
¡Oh, mi Estonia, ya llegan 
los cambios que anhelamos! 
Un futuro más digno 
te henchirá de esperanza; 
el tiempo hará justicia: 
¡mantén la confianza!"

Lydia Koidula
Versión al castellano de Albert Lázaro- Tinaut en colaboración con Jüri Talvet


Mi patria es mi amor 

"Mi patria es mi amor. 
Por entero le doy mi corazón 
y para ella es el canto de mi dicha, 
¡mi Estonia en flor! 
Tu dolor es el dolor de mi alma, 
tu alegría es el gozo que me calma, 
¡oh patria mía! 

Mi patria es mi amor. 
¡No la abandonaré 
aunque mil veces por ella 
si se hace necesario moriré! 
Nada importan las celosas patrañas. 
Vivirás para siempre en mis entrañas, 
¡oh patria mía! 

Mi patria es mi amor. 
Quisiera hallar descanso 
echándome a dormir en tu regazo, 
¡oh suelo venerado! 
Que canten para mí tus ruiseñores, 
de mis cenizas que nazcan tus flores, 
¡oh patria mía!"

Lydia Koidula
Versión al castellano de Albert Lázaro- Tinaut en colaboración con Jüri Talvet







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