"En cuanto a la séptima vía, es única en su género y contiene todas las demás: ella es el lugar por excelencia de lo sagrado y engloba las otras; aquél que la penetra percibe el Logos divino (la Palabra) que, surgido del Intelecto Agente, viene a afectar la facultad racional del hombre. Este Logos, en efecto, es una sobreabundancia del Nombre (bendito sea) que, pasando por el intermediario del Intelecto Agente, llega a la facultad racional. Así lo ha explicado el maestro (Maimónides, bendita sea su memoria) en el capítulo 36 de la segunda parte dela Guía. Esta vía lleva a la esencia misma de la profecía auténtica, da los medios a una aproximación de la quididad (el qué o el quién) del Nombre único, a este ser único que es el profeta entre los hombres. No conviene aquí describir precisamente esta séptima vía, que es dos veces santa. Pues no es posible transmitir el conocimiento del Nombre de 42 letras y del Nombre de 72 letras a aquél que desea adquirirlo si no es de viva voz, ni de comunicar ninguna tradición de otro modo al respecto, cuando no se tratara más que de principios de base. Es la razón por la cual prefiero ser muy breve sobre este punto, como conviene en este tipo de materias. Tales son las siete vías en las cuales la Torá está toda entera contenida."

Abraham ben Samuel Abulafia
Las siete vías de la Torah



La escalera de la ascensión

Abraham, Abraham desciende.
Abraham, Abraham asciende.
Aguas de nieve, el granizo devasta.
Aguas de pozo, el valle se empobrece.

La verdad es semejante a una escalera, para alabar a la Roca 
principio de los intelectos supremos
sin determinación, su nombre es las diez sefirot
adoradas por los corazones circuncisos.

El ser dotado de inteligencia sigue las diez disposiciones
entregadas en la fe a los intelectos.

Son las vías de la expresión vocálica
se transmiten, pero ascienden y descienden.

Se forman, pero no con la composición de las criaturas
en las letras están combinadas y sopesadas.

Su nave rebosa de abundancia
y su balanza de sonidos y voces.

En su ser se regula toda permutación 
firmamentos con la base de las criaturas humildes.

Lejos se hallan de la luz de las luminarias 
su estela es el principio rector de toda actividad.

Los sonidos de la lengua están unidos a ellas
su manantial brota del manantial de la doble vida.

Truecan el nombre de esclavas por el de señoras 
llaman señores a los esclavos.

Sin par, igual que piedras preciosas 
se han consultado, y de ellas dimana una ley suprema.

Unidas y dispuestas en líneas de versos 
para venerar y exaltar al Señor de los que celebran.

Se adhieren a la imagen de la materia en la forma
esencia son del Nombre, contenidas están en él.

Inmensidad de lo particular y lo general
sabed cuál es el fundamento de los accidentes en las formas.

¿Los hábitos internos no son, quizás, circunstancias y objetos?
pisoteados sin norma, ni ley.

Desdichado de mí, si en los cuerpos de los necios
sin conocimiento, las almas permanecen prisioneras.

El señor convierte en profetas los corazones nobles
expresiones de voluntad, en instantes fugaces.

Antes que nada, instruir a los ignorantes
de modo que teman los pecados y las tentaciones.

Las tablas grabadas están llenas de mensajes
la Roca los escribió con letras radiantes.

Todas las expresiones encierran sentidos ocultos
¿quizás para preservarlas en el joyero de la vida?

Porque con los seres sin conocimiento, con los ignorantes
los salmos quedan sin protección.

Dulces como la miel son las palabras vacías
según lo que dicen los extranjeros.

Las reglas del cuerpo sirven para realizar sus fines
los otros, los deseos, no tienen orden.

Parece perfecto: sus números revelan el valor de la fe 
y las doctrinas de la tradición los ha elegido la Roca con cuatros estandartes
los ha transmitido, para que se cumpla toda indagación.

Sois la Verdad, oh nombres, principios sublimes
aquilatados en nuestro corazón por la alabanza.

Abraham Abulafia
Publicado por la editorial "Libros del Innombrable" en su Antología de poesía mística española cuya edición estuvo a cargo del Poeta Antonio Fernández Molina. (Zaragoza,2006). La traducción es de Jaime D.Parra




"Nosotros, comunidad de Israel, comunidad de Dios, sabemos verdaderamente que el Santo, bendito sea, no es ni cuerpo, ni una fuerza de este cuerpo y que él no se 'in-corporará' jamás. Pero desde el momento en que el profeta profetiza, lo que emana de él (puede) crear un intermediario corporal, y este es el ángel."

Abraham Abulafia



"…porque la oreja entiende los sonidos de diversas combinaciones, de acuerdo con el carácter de la melodía y el instrumento. Así, dos instrumentos diferentes pueden formar una combinación, y si los sonidos se armonizan, la oreja del que escucha percibe una sensación agradable, conociendo su diferencia. Las cuerdas tocadas con la mano derecha o la mano izquierda han vibrado, y su sonido es dulce a la oreja. Y de la oreja la sensación viaja hasta el corazón, y del corazón al bazo (sede de la emoción); la unión de las diferentes melodías produce siempre un nuevo placer. Es imposible que éste se produzca si no es por la combinación de los sonidos, y lo mismo ocurre con la combinación de las letras. Que se toque la primera cuerda, que es comparable a la primera letra, y que se toque enseguida la segunda, la tercera, la cuarta y la quinta, los diversos sonidos se combinan. Y los misterios que se expresan en estas combinaciones reconfortan el corazón que conoce su Dios y es llenado de una alegría siempre renovada."

Abraham Abulafia
Ciencia de la Combinación de las Letras

"Y aquel que emprende la vía del método combinatorio, que es entre todas las vías la más próxima al conocimiento verdadero de Dios, será examinado sobre el campo, y su corazón se hallará purificado por una gran llama, que es el fuego del deseo; y si posee en sí la fuerza de soportar la vía de la moral que es próxima al deseo, y si su intelecto es más fuerte que su imaginación, y si él la gobierna y la dirige como el caballero gobierna y dirige cabalgando a su caballo golpeándolo con sus botas para que avance según su deseo, rienda en mano para pararlo allí donde quiera su espíritu, y si su imaginación sólo percibe aquello que el conocimiento [da'at] recibe…; Un hombre así dotado de una fuerza tal, es un hombre [gever, gibbor: hombre, héroe, que tienen las mismas consonantes] verdadero.
(...)
El individuo está ligado a los nudos del mundo, del año y del alma (al espacio, al tiempo y a su persona), y a través de ellos se religa al mundo de la naturaleza, y si desanuda estos lazos que lo ligan, se unirá a Aquel que está por encima de ellos y que vela por su alma como El lo hace por todos los que invocan el nombre de YHVH, y que son los que le temen y meditan sobre su Nombre, y que son llamados perushim (separados), poco numerosos, [y] que se separan [del mundo] para conocer a Dios, bendito sea, y que su Nombre sea bendito. Ellos parten a la conquista de sí mismos para no abandonarse a los placeres de este mundo, y se guardan bien de no dejarse arrastrar como un perro por su hembra; es por lo que, cuando se haya habituado a estar separado del mundo, reforzará su reclusión y sus relaciones (hityaatsut), y sabrá cómo unificar el Nombre.
(...)
Es necesario religar e intervertir un nombre con otro y renovar un problema, religar lo que está desanudado y disociar lo que está ligado con los nombres bien conocidos, haciéndolos girar (y corresponder) con los doce signos (del zodíaco), con los siete planetas y con los tres elementos, hasta que aquello que anuda y desanuda se libere de las categorías de lo prohibido y de lo permitido, y que establezca una nueva forma de prohibición y de permiso…
Es bien sabido que las fuerzas internas y los espíritus escondidos de la naturaleza humana se encuentran diferenciados en el cuerpo, y que la verdad intrínseca de cada una de las fuerzas o de cada uno de los soplos reside, de hecho, en que cuando se desataron de las ataduras [que las ligan a la materia], corrieron hacia su fuente primera que es una sin dualidad y que contiene a la multiplicidad y al infinito; y este [desapego] la conduce hasta lo alto donde, invocando [o recitando] el Nombre divino, se eleva y se fija en lo alto de la corona suprema, y el pensamiento recibe de este lugar la triple bendición."

Abraham Abulafia





No hay comentarios: