En el campo
"El árbol descarta su piel de costra.
Mi sangre vacilante se detiene.
Una procesión de hormigas
atraviesa mi pie derecho.
El planeta suspira
y me sacude levemente,
me uno a su ritmo.
El aire se cuela en mi nariz,
los pájaros vuelan, festejan la vida,
otros buscan comida,
y la encuentran.
Un pico tenaz
escarba mis ojos
desconcertados.
En tres días más,
un cardo se abrirá paso
entre mis costillas.
Sin ceremonias me engulle la tierra.
El pasto es mas fuerte."
Viviana Bonfiglioli
Un mar
"Te escucho respirar,
me adivino en tus pensamientos.
Sé que te duele amarme.
Estamos navegando
entre las mismas sábanas
pero no logramos acercarnos.
Este mar es vasto.
Hace mucho naufragué
sin poder gritar;
buceábamos, también,
entre estas mismas sábanas.
Establecido, siempre,
en mis pensamientos,
me dolía amarte
y no lograba acercarme.
Este mar es vasto."
Viviana Bonfiglioli
Una esquina
"En una noche de octubre se gestó la historia de esa esquina.
Se detuvo tu paso, te miré
las ciudades del mundo se extinguieron
y quedó la esquina señalada
por la luz naranja del farol.
Se desplegó mi piel, sobre la ropa.
En el mapa trivial de mi ciudad, en una esquina cualquiera
se instaló el paraíso al borde de un vestido
orillando escotes, cierres y botones
a plena luz de luna y de algún auto.
Cada tanto mis pies flotaban un poco.
En tu boca acepté el destino de mi lengua.
Una pared sin s nos contuvo y nos sostuvo
Lo cóncavo y lo convexo se buscaron y acoplaron
diseñados desde siempre para estar así, ensamblados.
Un tiempo después nos fuimos, lánguidos.
Estrenaba entonces otro contorno
erizado de curvas, pliegues y susurros.
Se ganó esa esquina en mis repasos
el lugar que reservo a mis tesoros.
Fui gastando en cuotas sus recursos
en las camas vacías que anidé."
Viviana Bonfiglioli
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