Estrangulador de pájaros

"Sus dedos largos                              
propios para trabajar el esmalte y el marfil  
para sacar palomas del fondo de los sombreros 
para copiar papiros en monasterios            
para agitar la batuta                        
enfrente de una orquesta                    
o simplemente para tocar tiernamente.        
Pero él                                      
quería ser                                    
estrangulador de pájaros."

Lia Karavia


Matricida

No. No como Orestes.
Sin el pretexto de ser un forastero
oriundo de Davlis de Fókida.
Declarando que nació aquí
que se crió aquí
y, sin embargo, un extraño que se dirige a una extraña
un desconocido a una desconocida.
Un matricida virtuoso
porque otros asesinan al padre por el trono
al hermano por los derechos a la herencia
- lejos de él tales pensamientos -
virtuoso porque él asesina en nombre de su virtud
tal vez aún en el del clero
y  encontrará - ya ha encontrado - testigos para defenderlo
Apolo y algunos otros
con inamovibles argumentos
No es madre la mujer así llamada por parir a un hijo
la así llamada madre simplemente hospedó la semilla en sus entrañas
extraña a un extraño.
Un matricida, más aún, sin hierro
solo con palabras de hierro, la más heladas.
No como Orestes.

 Lia Karavia



Poemas de amor disfrazados


Era un gran globo y lo inflábamos riéndonos, una vez tú otra yo,
aspirábamos e inflábamos tan fuerte que nos mareábamos,
todo se arremolinaba a nuestro alrededor, cómo si estuviésemos embriagados,  
ven, mi turno ahora, no recuerdo quién comenzó primero pero inflamos los dos como locos, 
el globo crecía, crecía, nunca habíamos visto un globo tan enorme y brillante,   
creerías que podría llevarnos a los dos alto en los cielos, y la primera vez no tuve miedo,
no pensé en ningún momento detenerme, ni en detenerte, Dios mío, no ha vuelto a suceder, 
es como si renaciera ligera, inocente, ven, mi turno ahora, una gran aspiración,   
ZAS – el ruido nos sorprendió más que asustarnos, observábamos nuestras manos vacías extrañados,
cómo es posible, tan brillo, tanta embriaguez – no recuerdo quién fue el último que sopló-
¿ qué importancia tiene? Nos detuvimos mirándonos mutuamente, no desesperadamente, sino tiernamente. 

Lia Karavia



Te amo

"Te amo porque eres fuerte.
Podrías sostener en tu puño
un jacinto
sin provocarle dolor alguno.
Te amo porque eres ético como el animal.
Seguro como la naturaleza.
Fecundo como la lluvia.
Humilde como los ríos
que desembocan en el mar.
Perfecto como el círculo.
Y sobre todo
inalcanzable
como la línea del horizonte
en un largo viaje."

Lia Karavia


Te tengo no te tengo

"Te tengo no te tengo 
Te poseo no te poseo 
Te veo en sueños 
Sobre popas de naves que van partiendo 
Me tiendes tus manos 
Eres no eres aquél que me llama 
Te espero no te espero 
Tú llegas siempre imprevisto 
Me guías en una habitación obscura 
Donde con una serie de metamorfosis 
Tú te pones agua, fuego, aire, dragón y paloma 
Con mi voz tú recitas poemas 
Que yo misma podría, desearía o tendría que escribir 
Y pues tú te duermes en mis brazos 
Y me quedo y no me quedo sola."

Lia Karavia


Yo soy dos mujeres (doble ambiente)

Yo soy dos mujeres.                                       
una habita la casa de su infancia                         
cuida los jarros de flores                                
ajusta los péndulos 
alimenta a los niños – sus niños 
asiste los primeros pasos de su bebé 
los últimos de su abuelo 
toma en sus brazos la cabeza cansada de su marido 
y él se siente reposado 
se siente como el adolescente 
que fue el día de su primer encuentro 
toca los límites de la inmortalidad y duerme feliz. 
Después ella se desliza por la cama 
suelta su cabello largo 
sus ojos se transforman de estrellas en soles 
la otra mujer no ilumina – ella brilla 
lee los diarios del mundo 
escucha la música de los países 
va descalza sobre los campos sobre las florestas 
vuela sobre los tejados sobre las fronteras 
y visita a su amado prisionero 
su amado marinero en alta mar 
va de luto por su amado muerto 
fusilado, traspasado, ahorcado 
tiene también el tiempo para hacer cosas en su lugar 
montar barricadas 
mecer los huérfanos cantándoles en diversas lenguas 
omnisciente por amor y por éxtasis 
pero siempre retorna antes de la aurora 
tira su túnica de magia 
recoge sus cabellos, se inclina sobre la cama 
toca la frente serena de su marido 
y le prepara el café de la mañana 
antes de despertar al resto de la familia.

Lia Karavia



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