hachazo
al árbol desnudo
golpes
hasta el derribo
de tu morir en mi
por
abajo
Martine Broda
hay que caminar deslumbrado todavía
dejar que arda el hambre su larga
súplica
o caer en el día
con una gris sonrisa.
Martine Broda
La canción dura
vivo y no estoy
tan muerta como los muertos
de noche todo es negro o blanco
de noche al bajar
sola al fondo de las cloacas
un rostro terrible todavía os acompaña
con su tiara de cabellos negros
el niño amaba sin embargo
a la vieja mujer
el niño no tenía miedo
la noche del hombre lobo
su noche era un azote de relámpagos
antorcha de verdugos
me soltaste la mano víctima despiadada
me traicionaste madre soltaste mi mano con dulzura
y desde entonces grito para alcanzarte
casi temblando
el amor por el verdugo
como el beso mojado de la bestia inmunda
el amor que os vincula para siempre a la víctima
vivo y no estoy
tan muerta como los muertos
nos gustaría perder la conciencia
noche rojiza de cuchillos
siempre más antes que nada perder
Martine Broda
La canción sencilla
para aquella que se tendió
sobre los raíles
cuánta desesperación hizo falta
para esperar el expreso de las siete
entonces pienso en ti
madre en lo que te hicieron
un día tuve tanto frío
que nunca más supe dormir
como si te guardara rencor
cuánto odiaba a veces
ese peso oneroso de la ira
ira roja y viva
crecí
en mis muertes particulares
germinó la ira
en cada surco sangrante
vuelvo a hallar un rostro de sonrisa inefable
y le devuelvo su nombre
la madre virgen transformada
se serena y posa el espejo
toda esfigie femenina es sosiego
cuando Helena sonríe
Martine Broda
"sumergidas las ciudades de la memoria
por un exceso de sueño
con gran esfuerzo remontas las aguas
el pálido sufrimiento cuya sed así tu apagas
jamás lo hubiese podido imaginar
vivir persiste y anuncia una débil y desnuda
voluntad frente a los ojos congelados del porvenir."
Martine Broda
De su libro "Deslumbramientos"
la espera.
como para una ejecución.
quisiera que se realizase para renacer
Martine Broda
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