Aisha

Guarda debajo de su lengua 
la sensación amarga de su sexo
en España como en Marruecos
sigue siendo la muchacha cobriza 
de anchas caderas
y ojos exactos
Dejó Marrakech
cómo quién huyendo de su propia sombra
evita  los faroles y la luna llena
Olor a hachís y té verde
se siente en su casa y en su piel

Su madre le advirtió de los peligros
de acercarse demasiado a los puentes
y a los balcones
y a los amores
su madre le compartió
la sensación amarga en la lengua
el ardor en su vientre 
de mujer guardándose para su primer amor

Olor a hachís y canela
le untará a su vestido de boda
para que el esposo no revele
el olor que su piel guarda de otros hombres
Olor a hachís y hierbabuena
le ofrecerá a su madre
para que su vientre albergue un hijo
olor a hachís y canela 
para que Alah le dé un niño         
para que Alah bendiga la semilla de su varón

Mikeas Sánchez 



Buscarán


Buscarán alejarnos del maíz sagrado,
¡renegar de ti oh grande Nasakobajk!
buscarán despojarnos 
de la esencia de nuestro corazón.
Dirán que para ser menos indios
hay que vestir a la moda,
frecuentar restaurantes y supermercados
Dirán que ser civilizado
es consumir comida envenenada.
¡Buscarán alejarnos de ti
oh grande Nasakobajk!
porque sólo así dejaríamos de soñar.

Mikeas Sánchez 


DESDE LA CASA EN QUE NO ESTOY
escucho el danzar de las olas
y no es el mar quien me habla
es la lluvia que azota el tejado
Ha llegado el “norte”
y todos sabemos que se mojarán los pies
Donde duermo ya no llueve
Ni gotas de agua
          ni sílice
                        ni arena
sólo ruidos de autos
letreros y luces neón
Donde duermo
ya no está mi abuelo
con sus ojos desnudos
a las dos de la mañana

Mikeas Sánchez
Traducción al castellano hecha por la propia autora


TE’ IJTUMÜ’INA ÜJ WINABÜ NDÜJK
manbatsi ne’ yanoyubü nü’
y jinde’ meya’ijs nü’ tsamebü
tuj te’ kyejku tojküsi
Mindyo’tsum te’ “tuj poya”
y mumü dü’ mujstamba ke’ maka mujya’e dü ngoso’ram
Ügbamütsi yüti’ jinam’ kyeke tuj
Ji kyeke’ tsunü’
          ji kyeke’ jap
                              ji kyeke’ poyo’
sona’rire’ dü manba
ijtyaju jaye y süngü ma’a’ijsñe
Ügbamütsi yüti’
ja irüm üj achpü’jara
aku’ajkubü wyirünjin
metsa’ora nabtsu’ijs’ñe’omo

Mikeas Sánchez 



El alma retorna al grito del silencio

I

El alma retorna al grito del silencio
              retorna a beber  agua de mar
con que sació su primera sed
agua de vida donde la tierra depositó  sus arcanos
agua de salitre dulcísimo donde Dios dejó esencias de su cuerpo

El alma desecha  misticismos 
             desecha esperanzas 
busca reflejos de arena
busca  brasas de soledad 
Y su ojo de agua brota en  gotas de lluvia
en el rabillo del ojo
para mirar fantasmas

II 

El alma emana perfumes 
exhala secretos de la especie
reconforta lo apartado de mis penas
busca juegos de la infancia
en las colinas de mis sueños
me enseña el camino de la ternura
para compensar soledades

Mi alma 
orquídea de amatista buscando agua
agua de coco antiguo
tan antiguo como el dolor

III 

Tengo silencios en el alma
crujiendo con la lluvia
Y la soledad amanece de mi ojo izquierdo
a mi ojo derecho
espía desde ciclos volcánicos
medita desde ventanas de mis abuelos
-Vomita sábila y ajenjo-
La soledad se liberta a media noche
en medula lunar

Mikeas Sánchez 



Jesucristo no entendió jamás los ruegos de mi abuela

Mi abuela nunca aprendió español
tuvo miedo del olvido de sus dioses
tuvo miedo de despertar una mañana
sin los prodigios de su prole en la memoria
Mi abuela creía que sólo en zoque
se podía hablar con el viento
pero se arrodillaba ante los santos
y oraba con fervor más que nadie
Jesucristo nunca la escuchó
la lengua de mi abuela
tenía el aroma de las pomarrosas
y el brillo de una estrella
le nacía en los ojos cuando cantaba
San Miguel Arcángel nunca la escuchó
los ruegos de mi abuela a veces eran blasfemias
jukis’tyt decía y los dolores cesaban
patsoke gritaba y el tiempo se detenía bajo su cama
En esa misma cama parió a sus siete hijos

Mikeas Sánchez



Rama

El deseo es un hueso al que nadie puso nombre. 
Julieta Valero
Los ríos que la habitan 
se bifurcan entre su infancia y su sexo 
tiene treinta y cinco años
y sabe que Mahoma no le perdonará 
un hijo sin padre
por  eso su vientre espera con calma
debajo de su vestido de flores 
debajo de la pasión
desde una plegaria silenciosa
que pronuncia cada noche
para ahuyentar los malestares de la carne

Ser libre es dormir desnuda
sin unas manos buscando tu sexo
piensa mil veces
mientras cierra los ojos
y se sueña en una calle de Dakar
entre una decena de muchachas negras
recién llegadas a la pubertad
cada una ensaya cánticos ancestrales en wólof
cada una es una gaviota salvaje 
volando alrededor del deseo

Mikeas Sánchez 


Soy Mokaya
soy hombre y soy mujer
Mojk´jäyä
la flor del maíz
la palabra cantada
la dolorosa palabra
cultivo la palabra
cultivo la tierra

Mikeas Sánchez 


Soy mujer
y celebro cada pliegue de mi cuerpo
cada minúsculo átomo que me forma
y donde navegan mis dudas y esperanzas
Todas las contradicciones son maravillosas
porque me pertenecen
Soy mujer y celebro cada arteria
donde aprisiono los secretos de mi estirpe
y todas las palabras de los ore`pát[1] están en mi boca
y toda la sabiduría de las ore`yomo [2]están en mi saliva

Mikeas Sánchez 

[1] Hombre zoque
[2] Mujer zoque



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