Amanecer

"Me traspasó la noche 
impetuosa como el rayo,
ya se desvaneció en el horizonte 
la estrella verdecida.

Nuevamente despunta el alba 
tan difícil de soportar, 
nuevamente llora de miedo
mi hijo en su cuna."

Lea Goldberg


Cantos mi tierra que amo

A

Patria mía, tierra bella y pobre,
la reina no tiene casa y el rey no tiene corona.
y siete días de primavera en el año
y viento y lluvia todos los demás.

Mas en los siete días florecen las rosas,
en los siete días brillan los rocíos,
y en los siete días las ventanas están abiertas,
y todos los mendigos están en la calle
y muestran su palidez a la buena luz,
y todos los mendigos se regocijan.

Patria mía, tierra bella y pobre,
la reina no tiene casa y el rey no tiene corona,
sólo siete días de fiesta en el año,
trabajo y esfuerzo en todos los demás.

Mas siete días bendicen los cirios,
y siete días las mesas servidas,
y siete días los corazones abiertos,
y todos los mendigos están de plegaria,
e hijos e hijas, novios y desposadas,
y todos tus mendigos como hermanos.

Desdichada mía, pobre y amarga,
el rey no tiene casa y la reina no tiene corona, 
sólo una vez habló el mundo en tu favor, 
oprobio y vergüenza, todas las demás.

Andaré por caminos y esquinas,
por mercados, patios, callejones y parques.
De la destrucción de tus muros, cada guijarro 
juntaré y cuidaré como recuerdo.

y de ciudad en ciudad, de país en país,
vagaré con mi canto y caja de música
para contar tu pobreza radiante.

B

En la tierra que amo florece el almendro, 
en la tierra que amo aguardan al huésped,
siete doncellas,
siete madres,
siete novias a la puerta.

En la tierra que amo llamea sobre la torre un pendón. 
A la tierra que amo vendrá el peregrino
en buena hora,
en la hora bendita,
en la hora que hace olvidar el dolor.
Mas quien mis ojos de águila vean 
y cuyo sabio corazón reconozca,
no me engañaré con él,
no erraré con él.
¿Quién le abrirá la puerta?

Yo duermo y mi corazón vela;
por delante de mi puerta pasa el huésped.
Amanece, es la luz,
y en el patio
Una piedra rueda.

C

En la tierra pobre que amo
aún la luna en el cielo
está como un pobre a la puerta, 
encorvada, temerosa y pálida.

Las nubes hechas jirones
vienen de todos los ámbitos del cielo, 
precipitadas, piadosas y humildes,
a cubrir su pobre vergüenza.

A la mañana sale el sol,
dorado como las hojas muertas 
y a la entrada del callejón yace
el gallo de oro degollado.

Lea Goldberg


"Dos olores tiene el vino de Rin. Cuando está delante de mí en la terraza de un café, en un jardín o en un balcón, siempre pienso en los claros días de otoño, en montones de hojas centelleando y apagándose y en finas ramas de abedul, desnudas y sutiles con el azul del cielo de fondo. No me gustan las imágenes "clásicas", pero quién puede resistirse a decir que la tierra en esos días otoñales se parece a Danae desnuda, con monedas de oro arrojadas en su seno por la mano de Júpiter. 
Y el olor de ese mismo vino, bebido en una habitación cerrada mezclado con el humo de la habitación, es el de los primeros días de primavera en un parque de mi ciudad natal. El cielo es redondo y pálido como un cuenco de porcelana china, y en las avenidas queman las hojas del año pasado: hogueras azuladas, humo del color de la niebla elevándose hacia el cielo, y yo caminando sola por la avenida y recordando perfectamente que ayer me besaste en el hombro, dos veces."

Lea Goldberg
Cartas desde un viaje imaginario


El tiempo

"El tiempo que transcurre me prueba,
doble es su cuenta en mi debe y haber,
me construye y destruye cada día
perfeccionando mi vida y mi muerte."

Lea Goldberg


Entonces ¿qué?

Desde hace tiempo 
nadie me espera allá. 
Y si no existe el mar, 
¿qué naves partirán? 
La senda breve, 
la compañía escasa... 
Entonces, ¿qué? 
Una semana, 
un mes, 
un año más. 

Una vez muerta, 
el mundo seguirá. 
Quién amará a quién 
y alguien odiará. 
La senda breve, 
la cuenta impaga. 
Entonces, ¿qué? 
¿Una semana? 
¿Un mes? 
¿Un año más? 

Cae el rocío y la noche 
se congela en mi cara. 
En el próximo cruce 
idénticos caminos. 
Despertaré mañana 
y cuando abra mis ojos... 
¡Dios! 
¡Una semana, 
un mes, 
un año más...! 

Leah Goldberg or Lea Goldberg
Traducción Gerardo Lewin 


La muerte del cielo

"El cielo ya murió.
El árbol agoniza.
¿Quién sabe?
Tal vez sea la piedra
la única que viva.
Sólo queda saber
si no la matarán
con toneladas de caminos
en los barrios nuevos.
Quién habrá de creer
que tuvimos un nombre
grabado en el cielo,
tallado en la madera
y en el centro de la piedra;
y que respiramos
y agonizamos
en una ciudad así."

Lea Goldberg



Las estrellas

"Muy bellas las estrellas
campanillas en el cuello del cielo. 
Muy bellas las estrellas 
y también esta noche, 
noche de mi aflicción."

Lea Goldberg


Muy lejos no es el mar

No es el mar
lo que está entre nosotros.
No es el abismo
lo que está entre nosotros.
No es el tiempo
lo que está entre nosotros. 

Es-somos nosotros
quienes estamos entre tú y yo.

Lea Goldberg


Retrato del poeta como un hombre viejo

No intentes caminar con esta generación,
la generación no quiere que andes con la generación,
esta generación camina a un lugar diferente
y tú no estás invitado.

No intentes caminar con esta generación,
la generación no quiere que andes con la generación.
Esta generación quiere hoy enterrarte
y dejarte en herencia para generaciones posteriores. 

Lea Goldberg







No hay comentarios: