Canción para Gulsoma

Pequeña, vestías de verde el día de tu boda, tenías cuatro años,
tu padre, muerto; tu madre se fue; te dejaron casada,
“Déjenme morir, no quiero cumplir más años, – decías – no más, no más”

Golpizas, pan y fríjoles; golpizas, pan y fríjoles,
queloides, cortadas y cicatrices: en la tierra de los dólares,
de los autos y el dinero, pequeña, te hemos visto ya en la pantalla. 

Sin ositos de peluche, ni Disney sobre el hielo, ni patines, ni hamburguesas con papitas,
ni visitar a tus amiguitos para jugar, ni patinar sobre torta, ni baloncesto, ni helado,
ni abrazos de mamá, ni cobija ni cama, temblando de frío bajo oscuros cielos.

Los días en que te golpeaban, sin comida y te encerraban en un cobertizo;
¡oh, pequeña! ¡oh, pequeña! la calidez de tu hermosa sonrisa,
el misterio de tu espíritu: seguiste viviendo cuando te querían muerta.

Gulsoma, sigue brillando, pequeña; vieja alma: sigue, sigue brillando;
eres un pájaro, has hallado tus alas, eres anaranjada llama;
Gulsoma, hueles a rosas, es el dulce perfume de tu sonrisa,
en una tierra de rocas, eres un río que corre y corre y sigue corriendo.

¿De qué color es el paraíso en tus sueños?

Gulsoma, sigue brillando, pequeña; vieja alma: sigue, sigue brillando;
eres un pájaro, has hallado tus alas, eres anaranjada llama;
Gulsoma, hueles a rosas, es el dulce perfume de tu sonrisa,
en una tierra de rocas, eres un río que corre y corre y sigue corriendo.

¿De qué color es el paraíso en tus sueños?

Usha Akella
Traducción: Ricardo Gómez




No hay comentarios: