"Miró por la ventana, y allí estaba esa figura confundida todavía moviéndose. Se había acercado más al suelo. Flotaba, con un curioso aire de no estar relacionado con su entorno, que era más que desconcertante. No parecía saber de qué se trataba, pero saltó sin rumbo fijo, como si olfateara una pista, se detuvo por un momento, volvió a saltar hacia delante e hizo un rumbo en zigzag hacia el suelo. El médico lo vio avanzar a través de la amplia pradera que delimitaba el terreno de juego, entrelazándose entre los pequeños grupos de vacas en pastoreo, que alzaban sus cabezas con más de su persistencia normal y lenta, como si estuvieran sobresaltadas por algún ruido. La figura parecía apuntar a la barrera de obstáculos que rodeaban el campo, pero si su deseo era el cricket o simplemente alcanzar algún tipo de objetivo, si buscaba recreación o una simple pausa de sus inquietas convulsiones, era difícil decirlo. Finalmente, cayó contra la cerca y colgó allí, dos manos torcidas sobre el obstáculo y sus piernas juntas en las rodillas. De repente se quedó muy quieto, tan quieto que era difícil de creer que alguna vez se había movido.
Fue ciertamente extraño. El doctor estaba tan sorprendido por algo totalmente erróneo acerca de la figura, algo tan sugerente de un fenómeno patológico, que casi olvidó su molestia y se quedó mirándolo con un cigarrillo sin encender entre los labios."

E. V. Odle
The Clockwork Man

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