"Un día Aícha Kandicha estaba recogiendo su casa, vino su vecino y le dijo: ¿Vienes conmigo al bosque para recoger leña?, Aicha le dijo que sí, pero él dejó a Aícha recogiendo su casa y se fue al bosque corriendo y después vino. Cuando Aícha iba a ir, le dijo el vecino: Yo no voy, porque ya he ido antes que tú, vete sola. Se fue, pero al día siguiente Aícha quería acabar con él, le puso cola en el burro y cuando el vecino se sentó, le agarró y le metió en una jaula. Aícha le dijo: Te voy a dar tres palos y cada uno tiene su tamaño: el primero es pequeño y fino, el segundo es mediano y el tercero es el más grande y el más alto, que demuestra que cuando seas gordo te coma. Él dijo: Hazme solo un favor antes de que me muera, Aícha le dijo que sí. Y le dijo que trajera a su hija, que tenía solo un ojo, para que lo vigilara. Pues le hizo caso y quedó con ella. Su vecino la mató y le quitó su piel para ponérsela en su cara, le quitó su ropa y parecía su hija. Venía Aícha Kandicha y su familia para comérselo y cuando lo comieron, era su hija. Empezó el vecino a reírse y le dijo: Has comido a tu hija, ja, ja, ja, y se fue corriendo, pero su familia llora, llora y llora, no para de llorar, y Aícha empezó a quejarse."

Cuento marroquí: Aícha Kandicha
Recopiladora: Imane Boukbiza, nacida en Oujda (Marruecos) en 1998.
Informante: Choumicha Alla, nacida en Marruecos en 1975.
Lugar: Oujda.

Fecha: 23 de marzo de 2012.

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