A Lucasia por nuestra amistad

"Yo no viví hasta este día
Que corona mi felicidad,
Cuando puedo decir sin pecado
Que no soy tuya, sino tú.

Esta carcasa respiraba, caminaba y dormía,
Así que el mundo creía
Que había un alma que el movimiento mantenía;
Pero todos estaban engañados.

Porque como un reloj que por arte
Es puesto en movimiento, así fui yo:
Pues nunca Orinda había hallado un alma
Hasta que la tuya halló.

Que ahora me inspira, me dirige y me alimenta,
Y guía mi pecho ensombrecido.
Porque tú eres todo lo que yo aprecio,
Mi vida, mi descanso, mi alegría.

Ni guirnaldas de esposos ni guerreros
Pueden compararse a la mía:
Ellos poseen sólo un pedazo de la tierra,
Yo en ti tengo el mundo entero.

Dejemos en paz brillar nuestras almas,
Y que ningún falso temor nos domine,
Tan inocentes como nuestro deseo,
Inmortales como nuestras almas."

Katherine Fowler Philips 


















No hay comentarios: