Adiós

"Es una buena palabra, enrollando la lengua hacia afuera
sin importar el idioma con el que naciste.
Usala. Aprendé en dónde empieza,
el pequeño alfabeto de la despedida,
cuánto tiempo lleva pensar en ella,
y luego decila, y luego que te escuchen.

Casate con ella. Más que con cualquier anillo dorado,
brilla, brilla.
Usala en cada dedo
hasta que tus manos bailen,
tocando fácilmente cada cosa,
dejando que cada cosa, fácilmente, se suelte.

Pegala a tu espalda como si fuesen alas
o como la cola de un cometa. Como la corriente de aire detrás de un jet.
Si te van a conocer por algo,
que sea del modo en que te alejás de la vista
cuando tu trabajo está terminado.

Pensá en cosas que demoran en partir: hojas,
cajas de cartón, y servilletas, el olor húmedo del mantillo.

Pensá en las cosas que desaparecen.

Pensá en lo que más amás,
lo que te pone lágrimas en los ojos.

Algo que te haya dicho adiós a vos
antes de que supieras su significado
o cuánto duraría.

Explicá muy poco, la palabra se explica a sí misma.
Más tarde quizás. Lecciones que siguen a otras lecciones
como el silencio que sigue al sonido."

Naomi Shihab Nye
Traducción: Irene Ocampo



Alguna vez el canto se alzaba 

"Alguna vez el canto se alzaba 
como dulces sirenas sobre las colinas, 
y aun si trabajabas 
tus árboles o tus libros 
o cocinabas para tu familia 
algo simple, 
te lavabas las manos 
y te peinabas el agua del pelo. 
Montañas de arroz, zapatos brillantes, 
un huracán de danzas. 
Los niños con trajecitos 
y vestidos de terciopelo caían dormidos en círculos 
después de comerse 47 almendras de Jordania. 
¿Quién se casa? ¿Quién ha regresado 
de un lugar distante más allá del mar? 
A veces ni te enterabas. 
Comiste todos los alimentos sin saber. 
Besabas las mejillas de quien pasara 
abofeteando el tambor, enrojeciéndote la palma. 
Más tarde 
llena, enriquecida, 
tenías una fiesta en la piel. 
¿Dónde es que la pelea 
se introduce en esta historia? 
La lucha se extravió en alguna par lo que nos gusta: comer, beber, pelear. 
Los estudiantes se congregan silenciosamente 
en el salón de clases 
y la puerta del edificio 
es arrancada por una explosión. 
Pupitres vacíos 
donde la risa solía sentarse. 
Aquí vivía la risa 
tintineando su monedero de morralla fina 
y ahora se esconde. 
Ya no llegará al zaguán como un vendedor de jabones, 
el buhonero de las cerillas, el viejo italiano 
de la fábrica de Nablus 
con su mágico saco de palillos. 
Nos han dicho que no estamos 
cuando siempre estuvimos aquí. 
Su goma de borrar no funciona. 
Mira las fotos coloreadas a mano 
de jóvenes demasiado perfectos e inmóviles. 
Las bombas parten por la mitad 
las frases de todo mundo. 
¿Quién las hizo? ¿Conoce alguien 
que las fabrique? El viejo taxista 
menea la cabeza 
yendo y viniendo entre Jerusalén y Jericó. 
Ellos no verán, dice con lentitud, 
la historia detrás de la historia, 
siempre buscan la historia después de la historia 
lo que significa que nunca comprenderán la historia. 
Así que esto seguirá y seguirá. 
¿Cómo lo soportamos, si sigue y sigue? 
Ha durado demasiado. 
Nadie recibe ya ni una pequeña postal 
del lejano lugar más allá de los mares. 
Nadie en la noche oye venir a los soldados 
para arrancar de su tibio sueño al olivo. 
Rasgar raíces. No es noticia de primera plana 
en tu país ni en el mío. 
Nadie escucha el imperceptible sollozo 
del terciopelo en el cajón del ropero."

Naomi Shihab Nye
Del poemario "Combustible"


"Creo que todos pensamos en los poemas."

Naomi Shihab Nye


La bondad

"Mal sabrás lo que es la verdad
si no has perdido antes nada
y el futuro no se ha disuelto ante tu impasible mirada
como la sal en el caldo.
Si no has visto desvanecerse ante tus ojos
lo que con más celo conservas y atesoras.

[…]

Si quieres llegar al abismo de la bondad
deberás atravesar antes el abismo de la tristeza.
Debes despertarte con la tristeza
y familiarizarte con ella hasta que tu voz
exprese el hilo que engarza todos los pesares
y descubras la magnitud de la tela.

Sólo entonces la bondad tendrá sentido,
la bondad que ata los cordones de tus zapatos
y te manda echar las cartas al buzón y comprar el pan;
la bondad que asoma su cabeza
sobre la muchedumbre susurrándote:
“Yo soy lo que siempre has buscado”,
y a partir de entonces te acompañe siempre,
como una sombra, como el mejor de los amigos."

Naomi Shihab Nye


Oculto

"Si pones un helecho
debajo de una piedra
al otro día será
casi invisible
como si la piedra
lo hubiera tragado.

Si escondes el nombre querido
bajo tu lengua
por demasiado tiempo
sin pronunciarlo
se convierte en sangre
suspiro
el pequeño aliento halado al aire
oculto dondequiera
en el fondo de tus palabras.

Nadie ve
el combustible que te alimenta."

Naomi Shihab Nye


Pequeños floreros de Hebrón    

"Inclina sus bocas abiertas al cielo.
Azul turquesa, ámbar,
un verde profundo con el asa torcida,
cántaro no más alto que dos pulgares,
de labios diminutos y gracioso talle.

Aquí ponemos las flores pequeñas,
las que hubieran permanecido invisibles
en la tierra suelta a orillas del camino:
brotes de suculento romero,
arcos de menta.

Crecen para adentro en el centro de la mesa.

Aquí nos entregamos a la vida menor,
hilo, hálito, fragmento.
Y se curva. Espera el día entero.
En lo que el pan se enfría
y los chamacos abren sus pardos cuadernos
para trazar una letra que parece
chimenea que sobresaliera de una casa.

Y los titulares de hoy ¿qué dicen?

Nada acerca del pétalo más chico
perfectamente acomodado dentro del pétalo grande,
o de la manera en que el cristal colorido filtra la luz.
Hombres y muchachos, en oración mientras morían,
abandonaron sus epidermis.

El entero alfabeto de lo viviente,
cabezas y rabos de palabras,
frases, la manera de decir
“Ya'Ala” cuando se sobresaltan,
o “ya'ani” por “quise decir”.
Un vidrio estrellado brilla aún
bajo los pies.
Pero el niño de Hebrón duerme
entre el ruido en sordina de sus hermanos que caen
y la larga tristeza del rojo."

Naomi Shihab Nye



Quemando el año viejo

"Las cartas se consumen en segundos.
Las notas que amigos ataron al picaporte,
papel escarlata transparente,
crepitan como alas de polilla,
casadas con el aire.

Hay tanto inflamable en cada año,
listas de verduras, poemas a medias.
Días que arden en un remolino anaranjado,
una piedra resulta tan pequeña.

Donde había algo y ya no lo hay
grita una ausencia, festeja, deja un espacio.
Comienzo de nuevo con los números más bajos.

Rápido baile, mezcla de pérdidas y partidas,
sólo las cosas que no hice
chisporrotean cuando muere el fuego."

Naomi Shihab Nye



























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