Asesinato de honor

Al final me quito este abrigo,
     este abrigo negro de un país
     que juré por años era mío,
     que usé más por hábito 
     que por intención.
     Nací portándolo,
     me creí sin elección.

Me quito este velo,
     este negro velo de una fe
     que me hizo infiel 
     a mí misma,
     que amordazó mi boca,
     que dio a mi dios el rostro de un demonio,
     y apagó mi propia voz.

Me quito estas sedas,
     estos encajes
     que alimentan los sueños de dictador,
     el mangalsutra* y los anillos 
     tintineando en el vaso de lata de las necesidades
     que me mendigaron.

Me quito esta piel,
     y luego el rostro, la carne,
     la matriz.

Vamos a ver
     que soy aquí dentro
     cuando atraviese con esfuerzo
     la cómoda jaula de hueso.

Vamos a ver
     que soy aquí afuera,
     fabricando, urdiendo,
     tramando
     en mi nueva geografía.

*Collar que llevan las mujeres casadas

Imtiaz Dharker
Traducción: León Blanco


Bnedición

"La piel se agrieta como una vaina.
Nunca hay agua suficiente.

Imagina su goteo,
pequeña salpicadura, haciendo eco
en una jarra de lata,
la voz de un dios bondadoso.

Algunas veces, la ráfaga súbita
de la fortuna. La tubería municipal estalla,
la platería se estrella contra el suelo
y el flujo encuentra
un rugido de lenguas. Desde las chozas,
una congregación: cada hombre mujer
y niño por calles a la redonda
interrumpe, con ollas,
latones, cobre, aluminio,
cubetas de plástico,
manos frenéticas, 

y niños desnudos
gritando bajo el sol líquido,
sus luminiscencias pulidas a la perfección,
luz parpadeante,
mientras canta la bendición
sobre sus pequeños huesos."

Imtiaz Dharker
Traducción: León Blanco

El rostro provisional

"Dibujo tu rostro sobre la inmensa arena
al alba temprano, cuando pequeños cangrejos
corren y se esconden en los agujeros 
que he provisto para tus ojos.

Me marcho. A lo largo del día
la gente va y viene, sin saber nada
excepto de ellos mismos, el sol sobre los hombros,
sal, pez, red.  Raspan

tus perfiles, caminan a través de tu boca,
dejan huellas en tus ojos.
Esto te hace real, remueve tu ausencia,
cura tu imagen

como una piel provisional. Aprendo a 
amar la cosa que tiene que borrarse,
la cosa que pudiera no permitírseme guardar,
arena que se fuga bajo mis pies presurosos."

Imtiaz Dharker
Traducción: León Blanco

Espacio viviente

"Simplemente no hay suficientes
líneas rectas. Ese 
es el problema.
Nada es plano
o paralelo. Las vigas
se balancean tendidas sobre soportes
tendidas desde lo vertical.
Las uñas se aferran a costuras abiertas.
La estructura entera se inclina vertiginosamente
hacia el milagro.

En este marco áspero,
alguien introdujo
un espacio viviente

y osó incluso situar
estos huevos en una cesta de alambre,
frágiles curvas de blanco
tendidas sobre el borde oscuro
de un universo sesgado,
reuniendo la luz
hacia ellos mismos,
como si fueran
las brillantes, delgadas paredes de la fe."

Imtiaz Dharker
Traducción: León Blanco


Este cuarto


"Este cuarto sale

de sí, agrietándose a través de
sus propias paredes
en busca de espacio, luz,
aire vacío.

La cama se levanta de 
sus pesadillas.
Desde oscuros rincones, las sillas
se elevan para estrellarse entre las nubes.

Este es el tiempo y el lugar
para estar vivos:
cuando el diario mobiliario de nuestras vidas
se remueve, al llegar lo improbable.
Ollas y cacerolas chocan
en celebración, resuenan
tras la acumulación de ajos, cebollas, especias,
que vuelan por el ventilador de techo.
Nadie busca la puerta.
En toda esta agitación
me pregunto dónde 
he dejado mis pies, y por qué 
mis manos, están afuera, aplaudiendo."

Imtiaz Dharker
Traducción: León Blanco



Mano de Fátima, mano de Miriam


"Tal vez puede suceder sólo en un desierto,
que dos mujeres compartan una mano.

Podría tener que ver con la austeridad del cielo, la forma
en que se despoja, rasgado hasta la desnudez. Luego está
el sonido que comparte con la arena, medio viento, media oración.
Fátima protégeme del ojo maligno,
Miriam protégenos de todo daño.

Estos cinco dedos han sido simplificados, aplanados
entre latas esmaltadas, y en la palma el ojo único
se abre para dejar que la luz azul entre.
Hija del profeta, hermana de Moisés, no te veo
combatiendo sobre esta pequeña luz o sobre mí
cuando me ofreces tu única mano compartida.
Fátima hija del profeta cuídanos.
Miriam hermana de Moisés, líbranos del daño.

Pretendo cargar este pendiente casualmente, baratija
para un turista, regateada y comprada
en el supermercado frenético. Dos por el precio
de uno, dos lenguajes, dos guardianes
para escudarme con una sola mano.
Fátima protégeme del ojo maligno,
Miriam protégenos de todo daño.

Todos los viajeros acaban en un oasis,
lejos de aeropuertos y calles cambiantes.
Estas cosas suceden en el desierto, donde la arena puede revolver
y abrirle un ojo al agua, donde dos salvadores
pueden reunir apenas una sola mano, 
donde la lata se convierte en talismán.
Fátima o Miriam, Miriam o Fátima
protéjannos de todo daño."

Imtiaz Dharker
Traducción: León Blanco


Un aliento

"Bastaría con tan solo un portazo
para que todo caiga. 
Una botella lanzada
contra la pared,
para empezar el martilleo
sobre el corazón 
y romper
el cascarón del cuerpo.
Un estornudo, una tos,
una duda.

Bastaría tan solo
con un aliento,
nada más."

Imtiaz Dharker
Traducción: León Blanco










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