Cada vez más lejos

"Arrojo ante mí kilómetros.
Dados para una partida.
Prolongo la ilusión.

En los arcenes coloco espejos de quimeras.
Espejismos de una idea eterna.

Más lejos. Más lejos. Cada vez más lejos.
Transfiero mi vida
a la cuenta de nuevas ciudades.

Atravieso fronteras dadaístas.
Tiovivos de noches políglotas.

Cada vez más lejos de anquilosamientos sin voz.
De la inmóvil verdad de la experiencia.
De la inercia perruna.

En los anuncios que voy dejando atrás,
leo palabras polacas escritas en griego
y me río a carcajadas.

Cada vez más lejos
viene a ser cada vez más cerca
de mí misma."

Ewa Lipska
Traducción al español: Anna Sobieska y Antonio Benítez Burraco


Delante de la tienda

Les rogamos que dejen la muerte delante de la tienda.
Atada a su correa. Mejor con el bozal puesto.
Seguro que está vacunada contra la rabia.

Disculpen las molestias.

Ha llegado una nueva remesa de vida.
Los clientes se agolpan.

Y ella ladra de vez en cuando.
Te tira de la manga.
O se enamora de ti
mortalmente.

Ewa Lipska
Traducción del polaco: Abel Murcia


Durante las fiestas

"Durante las fiestas por fin se puede
apagar el teléfono.
Si nace Dios
llamará la vecina.

Veo Casablanca
con el mismo apetito
de disgresión
de siempre.

Jugueteo con la soledad.
Me acompaña la leche caliente con miel.
Mi sexto dedo de la mano
teclea las letras.

No escribiré nada más.
La continuación de la noche
es intocable."

Ewa Lipska


Él era así

"Él era así
en el momento de su muerte
tampoco despertó a los de casa.
Se levantó de la cama
y con los zapatos en la mano
de puntillas
se fue al otro mundo.

Incluso sus propios pies
se apartaron discretamente de su camino."

Ewa Lipska


La naranja de Newton: el origen

Nosotros somos en este preciso instante.

Yacemos sobre un fuego blanco
merced a un amor de repuesto.

Andamos a la caza de una continuación.

Cerca, retumba la lavadora
de los tenores wagnerianos.
Se arremolina el coro de la espuma.

Durante el prelavado,
blancos calcetines angelicales.

Sedas nebulosas de la ropa blanca.
Hechos tejidos en lino.

Intrigan las ambiciosas energías del sol.
Los ahorrativos molinos de Don Quijote.
Los amorosos reactores nucleares.

Por parte de madre, nuestro país
pertenece al Este.

Sobre las llanuras, el áspero
paño de los uniformes.
Un salón en la periferia.

Por parte de padre, a Europa
y al pacto cosmético.
Planchado de arrugas.

Nos hallamos a la altura de Sócrates.
Cruzamos a nado en pos de Ajmátova.

Nos dejan atrás los esquiadores
de la glacial pieza en un sólo acto.

El contrabajo pulsa con fuerza su cuerda.
Acomete un tono tierno.

Ellos ya fueron.
Nosotros somos en este preciso instante.
Vosotros apenas si estáis empezando a ser.

Dios paga el mal desde un cajero automático.

Se balancea la naranja de Newton.
De sabor ligeramente agrio.

Ewa Lipska


Le hablo a mi país

"Le hablo a mi país:
trasládate
vete.
Sé por un momento
extranjero.
Después regresa
y habita en ti.
Medita todo esto
una vez más.
Atrápate al vuelo."

Ewa Lipska
Traducción del polaco: Abel Murcia












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