Canción de Ávila

De oy más el monte de Febo consagrado 
con nuevo lustre y nueba hermosura 
le uiste agradecido a quien renueba 
con tal bentaga el canpo, el monte, el prado 
punto [sic] la uoz, la sítara, dulçura 
de Apolo y sus hermanas cobran nuba [sic] 
y todos hacen prueba 
de sus ingenios, su riquesa y dones, 
cada qual su tesoro umilde ofrece, 
su diuisa y blasones 
a tu sagrada huella y te parece 
que nadie aunque te rinda sus despojos 
apenas ve que merece 
la llana luz de tus serenos ojos. 

Cristóbal Mosquera de Figueroa


Estando cansado de pretender y determinando recogerse

Déjame ya, Fortuna y Esperanza,
que en mi cuerpo y mi alma has hecho el daño
-de hoy a mañana, de uno en otro año-,
debiendo en Dios poner mi confianza.

¡Oh padres que acudisteis con bonanza
a mis tormentas, tiempo y desengaño!
Pudiera Dios tratarme como a extraño,
pues fuera justa en mí cualquier venganza.

Ángel divino, inspiración del cielo,
nuncio de aquella antigua hermosura:
entra en mi corazón y hazte fuerte.

Apártate ambición, hija del suelo,
que ya me está mejor la sepultura,
sueño de justos, apacible muerte.

Cristóbal Mosquera de Figueroa


Soneto  Doña Juana de Mandoza

Rayos de eterno sol son tus cabellos,
vivas flechas de amor tus bellos ojos;
tu boca y rostro tierno son despojos
de los colores celestiales bellos.

Si el que se siente atormentado dellos
halla deleite en ásperos abrojos,
dichoso el que sin pena y sin enojos
los goza, pues nació para querellos.

Tú serás otro Alcides, ¡oh Menoro!,
que por el alto premio de la gloria
venció trabajos y domó el profundo;

y dirás, enlazado en trenzas de oro,
que es poco por gozar de tal victoria
sufrir prisiones, circundar el mundo.

Cristóbal Mosquera de Figueroa

Alcides es el nombre griego de Hércules y Medoro el personaje de Orlando el Furioso amante de Angélica. Como indica J. León, el soneto no se dirige a la amada sino que se centra en el amante camuflado bajo el pseudónimo de Menoro. 








No hay comentarios: