La locura

Este sol malévolo y cómplice
Que osa sonreír a los asesinos
Que osa iluminar este país maldito
Donde la ley que dirige es la de la sangre
En la que no veo más que el abismo
Donde todo el mundo se hundirá
Un hueco negro donde no hay más que la muerte
Ningún destello, ningún rayo de esperanza
La ausencia de las víctimas es la de los verdugos
La ausencia de los verdugos es la de las víctimas
Tenemos toda la vida en común
Graciosa especie es la humana
Besaba al viento que se ha llevado a mis hijos
Quería besarlo para sentirlos
Estrecharlos muy fuerte entre mis brazos
Para decirles que más nada podrá arrebatármelos
Los seguiré hasta el más allá del más allá
Seguiremos juntos por la eternidad
Esta eternidad que sólo yo comprendo
Porque mi eternidad es también mi presente
El viento sopla sobre mi cuerpo
Quería estar desnuda para sentir su frescura
Tendría calor de estar en lo irreal de lo real
Transpiraba fuerte de ver lo irreal de mi vida
Yo hubiera querido que ese viento me cosquilleara
Poder reír, como antes, de mi tontería
Reír de mi bobada al pensar que el mal es fuerte
Poder aun reír de mí misma.
Reír de dicha en una desgracia demasiado fuerte
Debo salir lo más rápido
De estos sufrimientos que me esterilizan
Que reducen mi cuerpo y mi alma
Cuando el mundo piensa que vivo
Sin embargo fui muerta el día aquel
Los 100 días sin respuesta del más alto
Me hicieron dudar de su existencia
Hasta el desprecio de los que me lo han enseñado
  
Yolande Mukagasana
Traducción: Myriam Montoya


"La poesía me ayuda a llorar." 

Yolande Mukagasana


"¿Los asesinos de mi marido y de mis hijos? Sí, fueron los vecinos, los amigos. Entre ellos, un hombre al que prácticamente crié. Nunca imaginé que ese chico podía hacer daño, ya que siempre lo había considerado como un hijo. Hoy en día tiene miedo de encontrarme, ya que sabe que lo que hizo es irreparable. Al escuchar sus testigos queda claro que no puedes permanecer igual tras matar a un ser humano.
He llorado junto a los supervivientes. También era necesario que viera a los asesinos para entender, para recuperarme, para renovar el vínculo social en este país destrozado. Pude ver sus heridas y creo que es inútil que sus hijos sufran por lo que hicieron sus padres. En base a esto debemos reconstruir una África donde la gente viva como hermanos.
Lo que es triste es que los africanos que defienden esta postura son una minoría. Incluso si lo entienden, pueden moverse por el oportunismo y matar a sus hermanos. Creo sinceramente que si no podemos sobrepasar esto, África no tiene solución.
Si sobreviví en 1994 cuando una gran parte de Ruanda me odiaba, cuando anunciaron mi muerte en la radio, es por una misión concreta: soy una de esas abejas que reconstruyen África. Quizá me equivoque, pero estoy convencida que puedo aportar mi grano de arena, y asumo mi legado del genocidio. Y no me refiero únicamente a Ruanda, pues cuando veo lo que sucede en la Costa de Marfil, cuando veo el odio entre ruandeses en el Congo, me digo que los africanos no han comprendido nada y que es nuestro deber contribuir a que cambie la situación. Es uniendo esfuerzos que podemos conseguirlo."

Yolande Mukagasana


"No tengo miedo a morir, sino a no decir toda la verdad y a no obrar con dignidad ante los africanos."

Yolande Mukagasana


Qué hacer

Todas las fuerzas físicas se han disputado sobre mí y sin mí
Sin duda ellas continuarán a disputarse sin mí o conmigo
Es la vida que nos lo mostrará o lo confirmará
Pero de lo que estoy segura, es que sola o con los otros,
Continuaré la ruta en mi infatigable labor

Combatir toda política inhumana
La de la autodestrucción de los hombres
El sol me acompañará siempre en la lucha
La noche acunará siempre mi duro sueño
La noche me tocará su bella música
La noche me tocará su bella música
La mañana me transportará hacia
Otros horizontes
tengo ninguna otra causa que defender
Sino la tomada a pecho

Algunos en un impulso de piedad
Otros intentan pararme
Me dicen que estoy fatigada
Me dicen que será mejor un reposo
Pero la fatiga es mi orgullo

Pero yo no necesito reposo
Mi día « D » vendrá
Y como el común de los mortales 
Tendré el reposo eterno
No corro riesgo de aburrirme

Y allí jamás sabemos
Quizá tendrán necesidad de mí
Como siempre he sido tal
Responderé a mi llamado

Mientras tenga una gota de sangre en mis venas
Afrontaré todas mis pruebas
Tan inmenso es el trabajo
También larga la ruta y pedregosa
Pero estoy lista para pagar mi precio

Rechazo de pensar en mí
Dar la vuelta de mi ombligo 
Rechazo cerrar mis horizontes
De pasar mi vida en llorar
Rechazo de encerrarme en mi dolor
Como si la vida hubiera perdido todo su color

El sufrimiento tiene su lado positivo
Cuando no nos encierra,
Cuando no nos mata
Nos madura y engrandece

Nada puede parar la hemorragia de mi corazón
Pero jamás ella secará mi espíritu
Tengo toneladas de sangre para sangrar
Y se forma todos los segundos 
Mi fuente de sangre es inagotable
Es ella la que me vuelve infatigable

El mal tiene múltiples facetas
El mal tiene múltiples actores
El mal se integra en todos los medios
El mal corre más rápido que el bien
El mal es difícil de percibir
Porque a menudo es sutil
A veces es confundido con el bien

Madre, cómo quisiera ser el útil de la felicidad
Padre, cómo quisiera ser el vector de la alegría
Mis tesoros, cómo quisiera ser el vector de la vida

Rechazo ser el útil de la desgracia
Rechazo ser el vector de la muerte
Rechazo ser la base de la desolación
El útil de mi destrucción final

Mi fatiga se ha vuelto mi dicha
Es una fatiga bien meritada
Es una fatiga reparadora
Después de la labor de la felicidad
Después de la labor de la vida

Donde la conciencia está se forma alerta
La alerta para quedar despierto
Alerta contra los malos actos
Alerta para rechazar el mal

La alerta para construir sobre la muerte
La alerta para reconstruir la vida
La alerta para seguir sensible
La alerta para la sobrevivencia de los hombres
La alerta para proteger a los niños
La alerta para salvar a las generaciones
La alerta para proteger lo que uno vigila

Mi vida no me pertenece
Me ayuda justo a hacer un paso
Quién ha dicho además qué es una vida.
Ella ha sido una mucho antes
Ahora no es más que sobrevivencia
Una sobrevivencia no es una vida
Pero la vida devino una sobrevivencia
En cuanto intenta brotar
Sobre la muerte surge la sobrevivencia

Un sobreviviente no reconstruido
No es más que un zombi, muerto ambulante
Ese zombi que da miedo
Una vida más sobre la tierra
Cuando hemos visto bien a la muerte
Que no ha querido llevarnos
¿Podemos hablar de una vida?

No vemos más los mismos colores
No se sienten más los mismos olores
No se sabe más admirar
Nada tiene el mismo valor
Podemos todavía hablar de vida?

Yolande Mukagasana
Traducción: Myriam Montoya

















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