Algo mediterráneo

Esas calles
con ojos de ver lejos
áticos
tienen la estricta norma
de seguirle los pasos
a mi nueva persona
hurgan en la manía de mis sueños
hasta encontrar
alegres
las ganas de vivir
con que amanezco

es sangre pegajosa
esta alegría
a mí adherida a todas partes
salpicándome a veces
la tristeza más limpia
como de tiempo de antes

algo mediterráneo
me ventisca
hace frío pero siento
que un rumor de las olas
abre un puerto
que otro rumor más cerca
da calor a mi cuerpo


él arrancó raíces
a una palabra griega
que aún crecía de las ruinas
de los dioses
ella en el partenón
halló una gracia
de nuevas
puras
formas
talladas
en las piedras que la asombran

era como el pasado
mojado en los hollines
de las revelaciones
era como el presente
acariciado
en la dulce barbilla de un augurio

Lucila Velásquez



Crónica de una ucrania primavera

del Mar Mediterráneo este derrubio
ese viento mistral
esta altísima piedra
del oleaje de los Pirineos
debajo de la pluma radiactiva
donde apoyó su abismo
el ala invicta de la paloma de Picasso
a la caída del Ícaro
propagada de aleros de Guernica
y paisajes de Horta de Ebro
con cráneos y guitarras
de la mujer que llora
naturaleza muertas

Lucila Velásquez
De el  "Árbol de Chernobyl"



“En alta mar de la palabra los navegantes solitarios se guían por una estrella del corazón al pensamiento como ideal poético. Se puede creer que mi  poesía es la respuesta a una pregunta…: ¿Qué soy como conciencia? … Cuando escribo poesía, la primera estremecida soy yo misma… Para llegar a este estado de creación poética, he amado la vida. Como mujer, como ser humano, he participado intensamente de la cotidiana vibración de los días en el mundo, de las cosas que a cada minuto tienen trascendencia de animada materia…”

Lucila Velásquez


Extrañas formas de ser

De repente la vida tiene
extrañas formas de ser
y somos próximos
a una tormenta del Pacífico Norte
con el agua al cuello
una botella llena de sueños de grandeza
con el Triángulo de Bermudas
desatado en el ojo de huracán
inescrutable
a un intento de fuga antes de tiempo
sin poder llegar a la hora
cuando anunciaremos nuestra salvación
cinco minutos antes
cinco veces justas
antes de habernos arrepentido
de abrir
a boca de jarro
este pedazo duro de conciencia
con tantas llaves inútiles
con personas en la vía
con algunas palabras
echadas al suelo
a prueba de balas
o silencios
para decir la verdad
gritando
que alguna vez hemos estado juntas
la mala hora y yo
tendidas en un puente
de protesta
o de gracia
por donde pasan y pasan
esas hordas violentas de esperanza
o gritos de condenados
que el aire pega
a las pestañas de los indiferentes
a la hora
cuando todos salen de las fábricas
con un día menos
con el dedo de un salario roto
o del tren en marcha
con una urgencia de haber llegado tarde
y hasta confudidos con ellos
en una taberna herida
de bandidos de "black tie"

se vieron
los ojos resbalaron juntos
hicieron un pacto las bocas cerradas
ya se habían amado de súbito
cuando el viento llegaba
y se abría una palabra

Lucila Velásquez


Preguntas antártidas

y por qué no pensar sin malas intenciones
que los silbos petrificados
y las improntas de hojas
y los afloramientos de carbón
y las masas intrusivas de granito
y fulgor en la conciencia
son testimonios de una sucesión de vidas inocentes
muy anteriores a nuestra manera de pensar
y es deseable que no llegue la desgracia
que nadie profane el fósil del coral y su rubor
ni se involucren sus claridades
con otros elementos que llegaron
de las regiones templadas
y déjenla vivir en paz consigo misma
y no perturben el sitio de su polo sur
que es el momento de extremar la belleza.

Lucila Velásquez



“Soy de un país en fuga.”


Lucila Velásquez







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