"—Así Dios me salve como es la Santa Compaña.
—Es —asintió el fantasma naturalmente, sin inmutarse.
—Viene hacia aquí.
—No, va fiada el mar.
Xan de Malvís volvió a sentarse. Acababa de ocurrírsele una idea.
—¿Es cierto que no hay obstáculo para ella, que sigue siempre en derechura, sobre los montes y sobre los barrancos y sobre el agua…?
—Sí.
—¿Y hasta podrá dar la vuelta al mundo?
El fantasma alzó los hombros con desdén.
—Claro que puede.
—Pues si ésos van hacia el mar —siguió intencionadamente Fendetestas— todo por ahí, siguiendo en línea recta, a donde llegará no es a otro sitio que las Américas. Por ahí se van también los vapores."

Wenceslao Fernández Flórez
El bosque animado
Tomada del libro Seres y lugares en los que usted no cree de Jesús Callejo y Carlos Canales, página 99


"Cuando los hombres buscan la diversidad, viajan."

Wenceslao Fernández Flórez



“El hijo de las largas convivencias desapasionadas es el tedio.”

Wenceslao Fernández Flórez


"El humor es, sencillamente, una posición frente a la vida."

Wenceslao Fernández Flórez



"El humor puede no ser solemne, pero es serio. Es, sencillamente, una posición ante la vida. Cuando no gemimos ni nos encolerizamos ante lo que nos disgusta, no queda más que una actitud: la burla."

Wenceslao Fernández Flórez


"El humor se coge del brazo de la vida y se esfuerza en llevarla ante su espejo cóncavo o convexo, en el que las más solemnes actitudes se deforman al límite de que no pueden conservar su seriedad."

Wenceslao Fernández Flórez


"El humor tiene la elegancia de no gritar nunca y también de no prorrumpir en ayer."

Wenceslao Fernández Flórez



"El mar enseña más que la tierra y es más diverso."

Wenceslao Fernández Flórez



"En la pesca hay un deportista, el hombre en la ribera, y otro deportista, la trucha en el agua."

Wenceslao Fernández Flórez



"¡Extraño mundo éste del toreo! Como la muerte lo preside, a veces horripila y a veces emana de él una aleccionadora trascendencia. Nunca se podrá encontrar en el fútbol un tema de honda meditación. En el toreo, sí."



Wenceslao Fernández Flórez


"La ciudad es un corral de hombres."

Wenceslao Fernández Flórez



"La condición de la vida es devorar lo que vive, y quien se sustraiga a ello, por ese sentimiento al que llaman ternura, sucumbe siempre."

Wenceslao Fernández Flórez


"La gracia nos cautiva cuando lleva dentro una idea." 

Wenceslao Fernández Flórez



"La humanidad trabaja por horror al trabajo, por un afán tenaz y esperanzado de librarse de él."

Wenceslao Fernández Flórez



"Los niños son mendigos por intuición."

Wenceslao Fernández Flórez





"Los pájaros volvieron. Ningún árbol tornó a pensar en convertirse en sillas y en trincheros. La fraga recuperó de golpe su alma ingenua, en la que toda la ciencia consiste en saber que de cuanto se puede ver, hacer o pensar sobre la tierra, lo más prodigioso, lo más profundo, lo más grave es esto: vivir."

Wenceslao Fernández Flórez


"Los pareceres de aquel vecino tan raro y solemne influyeron profundamente en los árboles. Las mimbreras se jactaban de tener parentesco con él porque sus finas y rectas varillas se asemejaban algo a los alambres; el castaño dejó secar sus hojas porque se avergonzaba de ser tan frondoso; distintos árboles consintieron en morir para comenzar a ser serios y útiles, y todo el bosque, grave y entristecido, parecía enfermo, hasta el punto de que los pájaros no lo preferían ya como morada. Pasado cierto tiempo, volvieron al lugar unos hombres muy semejantes a los que habían traído el poste; lo examinaron, lo golpearon con unas herramientas, comprobaron la fofez de la madera, carcomida por larvas de insectos, y lo derribaron. Tan minado estaba, que al caer se rompió. El bosque se hallaba conmovido por aquel tremendo acontecimiento. La curiosidad era tan intensa que la savia corría con mayor prisa. Quizá ahora pudieran conocer por los dibujos del leño, la especie a que pertenecía aquel ser respetable, austero y caviloso.
(...)
Aquel día el bosque, decepcionado, calló. Al siguiente entonó la alegre canción en que imita a la presa del molino. Los pájaros volvieron. Ningún árbol tornó a pensar en convertirse en sillas y en trincheros. La fraga recuperó de golpe su alma ingenua, en la que toda la ciencia consiste en saber que de cuanto se puede ver, hacer o pensar sobre la tierra, lo más prodigioso, lo más profundo, lo más grave es esto: vivir."

Wenceslao Fernández Flórez
El bosque animado



"Para la muerte y para el amor, para las miserias que creemos grandezas, la Naturaleza tiene el mismo gesto dulce, la misma mirada candorosa de Volvoreta, la misma misteriosa tranquilidad."

Wenceslao Fernández Flórez



"Prefiero un contable casado a tres contables enamorados."

Wenceslao Fernández Flórez


"Recogidos, apretados sus cuerpos, un poco inclinados bajo el reborde de la roca, veían los jóvenes llover, con esa alegría extraña que la lluvia produce cuando se presencia bajo la guarida segura. No hablaban. El espectáculo de un labriego que allí abajo abandonaba su labor, saltando sobre la húmeda tierra, para recogerse bajo un alpendre vecino, les hizo reír, gozosos. Y nuevamente enmudecieron, y del vasto espectáculo de la lluvia en el monte redujeron su mirar, un poco abstraídos, a la visión de cómo unos erizos de castaña, vacíos ya, tirados ante la roca, iban siendo limpiados de tierra por el golpear de las gotas, y cómo otros, con sus púas hacia abajo, iban llenando de agua la blancura de su concavidad.
(...)
En aquella hora de paz, atalayando los montes y el mar y la curva línea de la gándara, imbuido por la gigantesca solemnidad de las cosas, Sergio tuvo un atisbo de comprensión: comprendió la pequeñez del cadáver marinero, invisible, perdido entre las aguas con la misma indiferencia que el del delfín; comprendió la naturalidad del amor...¿Por qué torturarse complicándolo con morbosidades? Para la muerte y para el amor, para las miserias que creemos grandezas, la Naturaleza tiene el mismo gesto dulce, la misma mirada candorosa de Volvoreta, la misma misteriosa tranquilidad."

Wenceslao Fernández Flórez
Volvoreta



"Un día llegan unos hombres al bosque y plantan un poste de telégrafos. Los árboles acogen con sorpresa la llegada del nuevo invitado, pues lo consideran uno más entre ellos. Se sienten deslumbrados por su aspecto: consideran que los hilos telegráficos son sus ramas interminables; frutos los aisladores de cristal, tronco esbelto y liso, el poste fruto de carpintería. Estos árboles son seres bondadosos e inocentes, a los que les gusta abrigar nidos de pájaros entre sus ramas, cantar melodías que imitan el fragor del mar contra las rocas, la marcha de un tren de vapor o el murmullo del viento, e invitan al poste telegráfico a realizar este tipo de cosas para que se sienta como uno más de ellos."

Wenceslao Fernández Flórez



"Una novela es el escape de una angustia por la válvula de la fantasía."

Wenceslao Fernández Flórez



"Una palabra rara es en una página como un adoquín levantado en una calle."

Wenceslao Fernández Flórez

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