Che

Podías haber seguido el camino fácil del jardín
sus espléndidos espacios reservados
entre las flores más radiantes
elegir la predilecta

Podías haberte abandonado
a la sombra del cargo promisorio
(embriaguez a la que muchos se rindieron)
envejecer entre cómodas alfombras
recorrer ciudades fabulosas
automóviles de porte señorial hacerlos tuyos

Podías haber entrado en la Historia
con amables caracteres de imprenta
disolver tu viejo compromiso con América 

La opción estaba de tu parte 

Pero votaste por la espesura de la selva
y la montaña agreste
y la insalubridad del pantano y el holocausto de tu vida
que ahora envuelve una leyenda interminable
más allá de la Historia
que todos estos libros
pretenden enseñarnos

Rubén Faílde Braña



De otro modo

"Si volvieran los trenes que partieron
y con ellos la música,
la siempre añorada transparencia.

Si las naves no hubieran impuesto
quebraduras de sal,
la estela anochecida de la historia
al margen de un islote.

De una vez se han abierto
las crudas cicatrices.
Los soles cuaresmales no sabían.
Nadie tuvo la astucia de sujetar las lianas
en la edad del apremio,
ni de tender los puentes
o preservar aquello que debió ser salvado.

Lo demás quiso ser otro rumbo.
Los mares, las distancias, los amigos
al otro lado del empeño."

Rubén Faílde Braña



Días

"Hay días que anhelamos
el espacio más íntimo,
y acogernos al fuego
de una edad entrañable.

Encontrar en el bolso
el centro de ese ritmo
que a vivir nos impela.
Dar nombre a los instantes
sencillos. Abolir
al mendigo del alma,
y la sombra imprecisa
desde la cual nos mira.

Hay días de memoria
extraviada, y espejos
para desconocernos.
Figuras donde estuvo
el amor, y la forma
del tiempo recorrido.

Hay días que anhelamos
traicionar el camino,
desdoblar la razón,
al ocaso verternos
para hallar la respuesta.
Aprisionar el hilo.

En esta muerte blanca
hay días desvelados
que siempre nos habitan."

Rubén Faílde Braña




Donde el silencio

"Se detiene en tus labios
el eco roto del silencio.

Frontera sideral en cuyo seno habita
el rostro que aguarda ser nombrado,
aquella lejanía que se extiende y me sujeta
del lado de la angustia y sus dominios.

Al borde de tus labios disminuyen las palabras.

Hay un color incierto
que bebe el horizonte de tus ojos.
Un halo mineral o de fatiga
en tus pupilas sometidas al vacío.

Trato de descifrar de qué parajes llegas,
desde qué altura el movimiento
llega ante la noche a refugiarse.

Con una mirada te adelantas.
Un crujido de escarcha viene desde el fondo.
Rompe más hondo entonces tu silencio."

Rubén Faílde Braña



Él

...............................a A.G.

Cuando dices el sol
se te encienden los labios
con ese fuego limpio,
frontera de otro beso.

Y te veo despacio,
como si volvieras de una edad apartada,
de una dicha que no vivimos antes,
de otro verano en la fugaz memoria.

Dime de qué materia inventaron tu cuerpo
que me llega sin prisa.
De qué elevada carne ese tirso
en que mis manos desembarcan,
con un temblor igual que aquella vez primera,
cuando, al fondo, se desnudaba el mar en olas.

Son raíces las noches
..................................................si aseguras mi lecho.
En la cumbre más fértil se me estaciona el alma,
cuando tu aliento desliza en mis oídos
el ritmo que antecede.
Anchas se desploman las horas,
cerradas a otro espacio,
...........................................-lentísimas-
si faltas.

Una luz se presiente,
un regusto de especias, de carne y sed,
de claridad, de adelfas.
De sentir que me aborda
la tarde transparente que coincide contigo.

Rubén Faílde Braña


Pertenencias

"Sobre todo conservo
las cosas que estuvieron lejanas:
lugares tan solo presentidos
por la lluvia,
un noviembre distinto,
el sabor de las voces.
Cuanto supe mejor me pertenece.
Mi inventario lleva los dispersos
aromas de las épocas.
Conservo las distancias,
los jardines,
la memoria azul
de cada encuentro
y sus destinos.
Me empeño en conservar
lo que esparciera el agua:
la blancura del tiempo
que muchos me negaron."

Rubén Faílde Braña



Soy

"Yo soy la diferencia en el camino
por donde cruza, a veces, tu mirada;
opaco regresar de una alborada
que vive entre los fallos del destino.

Desde la voluntad, donde me inclino
a recibir la coz de la mulada,
la avaricia descubro en la azorada
infancia de la arena, y nunca atino

a remover de tu ambición la cumbre
ni la voraz doctrina del relente.
Yo soy la voz cuando el pasado llega,

salvando las distancias del que niega
una sed recobrada entre la mente.
Yo soy lumbre anterior desde tu lumbre."  

Rubén Faílde Braña








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