"Comparto la opinión de muchos contemporáneos de que la crisis espiritual en todos los ámbitos de vida de nuestro mundo industrial occidental sólo podrá superarse si sustituimos el concepto materialista en el que están divorciados el hombre y su medio, por la conciencia de una realidad totalizadora que incluya también el yo que la percibe, y en la que el hombre reconozca que él, la naturaleza viva y toda la creación forman una unidad." 

Albert Hofmann


“Creo que en la evolución humana nunca ha sido tan necesario contar con esta sustancia, el LSD,... Se que es sólo una herramienta para convertirnos en lo que se supone que somos.” 


Albert Hofmann


“Cuando se estudian las ciencias naturales y los milagros de la creación, si no te conviertes en un místico, es que no eres un científico natural.” 


Albert Hofmann



“El pasado viernes, 16 de abril de 1943, me vi forzado a detener mi trabajo de laboratorio en plena tarde e ir a casa ya que se adueñó de mí una extraña inquietud acompañada de una sensación de suave mareo. Al llegar a casa me tumbé y me hundí en una especie de borrachera que no era desagradable y que estaba caracterizada por una extrema actividad de la imaginación. Cuando me encontraba allí tumbado con sensación de mareo y los ojos cerrados (la luz del día me resultaba desagradablemente brillante), surgió en mí una corriente ininterrumpida de fantásticas imágenes de una extraordinaria plasticidad y viveza acompañadas de un intenso juego de colores que parecía un caleidoscopio. Este estado se fue disipando gradualmente al cabo de dos horas...
(Tres días más tarde ingiere de manera voluntaria una pequeña dosis del compuesto, la dietilamida del ácido lisérgico o LSD-25)
En este momento, las notas son discontinuas. Las últimas palabras han sido escritas con gran dificultad. Pedí a mi asistente de laboratorio que me acompañara hasta la casa ya que creí que iban a repetirse las molestias del viernes pasado. Mientras íbamos pedaleando a casa, vi claro que los síntomas eran mucho más fuertes que la primera vez. Tenía una gran dificultad a la hora de hablar con coherencia, mi campo de visión oscilaba frente a mí y los objetos aparecían distorsionados, como imágenes en espejos curvos. Tenía la impresión de ser incapaz de moverme del lugar, aunque mi asistente me dijo después que había pedaleado a buen ritmo. Una vez en casa hice llamar al doctor”128. Finalmente concluye Hofmann: “Cuando el doctor llegó, el punto culminante de la crisis ya había pasado. Por lo que recuerdo, los síntomas más destacados fueron los siguientes: vértigo, perturbaciones visuales, las caras de los que merodeaban me parecían grotescas con máscaras coloreadas, marcada inquietud motora alternando con parálisis, una sensación intermitente de pesadez en la cabeza, en las extremidades y en todo el cuerpo como si estuviera lleno de plomo, sensación, resequedad y encogimiento en la garganta, sensación de ahogo; había un claro reconocimiento de mi condición, en cuyo estado a veces observaba, como haría un observador independiente y neutral, que yo gritaba medio loco o balbuceaba palabras incoherentes. Por momentos me sentía como si estuviera fuera de mi cuerpo”

Albert Hofmann
Tomada del libro El nuevo cerebro humano de Carlos Luis Delgado García, página 199



“El rápido aumento del consumo de drogas, que se inició (en los 60) en los Estados Unidos, no fue, sin embargo, una consecuencia del descubrimiento del LSD, según lo aseveraban a menudo observadores superficiales, sino que tiene profundas causas sociológicas: el materialismo, el alejamiento de la naturaleza a consecuencia de la industrialización y la vida urbana, la insuficiente satisfacción en la actividad profesional en un mundo del trabajo mecanizado y desalmado, el aburrimiento y la falta de objetivos en una sociedad de bienestar saturada, y la falta de un motivo vital religioso, protector y coherente como concepción del mundo.”

Albert Hofmann


"En el estudio de la literatura relacionada con mi trabajo, me di cuenta de la gran importancia universal de la experiencia visionaria. Desempeña un papel dominante, no sólo en el misticismo y la historia de la religión, sino también en el proceso creativo en el arte, la literatura y la ciencia. Investigaciones más recientes han demostrado que muchas personas también tienen experiencias visionarias en la vida cotidiana, aunque la mayoría de nosotros no podemos reconocer su significado y valor. Las experiencias místicas, como las que marcaron mi infancia están, al parecer, lejos de ser infrecuentes."

Albert Hofmann


“En el exterior es energía pura y una sustancia incolora. Todo lo demás ocurre a través del mecanismo de nuestros sentidos. Nuestros ojos ven sólo una pequeña fracción de la luz del mundo. Se trata de un truco para hacer un mundo de color, que no existe fuera de los seres humanos.” 

Albert Hofmann




"En los primeros años después de descubrirlo, el LSD me proporcionó alegrías y satisfacciones, como las siente el químico farmacéutico cuando se perfila la posibilidad de que una sustancia por él creada se convierta en un medicamento valioso. Pues la creación de nuevos remedios es el objetivo de su actividad de investigador; en ella reside el sentido de su trabajo. (...) Esta alegría por la paternidad del LSD se vio empañada cuando, después de más de diez años de investigación científica y aplicación médica no turbada, el LSD fue arrastrado a la poderosa ola de toxicomanía (...) Era obvio que una sustancia con efectos tan fantásticos sobre la percepción sensorial y sobre la experiencia del mundo exterior e interior, despertaría también el interés de círculos ajenos a la ciencia medicinal. Pero jamás hubiera esperado que el LSD, que -con su acción profunda tan imprevisible e inquietante- no tiene de ningún modo el carácter de estimulante, encontraría una aplicación mundial como estupefaciente." 

Albert Hofmann



"¿En qué reside la diferencia esencial y característica entre la realidad cotidiana y las imágenes del mundo experimentables en la embriaguez de LSD? En el estado normal de la conciencia, en la realidad cotidiana, el yo y el mundo exterior están separados; uno se enfrenta al mundo exterior; éste se ha convertido en objeto. En la embriaguez de LSD desaparecen en mayor o menor medida, las fronteras entre el yo que experimenta y el mundo exterior, según la profundidad de la embriaguez. Tiene lugar un acoplamiento regenerativo entre el emisor y el receptor. Una parte del yo pasa al mundo exterior, a las cosas; éstas comienzan a vivir, adquieren un sentido distinto, más profundo. Ello puede sentirse como una transformación feliz, pero también como un cambio demoníaco, que conlleva una pérdida del yo familiar e infunde terror." 

Albert Hofmann


“En un medio natural (...) es perceptible una realidad infinitamente más antigua, profunda y maravillosa que en cualquier cosa hecha por el hombre (...) Las plantas muestran con toda evidencia la inagotable y divina energía vital. Lo que se llama 'función clorofílica'  es simplemente el matrimonio entre la Tierra y el Sol (...) que funda el ciclo vital.”

Albert Hofmann



“Es muy, muy peligroso perder el contacto con la naturaleza viva.” 

Albert Hofmann



"Hay experiencias sobre las que la mayoría de las personas no se atreve a hablar, porque no caben en la realidad cotidiana y se sustrae una explicación racional. No nos estamos refiriendo a acontecimientos especiales del mundo exterior, sino a procesos de nuestro interior, que en general se menosprecian como meras ilusiones y se desplazan de la memoria." 

Albert Hofmann


"La diferencia entre un veneno, una medicina y un narcótico es sólo la dosis." 

Albert Hofmann


"La provocación deliberada de la experiencia mística, en particular relacionada con el LSD y los alucinógenos, en contraste con las experiencias visionarias espontáneas, conlleva peligros que no deben ser subestimados. Los profesionales deben tener en cuenta los efectos peculiares de estas sustancias, es decir, su capacidad para influir en la conciencia, la esencia más íntima de nuestro ser. La historia del LSD hasta la fecha demuestra ampliamente las catastróficas consecuencias que pueden derivarse de ello cuando su profundo efecto se juzga erróneamente y la sustancia es confundida con una droga placentera." 

Albert Hofmann


"La realidad es impensable sin un sujeto que experimente, sin un yo. Es el producto del mundo exterior, del "emisor" y de un "receptor", de un en cuya mismidad más íntima se vuelven conscientes las irradiaciones del mundo exterior registrad por las antenas de los órganos sensoriales. Si falta uno de los polos no se concreta ninguna realidad no resuena música de radio, la pantalla queda vacía."

Albert Hofmann


"Los cambios psíquicos y los estados sublimes de conciencia provocados por los alucinógenos se encuentran tan alejados de la vida ordinaria que resulta casi imposible describirlos en el lenguaje corriente. Una persona bajo los efectos de un alucinógeno abandona su mundo familiar y actúa según otras normas, en otras dimensiones y en un tiempo distinto." 

Albert Hofmann


"Me invadió el miedo terrible de volverme loco. Fui llevado a otro mundo, otro lugar, otro tiempo. Mi cuerpo parecía estar sin sensación, sin vida, extraño. ¿Me estaba muriendo? ¿Era esto la transición? A veces creía estar fuera de mi cuerpo, y por tanto percibía claramente, como un observador externo, la tragedia completa de mi situación." 

Albert Hofmann


"No existe una realidad, sino varias; cada una de ellas encierra una distinta conciencia del yo."

Albert Hofmann



"Quería obtener una comprensión de la estructura y la naturaleza de la materia; por eso estudié química. Dado que ya desde mi niñez me había sentido estrechamente vinculado al mundo de las plantas, elegí como campo de actividad la investigación de las sustancias contenidas en las plantas medicinales. Allí me encontré consustancias psicoactivas, generadoras de alucinaciones, y que indeterminadas condiciones pueden provocar estados visionarios parecidos a las experiencias espontáneas antes descritas. La más importante de estas sustancias alucinógenas se ha hecho famosa con el nombre de LSD. Algunos alucinógenos ingresaron, como sustancias activas de interés científico, a la investigación médica, la biología y la psiquiatría, y alcanzaron también una amplia difusión en la escena de las drogas, sobre todo el LSD."

Albert Hofmann



"Si se entiende la realidad como el producto del emisor y el receptor, se puede explicar el ingreso a otra realidad bajo el influjo del LSD diciendo que el cerebro, sede del receptor, es modificada bioquímicamente. Con ello el receptor es sintonizado en otra longitud de ondas que la que corresponde a la realidad cotidiana. Como a la infinita variedad y versatilidad de la creación corresponden infinitas longitudes de onda distintas, según la sintonía del receptor pueden ingresar infinitas realidades distintas -que incluyen el yo correspondiente- en la conciencia. Estas realidades o, mejor dicho, estos diversos estratos de la realidad no son mutuamente excluyentes; son complementarios y juntos forman una parte de la realidad universal, intemporal, trascendente en la que también está inscrito el núcleo inatacable de la conciencia del yo que registra las modificaciones del propio yo." 

Albert Hofmann


"Todos los esfuerzos de mi voluntad de detener el derrumbe del mundo externo y la disolución de mi yo parecían infructuosos. En mí había penetrado un demonio y se había apoderado de mi cuerpo, mis sentidos y el alma. Me levanté y grité para liberarme de él, pero luego volví a hundirme impotente en el sofá. La sustancia con la que había querido experimentar me había vencido. Ella era el demonio que triunfaba haciendo escarnio de mi voluntad. Me cogió un miedo terrible de haber enloquecido. Me había metido en otro mundo, en otro cuarto con otro tiempo. Mi cuerpo me parecía insensible, sin vida, extraño." 

Albert Hofmann


"Una naturaleza distinta la presentan los peligros cuando el delirio desencadenado por el LSD no es de carácter maníaco, sino depresivo. En estos casos, las visiones aterradoras, el miedo mortal o el miedo a estar o volverse loco pueden llevar a peligrosos colapsos psíquicos y al suicidio. Aquí, el viaje de LSD se convierte en horror trip (viaje horroroso)." 

Albert Hofmann

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